Pecado venial
Jesús también bebía vino. No deja de ser curioso que, según el Evangelio de San Juan, el primer milagro de Jesús fue convertir seis garrafas de agua en vino y del bueno. Claro que Jesús no conducía un Volkswagen Phaetón y lo más que le podía pasar es que no guardara el equilibrio sobre el asno. Ni al César ni al Sanedrín les daba por poner controles de alcoholemia. De tanto leer el Evangelio a la Obispa Margot Kässmann se le debió olvidar el Código de Circulación. Es una lástima.
El sábado pasado, sobre las 11 de la noche, se saltó un semáforo en rojo. El diablo borrachin quiso poner una patrulla de policía en el cruce de Willy Brandt Strass...