La venganza de las tertulias
A los alemanes les gusta hablar. Su acusada inclinación por largas charlas sobre cualquier tema se puede comprobar a diario en los innumerables debates en los programas de televisión a los que acuden... ¡Ave María Purísima! ¡Hasta los obispos!
Y dan la impresión de que mientras hablan, los alemanes piensan. Ya lo decía Sarkozy: “Mientras Francia actúa, Alemania reflexiona”. Debe ser el idioma, que determina una especial forma de pensar, heredada del Latín , que provoca el retrasar hasta el final la acción del verbo, cuando ya estén fijados con precisión declinativa todos los detalles accesorios, también llamados complementos.
Y sí, lleva...