Alemania como ejemplo
Hablamos distinto, pensamos distinto, sentimos distinto. Somos distintos. Ellos empezaron a forjar un país y un imperio cuando el nuestro estaba en plena descomposición. Nuestra admiración por los alemanes siempre ha sido directamente proporcional a nuestra miseria y a su riqueza. Por eso no es de extrañar que en este momento de miseria los españoles miremos hacia Alemania como el ejemplo no de lo que deberíamos ser, sino de lo que deberíamos haber hecho. Los políticos parecen aplicados estudiantes repetidores, sacando a trancas y barrancas durante las vacaciones de verano asignaturas pendientes al dictado de los apuntes atrasados de los ...