Asterixmanía
El lanzamiento comercial del 34º volumen de Astérix (Goscinny sigue sin resucitar) se completa con una performance de menhires en lo que llaman sitios emblemáticos de París. Aquí tienen el de la plaza de
El lanzamiento comercial del 34º volumen de Astérix (Goscinny sigue sin resucitar) se completa con una performance de menhires en lo que llaman sitios emblemáticos de París. Aquí tienen el de la plaza de
“El que me busca, me encuentra”, amenaza el ex ministro del Interior Charles Pasqua, tras ser condenado a un año en firme por el Angolagate. “La justicia no ha obrado bien”, declara al Journal du Dimanche del sábado: Chirac le entregó 900.000 francos de los fondos secretos a través de su jefe de gabinete, Dominique de Villepin, para liberar a dos pilotos franceses secuestrados en Bosnia en 1995. El trabajo lo hizo un agente del KGB, Arcadi Gaydamak, condenado también en rebeldía por el Angolagate y que recibió una medalla al mérito. Ni los mencionados ni Juppé ni Balladur se acuerdan de ello. La política tiene memoria muy selectiva.
Se preguntan algunos si el procesamiento del ex presidente Chirac no desacredita la imagen de la República Francesa. Hay algo de eso, sobre todo cuando la imputación tiene que ver con una escasa probidad en el uso del dinero público y cuando se ha librado de más cargos simplemente porque han prescrito mientras ha permanecido 12 años en el burladero de la presidencia. Otra forma de verlo en positivo es que se nadie está al margen de la ley. Prefiero la justicia a la estética.
Francia se prepara para un escurridizo debate de la mano de Eric Besson, ministro de Inmigración: qué es ser francés y qué aporta la inmigración a lo francés. Los tanteos previos suenan a que hay que envolverse más en la tricolor y cantar al menos una vez al año
Dominique De Villepin no desaprovecha un minuto para demostrar que en política nunca hay cuestiones políticas, solo asuntos personales. Los suyos y los de un hombre llamado Nicolás Sarkozy, que ha instalado en Francia un “espíritu de corte” y una “concentración y personalización” del poder que perjudican su eficacia. El hombre que aún espera la sentencia Clearestream se presenta como una “alternativa republicana” desde el mismísimo gancho de carnicero en que lo ensartó Sarkozy, en un capítulo más de su entrañable enemistad.
Tengo la impresión de que este vídeo de Loquillo con Johnny Hallyday podría ponerse como ejemplo de cómo canta el lenguaje no verbal. A Loquillo se le ve intimidado por el artista francés, mucho más templado. Hay ahí más gravedad, responsabilidad, admiración, preocupación y respeto que compañerismo y coleguismo. Quizá un toque de afectación, como no podía ser menos en Loquillo, pero correcto.
Los servicios secretos franceses afinan sus instrumentos de rastreo para detectar al terrorista islamista emboscado. Lo atestigua la detención del físico franco-argelino Adlène Hicheur, del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra. Dice Le Point que Mathieu Guidère, especialista de la academia militar de Saint-Cyr, ha perfeccionado un método de detección por el lenguaje. En esencia, el uso de determinadas expresiones (“mártir”, “sacrificio”, “que Dios asista a los mujaidines”…) vaticina la radicalización y, acaso, el paso a la acción. Al final, todo fue más sencillo con Hicheur, porque encriptaba sus mensajes a Al Qaeda del Magreb, lo cual atrajo más la atención que una docena de análisis morfológicos.
La explicación del diputado por votar equivocadamente con la oposición suena como la de cualquier automovilista: “Iba yo por mi derecha, tranquilamente, cuando de repente me salió uno por la izquierda”. Lo ha contado el diputado sarkozysta por París Jean-François Lamour, asegurando que quería votar contra el nuevo impuesto del 10 por ciento de los beneficios de la banca propuesto y ganado por la oposición socialista (44 a 40). Definitivamente, el viernes no es un gran día en la Asamblea, entre los que faltan y los que no están a lo que tienen que estar. Menos mal que el gobierno les brinda una nueva oportunidad el lunes para sacar el corvejón y jurar los principios inquebrantables, que no está el horno para bollos.
Al contrario de esa canción que dice “no quiero arrepentirme después de lo que pudo haber sido y no fue”, Jean Sarkozy ha renunciado. De momento. En su elegante dicción, en su apostura, en sus palabras sorprendentemente maduras veo cierto gesto de amargura. Pero también una voluntad obstinada de no renunciar al resto de su vida. Para vencer hay que empezar perdiendo.
Le Monde Magazine nº 6 cita las 10 “revoluciones” silenciosas en este lado del mundo de los últimos años: no tirar sin reciclar, alquilar antes que comprar, conectarse a la red, retornar a la ciudad, abandonar la tele, la gratuidad en el puesto de mando, comprar de ocasión, comprar cerca, comer más frutas y verduras, abandonar el coche. Si alguien sugiere otras, que lo diga. Y si quiere borrar alguna, también.