De la identidad nacional al urbanismo
La reacción de
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MZ dijo
Lo de Suiza de alucinar, directamente, cuando el minarete es a la mezquita lo que a nuestras iglesias el campanario y, en principio, tienen la misma función: llamar a la oración y destacar el lugar del rezo, por encima del resto de edificios.
Pero como ahora el campanario (salvo en los pueblos pequeños) no tiene ese cometido y las iglesias de nueva planta (horrorosas muchas de ellas, invitan a cualquier cosa menos a entrar si andas [email protected] de fe) se construyen sin él a veces o es un pegote, pues será (que no es, evidentemente, lo que leído va por otro lado) por equiparar: porque el almuédano, el muecín, es sustituído -en muchas ocasiones- por una grabación y la cinta no necesita torre.
Por cierto, en mi localidad, ni la primera mezquita tuvo, ni la actual tiene minarete, por adaptación al medio, sin más. La actual está acondicionada en un local ya existente que no permite anejos ni elevaciones; y no hay ningún problema: los musulmanes saben dónde está y yo también, por ejemplo, e incluso he estado dentro, hace tiempo.
Y, para acabar, lo del desmoche (el bajar las torres de altura) en los edificios en la edad media era para que la gente supiera que la condición de la familia que allí vivía ya no era la misma: y de amigos de un poderoso (el mismo rey, el principal de un linaje, ...), de leales a una causa, pasaban a no serlo.
30 nov 2009
MZ dijo
Por cierto, antes de que existieran los minaretes el muecín se subía al terrado de la mezquita, o casa de Alá, para llamar a la oración. El origen de los minaretes es mazdeísta, la doctrina dualista de la antigua Persia y se construían dos gemelos: uno evocaba el culto a la Diosa del Agua y el otro al Señor del Fuego. Significa cuenco del fuego y guiaba a los caminantes de la ruta de la seda hacia los caravansares.
Leído a Nazanín Amirian, en Público, con retraso de nuevo.
10 dic 2009