No te pases de listo
Difícil traducir el tonillo y la carga un poco amenazadora detrás de las palabras. Sarkozy le dijo por tres veces a un joven levantándole el dedo: “No te pases de listo” (fais pas le malin). El joven se había limpiado ostentosamente la mano que acababa de tender al presidente en Chambéry. La expresión no es tan grosera como aquel “pírate, gilipollas” del Salón de