23 posts de junio 2010

El pronunciamiento

Francia conmemora el 70º aniversario del pronunciamiento del general De Gaulle en Londres, fundamentalmente un acto de rebelión hacia su gobierno y hacia su ejército, que se había rendido ante el rodillo alemán. La muerte del general hace 40 años aleja hoy la conmemoración de la lucha política y convierte el 18 de junio en un acto de consenso hacia la figura que guardó la dignidad de la república francesa, en unos momentos de indignidad general.

Lemas de doble filo

Con el botellón del barrio de la Goutte d’Or suspendido, los franceses reciben una noticia que hiere, pero que esperaban: la jubilación se retrasa de los 60 a los 62 años. Sarkozy ganó la presidencia con el lema Trabajar más para ganar más. Como eso parece no verificarse en los hechos, el lema de doble filo se le vuelve en contra: trabajar más para no perderlo todo.

Botellón exclusivo

Ya he hablado aquí del botellón francés. Hoy les traigo uno exclusivo solo para cristianos o para los que no tengan prejuicios con el alcohol y el cerdo, porque una mujer, Sylvie François, ha convocado por Facebook un botellón de salchichón y vino en el barrio de la Goutte d’Or (París XVIII), uno de los más multiétnicos de la capital. Para que no quepan dudas del mensaje, la mujer protesta por la progresiva y ostentosa islamización del barrio. El lema ha gustado a grupos ultras como el Bloc identitaire, que ha prometido su asistencia. Los cargos locales han pedido la prohibición pura y simple de una convocatoria de tufo racista.

Meternos en cintura

Desde hace semanas es evidente el desencuentro franco-alemán para salir de la crisis. Berlín practica y predica la ortodoxia del pacto de estabilidad, arrastrando a París y otros. No siempre fue así. La hormiga reprocha a la cigarra vivalavirgen haber empeñado su futuro, por lo que debe pagar. Francia practica a regañadientes una cierta austeridad en la esperanza de que pase rápido y no hipoteque la reactivación. A mí solo me falta preguntar: ¿cuánto se debe?

Cristina, el Botín

Le Canard Enchaîné denunció el miércoles que Christine Boutin, ex ministra de la Vivienda, cobraba 9.500 euros mensuales por redactar un informe sobre las consecuencias sociales de la mundialización, que incluye chófer y coche oficial. Cuatro amigos del Partido democristiano francés (sí, existe; y es ella) cobran 22.000 euros más. Hoy, el gobierno le pide que limite sus ingresos mensuales a 9.500 euros (18.000 euros sumados todos los conceptos, incluido el de ex diputada). Sarkozy encargó primero una tarea a una mujer que no parecía santo de su devoción. Y luego Boutin queda al pie de los caballos balbuceando una explicación y con el mismísimo gobierno pidiéndole que renuncie a la bicoca previamente concedida. Dar dinero constituye el mejor bálsamo para limar asperezas, pero quitarlo con publicidad y gestualidad ofendida siembra el resentimiento. Y en política, arrieritos somos y en el caminito nos encontraremos.

Amin Maalouf

El flamante premio Príncipe de Asturias de las Letras, el libanés Amin Maalouf, pertenece a un tipo de minoría árabe que acumula todas las derrotas posibles. Suceda lo que suceda en sus países son perdedores natos. En Argelia o Irak he conocido algunos. Personas inquietas, laicas, que rechazan las dictaduras de cualquier tipo y aún más los totalitarismos políticos, religiosos o de la tribu. Sus loables deseos de convivir en paz con otras culturas y religiones suelen chocar con las tradiciones locales. A esas minorías selectas y, sin embargo, prescindibles pertenece Amin Maalouf, que esta mañana me ha recibido en su casa de París para decirme que la convivencia será el “tema central” del siglo XXI y que se ve a sí mismo como un escritor que “busca soluciones”.

Capitalismo de casino

Hoy se abre en París el caso Jérôme Kerviel, el trader que estuvo a punto de hundir Société Générale en 2008. No llaman la atención los engaños urdidos para ocultar sus pérdidas, sino la alegría con la que llegó a mover virtualmente 30 mil millones en julio de 2007 y 50 mil millones en octubre del mismo año. Su enormidad pone algo más en cuestión que los controles de SG. Además, que en un mundo de tiburones, amos del universo y machos alfa, sus gestores adopten aires de doncella deshonrada suenan a tongo.

Con la República hemos topado

La policía de Nantes ha detenido a un supuesto bígamo, Lies Hebbadj, quien salió hace unas semanas del anonimato informativo al ser multada una de sus mujeres por conducir con el nikab puesto. Hebbach, que ha conseguido la nacionalidad por matrimonio con una de ellas, invoca preceptos musulmanes para tener otras tres mujeres y 12 hijos y asegura que la ley no prohíbe “les maîtresses” (las amantes). Recientemente condenado por injurias racistas, el ministro del Interior, Brice Hortefeux, advirtió en su momento que haría respetar los derechos de las mujeres y velaría para que los subsidios familiares no fueran desviados de sus fines.

Crisis de crecimiento

La Convención Nacional de Europa Ecología, la marca electoral del ecologismo francés, ha escenificado los problemas políticos, organizativos y de liderazgo de un partido electoralmente exitoso pero con muchas dudas de cómo seguir creciendo. Mientras los verdes galos no encuentran la línea justa han decidido pelearse entre ellos un poquito para ver si se aclaran.

Un asunto de derechos

Este sábado se han manifestado varias decenas de inmigrantes españoles frente a la embajada. Protestan contra el proyecto de ley orgánica de régimen electoral que va a terminar con su voto en las municipales e introducirá el voto rogado en las legislativas y autonómicas. Sorprende que en el mundo de las comunicaciones instantáneas, de lo inmediato y la globalización vayamos hacia atrás en el voto para los que viven fuera, un derecho constitucional esencial. Y aún más llamativo que todos los partidos estén por la labor salvo Coalición Canaria e Izquierda Unida.

Luis Miguel Úbeda


Luis Miguel Úbeda, veterano periodista de Radio Nacional, es corresponsal de esta emisora en París. Desde allí escribe esta Bitácora, un blog construido con entradas informativas de la actualidad francesa, muy sugestiva para un observador extranjero cuya función es precisamente servir de intérprete a los que están fuera. El encuentro con lo ajeno produce también saludables interrogaciones sobre lo propio, perspectivas más relativas, menos dramáticas y emocionales.
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