Incompatibilidades

A la periodista Audrey Pulvar le acaban de retirar su programa político en I-Télé (19:00 a 20:00) al anunciar su marido, el diputado PS Arnaud Montebourg, su candidatura para competir por la presidencia de la república. La empresa aduce una medida de “prudencia, ética y deontología”. En Francia proliferan los casos de promiscuidad periodistas-políticos, no sé si equivalentes a los de otros países. Entre las más conocidas, Christine Ockrent (esposa de Bernard Kouchner), Béatrice Schönberg (Jean-Louis Borloo), Valérie Trierweiler (François Holland) o Anne Sinclair (Dominique Strauss-Kahn).

Comments

[Musica dijo]

Creo que fue una medida bastante drastica, ya que la debian de haber dado un toque y luego si lo volvia a hacer la echarian, pero asi de pronto...

[Anónimo dijo]

Música: "si lo volvía a hacer" ¿qué? ¿Ser la mujer por segunda vez de un político o que el político volviera a presentarse por segunda vez como candidato?

[Elus dijo]

Se lo tienen merecido por legalizar su situación. ¿Para qué diantres está la historia eclesiástica y su amplio catálogo de barraganas, sobrinas y ayudantes de sacristía? Por dios, ¿es que nunca aprenderán estos gabachos?

[Jean Valjean (demócratas liberales) dijo]

La medida de retirar el programa por las razones que aducen la empresa de tv, es innecesario; es como un vano intento de demostrar a la audencia, que la cadena televisiva es más respetuosa con su público; tiene una apariencia de comedia concertada.
Podríamos añadir, que precisamente el hecho de que la periodista sea esposa de un diputado, ello debería ser un aliciente para un análisis riguroso de los programas políticos de esa cadena televisiva, , en especial de lo que el marido de la periodista propone a su electorado, sería de interés observar el nivel de compromiso profesional y de la objetividad que requiere el periodismo, en la situación específica de esa periodista Audrey Pulvar.
Estas vivencias de política, vida privada, con prohibiciones a cuestionar, son prohibiciones de carácter preservador, no son útiles a las democrácias, tienen más parecido a un comportamiento de un patio de juegos de infancia que a la seriedad que se merecen los ciudadanos.
No son necesarias ninguna prohibición o segregación por las razones aducidas, el cumplimiento de las leyes electorales y los compromisos acordados, ello es lo que debe prevalecer, todo lo demás es función de teatro gratuito, sin fundamento.
Resumiendo, nos parece una medida injusta e innecesaria; y si hubiera incumplimiento de la ley, es la justicia la que debe enjuiciar o determinar, no las empresas privadas con intereses privados las que determinen quienes pueden o no, hacer su tarea laboral periodística.

[MZ dijo]

Quizás deberían haber mantenido el programa hasta ver si Audry cambiaba la tónica, los contenidos y/o los comentarios y dejaba de ser imparcial queriendo favorecer a su marido; aunque no tiene por qué barrer para casa, en principio, por lo mismo que utilizan como argumentos para quitarla la emisión: se supone que ella también se rige por esas ética y deontología de la profesión.
Luis, lo de promiscuidad periodistas-políticos suena fatal.