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Tres gracias

El Louvre mantiene hasta finales de enero una novedosa iniciativa para hacerse con Las tres gracias, de Lucas Cranach el Viejo (1472-1553): una colecta. De los cuatro millones en que se fijó el precio de venta, al museo le falta uno. En Francia no es muy común este tipo de cuestación, aunque ya hubo una para adquirir Santo Tomás, de Georges La Tour. Importe mínimo, 20 euros.

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Un artista de una especial sensibilidad el pintor de las tres gracias; su obra pictórica fue apoyada por su defensa a Martín Lutero y a Philip Melanchthon, una defensa que pasó por defender el Luteranismo, en contra de las cuestiones teológicas de la iglésia católica, un acto valiente en aquella época, además nos ha sido muy útil pues a causa de ello, podemos disfrutar en el presente de sus creaciones artisticas.
El siglo XVI fue interesante, por las expectativas de futuro, que prometía cambios radicales en las costumbres al margen de la jerarquía católica; el pintor en su obra completa artistica ofreció apariencias de ridiculizar al Papa y a la Casa de Habsburgo, "apariencias" pues en la época no era algo trivial semejante acción, y cuando Juan Federico I de Sajonia fue apresado, y enviado al exilio, el pintor lo acompañó, hasta que el artista falleció en mil quinientos cincuenta y tres; un artista que defendió sus propios valores religiosos y el Luteranismo hasta el final de sus dias.


No sabía que se hacían estas cosas, la verdad.
Como hasta enero no sabremos en qué queda, una pregunta ¿se consiguió con Santo Tomás?.

MZ:
Por supuesto que sí. Santo Tomás, Santo Tomás, el óbolo y nada más.

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Luis Miguel Úbeda


Luis Miguel Úbeda, veterano periodista de Radio Nacional, es corresponsal de esta emisora en París. Desde allí escribe esta Bitácora, un blog construido con entradas informativas de la actualidad francesa, muy sugestiva para un observador extranjero cuya función es precisamente servir de intérprete a los que están fuera. El encuentro con lo ajeno produce también saludables interrogaciones sobre lo propio, perspectivas más relativas, menos dramáticas y emocionales.
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