La virgen de las bragas de la buena suerte
Al recibir su césar a la mejor interpretación femenina, a Sara Forestier (Le nom des gens) la emoción la embargó hasta el punto de que creyó llegado el momento de revelar ciertas intimidades. La primera, que había acudido a la ceremonia del Châtelet con sus bragas de la buena suerte. Y la segunda, que era “virgen” cuando interpretó el papel de jospinista que hacía proselitismo acostándose con hombres de derecha. Sin entrar en el argumento, la confesión dejó con la sonrisa congelada en los labios a más de uno.
Elus dijo
¡La virgen! Confirma aquello de que para los cambios de marcha hay que embragar (con suerte).
27 feb 2011
Pipas dijo
Dijo lo que quiso. No sé si hizo bien o mal. Después de todo lo que se oye en las televisiones españolas tan solo haciendo zapping, estamos curtidos. A lo mejor llevaba una copita de más. Ay, Francia ya no es lo que era. Y pensar que antes ser virgen era un valor añadido.
28 feb 2011
MZ dijo
Un agradecimiento extraño, la verdad; pero desde hace tiempo podemos esperar cualquier cosa.
28 feb 2011