Jean-Claude Guéant
No lleva un mes en el Ministerio del Interior y Jean-Claude Guéant ya se ha labrado su pequeña reputación de puntal del sarkozysmo para tratar de evitar la fuga de votos hacia el Frente Nacional. Empezó hablando de los franceses que pueden tener la “sensación de no estar en su propia casa”, de la “cruzada” de Sarkozy sobre Libia en el Consejo de Seguridad y, para rematar, la necesidad de que los usuarios de los servicios públicos como hospitales, no porten signos religiosos. Hasta ahora y entre bastidores, este antiguo prefecto hecho ministro ha servido bien a Sarkozy, quien empleó ese Ministerio para forjar su irresistible carrera al Elíseo. Guéant no aspira a emular a su mentor en esa faceta, por lo que solo le queda el discurso de la mano dura contra la delincuencia y el miedo a la inmigración islámica. Lo malo para él y para Sarkozy es que la historia solo se repite como tragedia y luego como farsa. Yo creo que esto es ya la farsa.