Censura moral

Belicoso con Nafisatu Dialo y Tristane Banon ("denuncias sin fundamento e imaginarias"), Dominique Strauss-Kahn, 62 años, ha aceptado la censura por su comportamiento; "una falta moral", ha confesado en su primera entrevista televisada en la TF1 tras el sobreseimiento de su caso. Y con el pecado, su penitencia: no volverá a pecar de "ligereza" (légèreté), que es como llama a su debilidad por las mujeres. Un casto y nuevo DSK levanta su rodilla de la lona, se pone de nuevo en guardia y ofrece sus servicios, aceptando que su proyecto de candidatura a las presidenciales de 2012 "ha quedado atrás".

Comments

[Marko dijo]

El señor DSK, tiene el estatus del privilegiado, poder, el poder compra lavados de imagen ante la "presunta légèreté" y las "denuncias imaginarias" que tanto daño a su reputación han causado. Si no estuviéramos en el lugar equivocado, si la película que contamos no es posible saber si es "imaginaria" o es documental, no habría necesidad de aplicar ninguna medida rimbombante, ni ir de martir. No hay peor enemigo, que uno mismo.
http://www.youtube.com/watch?v=O9eZEOliRko
Depeche Mode - Wrong

[Tarja dijo]

Llamar censura moral, a medir tiempos en función del desarrollo (una idea brillante a destiempo deja de ser brillante) de una trama, que mas qué de moral (palabra qué no me gusta) es delictiva y criminal, es no tener ni idea de la situación actual. "Dada la masificación en porcentaje de fantasmas virtuales", el tema sexual no es tabú, hablar desde la carnosidad o lo mas cutre, no aporta nada, (viendo algunas vidas sexuales) desde la naturalidad en plan didáctico e humor inteligente. El verde que se quede en el huerto .
http://www.youtube.com/watch?v=xOlYK27Fu1s&feature=related

[MZ dijo]

Llamar ligereza a esa tendencia como enfermiza hacia el sexo femenino es descafeinado, pero ha reconocido que hizo mal -de hecho, fatal- y algo es algo. Tampoco va a decir, de repente y por la tele, lo de "me llamo fulano y soy obseso", como si estuviera en una reunión de alcohólicos anónimos. Lo siguiente es hacérselo mirar, claro.