Infundado rumor
Los escolares de la región de París y el norte de Francia se han tomado tan a pecho un rumor sobre el recorte de sus vacaciones de verano que han parado las clases, se han echado a la calle, y han quemado cuatro coches. Con buen criterio, los adultos son, en general, remisos a los rumores propagados a través de las redes sociales y de los esemeeses. Pero los adolescentes tienden más bien a lo contrario. No quiero hablar del reflejo típicamente francés de la huelga y la algarada, como demostró la selección de fútbol en Suráfrica en 2010, sino del estúpido poder de seducción que han adquirido todas las tonterías que se propagan por la red. Y cuanto más tontas y superficiales, mejor.