El 'lobby' nuclear ataca
El acuerdo social-ecologista para reducir la dependencia eléctrica francesa del átomo afronta ya dificilísimas pruebas en el país más nuclear del mundo. El primer y bochornoso capítulo lo han escrito los mismos signatarios. Por la tarde, las secretarias generales Martine Aubry y Cécile Duflot firman un documento y por la noche el Comité Nacional socialista lo vota tras ser escamoteado unilateralmente el párrafo sobre el cierre de la planta de Marcoule (Gard), que produce el combustible Mox para la futura central de Flamanville. Mediapart explica la chapuza como efecto de la presión directa sobre Hollande de Areva, es decir, del lobby nuclear. La mayoría sarkozysta, genéticamente pronuclear, tiene campo libre para dar estopa, aún sin entrar en la presión que alimentarán Areva y EDF, que han pintado ya un dramático futuro social, industrial y de pérdida de la independencia nacional, que supuestamente habría proporcionado el átomo.