Bitácora de París

Grandes incertidumbres

El Tribunal de Cuentas ha publicado hoy su informe de 380 páginas sobre los costes de la energía nuclear civil solicitado por el gobierno. Francia ha gastado 228 mil millones desde los años 50. No hay costes ocultos, dice el informe, pero sí "grandes incertidumbres" sobre el desmantelamiento, la gestión de desechos y la prolongación de la vida de los reactores. Si Francia desea mantener la producción eléctrica a partir de 2022, en que 22 de los 58 reactores rebasarán sus 40 años de vida, debe tomar "decisiones explícitas" tanto sobre la prolongación de su vida, como sobre otras energías, dice el presidente del tribunal, Didier Migaud. "No decidir es ya una decisión que compromete el futuro", asegura. Todas las opciones tendrán "consecuencias significativas sobre el coste de la producción global" a corto y medio plazo.

Sarkozy entra en campaña

La prensa francesa se muestra extrañada de los anuncios económicos de Sarkozy, entre ellos, la subida del 1,6% del IVA. Por cierto, sin el ridículo soniquete de social. A menos de tres meses de las elecciones y con los sondeos en contra, los comentaristas señalan el riesgo de tales decisiones. Le Midi Libre duda si adjudicarle el título de "valiente" o de "kamikaze". Frente a los que solo hacen populismo, el presidente apuesta por un perfil de estadista dispuesto a tomar decisiones impopulares hasta el final. Veremos si la estrategia rinde sus frutos.

Política en el metro

El humorista Stéphane Guillon ha visto cómo su broma para presentar un espectáculo en el Olympia del 1 al 6 de mayo de 2012 no le ha hecho ninguna gracia a la RATP, que se ha dedicado a arrancar sus carteles del metro. La máxima autoridad de los transportes de la región de París considera que el lema En mayo de 2012 Stéphane Guillon también se va... tiene contenido político. El 6 de mayo coincide con la segunda vuelta de las presidenciales francesas.

Hollande, el programa

François Hollande ha presentado su programa electoral en 60 compromisos, que no recuerdan ni de lejos las 100 medidas de Mitterrand en 1981. Algunos dirán que afortunadamente, pero eso es otra historia. Los programas en Francia tienen que reducirse a cifras, porque tienen un valor cuasi contractual: este significa un gasto adicional de 20.000 millones de euros y unos ingresos extras de 29.000. Lo de los números tiene poca poesía y la política reducida a ellos se vuelve gris y ordenancista. También más rigurosa y evita algunas sandeces. Lo que no han desterrado nuestros vecinos (un mal que no les concierne exclusivamente) es el cambiazo electoral, la ocultación, la tomadura de pelo, el engaño y el yo no mandé mis naves a luchar contra los elementos de la crisis.

Paro en alza

El aumento del paro en Francia durante 2011 se ha convertido en un nuevo clavo en el ataúd de Nicolas Sarkozy. 4.270.700 parados, sumadas las categorías A, B y C van a ser un lastre más para quien aspira a prorrogar su mandato en el Elíseo. El domingo 29 de enero, el presidente aparecerá en la televisión en horas de máxima audiencia para detallar nuevas medidas que pretenden convencer a los franceses de que es la única persona que puede hacer frente a la crisis. Se espera que anuncie el IVA "social", es decir, un aumento de los precios. La peor idea en vísperas electorales.

La ruptura con Turquía

Basta un somero repaso por los portales de internet de la prensa francesa para comprobar que el enfrentamiento diplomático con Turquía a propósito del genocidio armenio importa un comino. Resulta llamativa la unión sagrada en ciertos asuntos polémicos de puertas para afuera, pero auténticas balsas de aceite en el interior. En algunas publicaciones, la votación del Senado y las respuestas de Ankara ni están, lo cual demuestra ya un acercamiento a una noticia que va a traer cola francamente particular. Que me lo expliquen.

Hollande en campaña

Hollande ha entrado definitivamente en oficiosa campaña electoral con un mitin multitudinario en Le Bourget. En su discurso de 82 minutos ha señalado con el dedo a "las finanzas" como su principal adversario en estas presidenciales. El favorito socialista (30% de preferencias) ofrece medidas que ya en parte han sido anunciadas por el actual gobierno, como la tasa de transacciones financieras, más otras como la regulación de bonus y la prohibición de productos  financieros tóxicos. No se puede permitir --dice Hollande-- que los bancos especulen contra los Estados. El problema siempre está en concretar esa retórica y sus propuestas si llega al Elíseo. Aunque los franceses aspiran al rigor político, la distancia entre sus programas y la realidad no es muy distinta a la de otros países. Y no quiero señalar a nadie. Detrás de cada elección hay que responder con una sola solución a todas las cuestiones sobre la mesa. Una pregunta podría ser la siguiente: ¿Debe pagar Sarkozy los platos rotos de la crisis?

Hiperreactividad afgana

La hiperreactividad sarkozyana se acentúa en vísperas electorales. No se puede decir que el presidente haya dejado pasar mucho tiempo para responder a la alevosa muerte esta madrugada de 4 soldados franceses desarmados en un cuartel de Tagab, provincia de Kapisa, por un infiltrado talibán en las filas del ejército afgano. Como un mazazo ha debido sonarle a Karzai la advertencia de Sarkozy de que suspende de forma inmediata su cooperación con el Ejército Nacional Afgano y se replantea, "si no se restablecen las condiciones de seguridad", la retirada anticipada de tropas. El condicional parece abortar la reacción en su mismo nacimiento. Pero, en todo caso, la respuesta parece más precipitada que meditada. ¿Serán las acciones de los infiltrados talibanes en el ENA los que dicten a partir de ahora la política afgana de Francia?

60.000 puestos en la enseñanza

Las presidenciales plasman como ninguna otra cosa las particularidades de la política francesa. El equipo de Hollande y el PS se han enredado en la promesa de crear 60.000 puestos en la educación nacional. Surgen preguntas de todo tipo y no todas las respuestas son coherentes: ¿60.000 más de los que Sarkozy no ha repuesto en virtud de su política de un solo reemplazo por cada dos jubilaciones? ¿A qué ritmo anual? ¿Con qué reparto entre enseñantes, personal no docente, primaria, secundaria? ¿Cómo reclutarlos, porque las oposiciones dejan habitualmente un 20% de plazas desiertas por falta de nivel? ¿En qué situación deja esto a la Universidad? Seguiría habiendo preguntas incluso dando los nombres, apellidos y adscripción de los nuevos 60.000 funcionarios. Pero se trata de otra cosa, de exigir rigor, credibilidad, oportunidad, entereza, unidad con su partido, autoridad, liderazgo, ambición para llevar a cabo el programa. No es que el programa lo sea todo, sino que constituye la piedra de toque del examen del candidato.

Paradojas informativas

La Croix publica una interesante encuesta sobre periodistas y medios de comunicación. Muy a grandes rasgos, podríamos concluir que los franceses tienen confianza en la calidad de la información que reciben, pero dudan de la independencia de los que se la transmiten. "¿Cree que los los periodistas son independientes y resisten las presiones de los partidos y del poder?" No, 59%. Sí, 28%. Prácticamente idéntico porcentaje a la pregunta sobre si resisten las presiones del dinero. Y, sin embargo, el 74% sigue "con gran interés" las informaciones. La más creíble de los medios es la radio, seguida de los periódicos, la televisión e internet. Lo cual no impide que los franceses se informen, primeramente, a través de la televisión (56%), luego de la radio (19%) y periódicos e internet (12%).