Siria: la guerra de todos nosotros
Siria ha superado los mil días de guerra y los muertos a causa del conflicto sobrepasan las cien mil personas, los refugiados y desplazados se cuentan por millones. Es la guerra más feroz del comienzo de siglo y la que pone al descubierto con toda crudeza los intereses mezquinos que la alimentan.
De una revolución a una guerra civil y a una invasión. La revolución se torció, la guerra civil se desencadenó y la invasión se fomentó. Siria es una pieza clave en esto que se ha dado en llamar el complejo tablero de Oriente Medio. La destrucción de este país modificaría sobremanera otros complejos entramados en la región.
No es sólo la ceguera del régimen del presidente Bashar al Assad. Es también la ceguera voluntaria de las potencias que han tomado partido atizándola como se ha visto en pocos conflictos hasta convertir al país árabe en los que es hoy: un infierno. Esa ceguera voluntaria ha posibilitado la invasión de Siria por la red criminal de Al Qaeda hasta tal punto que está en el trance de borrar del mapa a los grupos rebeldes que se levantaron contra Damasco. Quienes han apoyado y apoyan a estos grupos con armas y dinero son paradójicamente nuestros ricos aliados.
Hace un año, en mi última entrada sobre Siria, comparaba esta guerra con la de la antigua Yugoslavia y lo ilustraba con imágenes del Réquiem por Vukovar. Me quedé corto. Hoy ya hay muchos Vukovar en Siria. Sin embargo mantengo el final de aquella entrada: Como en Yugoslavia se aguardará a su autodestrucción. Réquiem por Siria, que sin embargo, será también nuestra propia guerra, cuando sus consecuencias se revuelvan contra nosotros.
Ana dijo
Sorprendente y certero.
17 dic 2013