7 posts de marzo 2009

El grotesco regreso de África

También la extravagancia y lo chocante existe en Africa. Poderosos Todo Terreno circulan por las calles de Luanda entre personas descalzas y medio desnudas que duermen bajo un árbol. El agua que baña las polvorientas calles si es de un pozo, pero séptico. En Luanda se acumulan buen parte de los detritos conocidos. Por la noche, mientras el mar entrega su aroma, surge otra ciudad en mitad de la bahía. Son las luces de los barcos fondeados que esperan, hasta un mes, para descargar mercancías. Luanda es una prisión prohibitiva. La avaricia, que da la mano al petróleo, tiene la culpa de eso.

La imagen de niños bañándose en aguas fecales, gentes durmiendo bajo los árboles, poderosos SUV que lo invaden todo, el polvo del desierto..., me siguieron en el regreso.


Y, en casa, me encuentro con que el pobre Berlusconi ganó sólo 14 millones de euros, frente a los 140 millones del año pasado. Me he resistido ha mencionarlo más que Zapatero, pero ya ha llegado el momento: no cabe duda, estamos en crisis. Pero es mucho más que económica.


Periplo de un Papa en África (IV)

Los militares angoleños mostraron el perfil anárquico de África. Apenas podían contener alejada a la masa al paso del Papa. Durante unos minutos la comitiva permaneció bloqueada, avanzando lentamente entre la multitud que cumplía el sueño de ver de cerca al sucesor de Pedro. Algunos, descalzos, corrían tras el Papa Móvil como quien persigue el Edén.

Yaoundé es una ciudad típica africana, pobre y confusa. Luanda es un suburbio de cualquier ciudad europea; un estercolero de edificios ubicados junto a chabolas, taxis comunitarios que circulan junto a últimos modelos de todo terreno. El petróleo tiene estas cosas. No sé si llegara este post: Internet es una ruleta rusa, pero meto la opción en el tambor.

No he visto un chino, pero me aseguran que la invasión amarilla es responsable de buena parte de las grúas que se ven en el horizonte. Los chinos son así: discretos, moldeables, trabajadores insaciables, invisibles.

El rostro de Joseph Ratzinger muestra cuños de estos intensos días bajo el calor. Los angoleños han adecentado la ciudad para esta visita, pero no han sabido contener el calor. Siempre hay mucho trabajo por hacer en África. Algunos ya han empezado a enriquecerse con él, otra vez..

Periplo de un Papa en África ( III)

¿Qué se puede soñar dentro de una cárcel africana si los familiares de presos tienen que llevarles mantas con las que proteger la desolación de sus fantasías? Un cuenco de maíz para comer. Setenta personas hacinadas en un sórdido espacio enrejado. Dos letrinas para cada mil almas encajonadas tras unos barrotes…

También hay marginados de este mundo invisible. Me lo ha hecho ver un grupo de misioneros. Mujeres y hombres que practican la gimnasia diaria de la solidaridad.

Envidio la alegría con la que estas personas se entregan a los despojos de los “don nadie”. La emigración masiva a las ciudades alumbra nuevas bolsas de delincuencia. Son carne para la picadora del sistema, asaltantes de caminos nocturnos que convierte en peligroso cualquier desplazamiento bajo las estrellas.

El viento sopla suave y perfumado en la noche de Yaoundè. Los que viven aquí saben de la necesidad del preservativo tanto como medio para evitar que se propaguen enfermedades, como para no llenar esta tierra de almas con el estómago vacío y el desaliento en la mirada.

A lo mejor, los presos sueñan con una carretera que evite que tantas mujeres tengan que dar a luz viajando a horcajadas en una motocicleta camino del paritorio.

Lo que cuentan estas personas devora las horas nocturnas.

Periplo de un Papa en África (II)

Esto es África. La conexión de Internet tiene la velocidad de una gacela a punto de entrar en el reino de Yaveh. Las conexiones telefónicas por el móvil son un periplo de sílabas a interpretar. Hace calor. Huele a tierra y sudor. El viento blande perfume de sinceridad. Como sus habitantes, apostados a los lados de la carretera saludando a toda la comitiva Papal. Treinta kilómetros de reverencias, gritos, cánticos y bailes. Es la bienvenida de un pueblo pobre, la sinceridad de quien no tiene patrimonio que esconder en los ladrillos, de quienes viven junto a la carretera, en casas arrancadas a la selva que cubre una tierra roja, tan escarlata como debiera ser la rabia de estos olvidados que sonríen a nuestro paso.

Antes de llegar aquí, dentro del avión, tuvimos una conferencia de prensa. Nadie dijo que fuera fácil de organizarla dentro de un Boeing, pero algunos compañeros que se pegan y corren por copar los primeros sitios, más bien parecen salidos de una guardería que de la facultad. La universidad de la vida la tienen estos millares de gentes que nos saludaron. Ellos no peleaban por un puesto en primera línea para ver la comitiva Papal. La carretera era muy larga, tanta como su pobreza, o su esperanza…

Periplo de un Papa en África ( I)

Al que madruga ni Dios le ayuda. Ni siquiera aunque viaje con el primer representante suyo en este mundo. Madrugar es inhumano. El primer sacrificio del día me recuerda que inicio una semana en la que despertaré al sol durante este primer viaje de del Papa a Africa.

Benedicto XVI está a punto de cumplir 82 años ( un año menos de los que tenía Juan Pablo II cuando falleció). Viajo en el mismo vuelo donde trata de orillarse la soledad de un viejo Papa que no consulta Internet, y que tropieza como hombre ante los obstáculos que le colocan los enemigos que tiene metidos en casa. El Papa Ratzinger celebrará su onomástica en tierras africanas, lejos de las intrigas palaciegas. Al menos, San José le brindará un respiró en este periplo por el continente negro.

El viaje parte a las 10 de la mañana. Pero como en palacio, las cosas celestiales también van despacio y he de partir hacia el aeropuerto. Sesenta y ocho periodistas de todo el mundo compartimos avión junto al Papa, su séquito, personal de seguridad y demás que se moviliza en cada traslado. Por delante varias horas hasta aterrizar en Yaoundé. La diversa tierra de losnadies ( como bien dijisteis en el anterior post) nos espera.

Una invitación

Sólo 3 periodistas españoles viajamos junto al Papa en su primer viaje a África. Os invito al viaje, a compartir sucesos que jamás saldrán en las crónicas, experiencias, madrugones, carreras... A ver cómo es el avión papal donde, en algunos casos, el pasaje parece una sarta de actores de “Aterriza como puedas”( confío en que ningún piloto se ponga indispuesto en el vuelo) . Os propongo compartir esas prácticas aunque algunas de ellas han dejado de sorprenderme. Camerún y Angola nos esperan. He visto al Papa cautivando a más de un millón de fieles en Brasil, en Alemania o en Australia. También oficiando misa ante poco más de una docena de creyentes en una ermita perdida en Éfeso. Joseph Ratzinger gana en las distancias cortas pese a que evita el cuerpo a cuerpo. Más de veinte años estuvo dirigiendo el Tribunal de la Inquisición. Cuando pensaba en un retiro con Dios entre libros y músicas, la Iglesia le llamó para llevar sus riendas. Las audiencias papales han visto disminuir el número de participantes en los últimos dos años. Le cuesta comunicar entre la masa y, además, cuenta con asesores que no se han mostrado como sus mejores aliados. Sin ir más lejos, ahí está el caso de los 4 obispos lefebvrianos que todavía merece hoy una aclaración del propio Papa a los prelados (con filtración incluida). Nunca las paredes de San Pedro habían dado muestras de tantas grietas. Benedicto XVI inicia el martes su primer viaje a África, aunque quienes le acompañamos llevamos varias semanas de trámites burocráticos. Nadie dijo que estar cerca del Papa fuera fácil. Por eso quiero compartir esa experiencia...

El microchip de mi caballo

La muerte de Birillo no fue en vano. El caballo se dejó la vida, tirando de una calesa, en mitad de un atasco. El ayuntamiento de Roma ha adoptado medidas para que no se repita el episodio de Birillo. La palmó frente a la Bocca della Verita, entre coches y, encima, llevando a unos turistas a los que dejó huérfanos de recorrido.

El caso del caballo conmocionó a toda una sarta de mentes sensibleras que se trastornan por un pobre animal y diariamente patean marginados. A partir de ahora, los caballos llevarán un microchip en el que se detalle su salud y visitas al veterinario, aunque no haya caballos dentro del Casco Histórico. Los rocines estarán prohibidos para no mancillar el empedrado de las callejuelas. El alcalde ha dispuesto carruajes eléctricos sin motor. Algo similar al primer automóvil que nació hace 170 años. Así que los turistas pasearán en carruaje sin caballos. No sé si será lo mismo.

Coches, caballos, carrozas, sin peligro de colisión por alcance. Quinientas horas al año se pasan los romanos en atascos. Todos los caminos llevan a Roma y aquí nos encontramos. ¡Casi 21 días en caravana viendo pasar el tiempo! Y el microchip de mis caballos no se queja. La de cosas que se me han ocurrido mientras callejeaba 3.000 kilómetros a una media de 15 km/h según testifica el cuenta kilómetros. Nunca el tiempo es perdido.

Iñaki Díez


Iñaki Díez es el corresponsal de Radio Nacional en Italia, un país que conoce perfectamente y que analiza con gran habilidad.
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