5 posts de junio 2009

Embriagado por Gracia de Cristo

Borracho por la gracia de Dios, aunque el Señor no le quite la multa. Tras dar positivo en un control de alcoholemia, un sacerdote del norte de Italia sólo pudo argumentar que, ese día, llevaba cuatro celebraciones. No es que hubiera ido a fiestas de cumpleaños, ni casorios donde la abundancia se convierte en grosera necesidad. El buen hombre había oficiado, según confesó, cuatro misas. La Sangre de Cristo terminó siendo demasiada en su aparato circulatorio. Corremos el riesgo de que la ausencia de vocaciones acabe por convertir a los sacerdotes en dipsómanos por la gracia de Dios y necesidades del oficio.

Desde pequeño cargaba de avidez la mirada cuando veía al cura degustar ese vino dulce que yo ya había probado. Aquello que él llama la Sangre de Cristo hacía que mis infantiles papilas se revolvieran en el hormigueo que incita el deseo.

Siempre me gustó el vino dulce. Miraba al sacerdote y, absorto, la imaginación me entregaba matices aromáticos de ese líquido que golpea en la parte trasera del paladar antes de precipitarse por la faringe en una cascada donde el dulzor de la boca se convierte en calor estomacal.

Ahí se disolvía mi deseo. Siempre fue igual. Al leer la noticia del monje ebrio, me he solidarizado con él desde la nebulosa del deseo infantil. En mi imaginación no existía la embriaguez. Tampoco tenía edad para conducir. Y, ahora que lo pienso, ni para beber.

¿Condón o cola?

Condones en clase. La conservadora provincia de Roma da un paso de audacia y coloca expendedoras de preservativos en los pasillos de institutos y universidades junto a las máquinas de refrescos. Los de siempre han puesto el grito en el cielo. El paraíso es el lugar donde se regula el fornicio para convertirlo en ejercicio de preservación de la especie. Los otros de siempre glorifican el arrojo de los promotores de la idea. ¡Ya estamos como siempre!

Los jóvenes lo tendrán más fácil, sí. Pero también más seguro. Cuando silba la llamada profunda del deseo, las dificultades son sólo diminutos promontorios que ceden ante el apabullante tren del impulso. Las maquinas con profilácticos no convertirán los institutos en un paraíso de cuerpos enredados al vaivén de las circunstancias. Iker, un amigo de adolescencia, se jactó siempre de llevar un condón en el bolsillo. Le creíamos superior. Él ya estaba preparado para cuando brotara la oportunidad. Lo usó una noche de vacaciones en que le dejamos solo. Todos, menos él, tuvimos pareja entre las sombras. Iker empleó su soledad en inflar el fetiche y juguetear con él en una anacoreta madrugada. Al amanecer, lo descubrí plácidamente dormido abrazado al condón de su desesperanza.

La seguridad no supone un estímulo a la coyunda. Las maquinitas no convierten las aulas en el cíbola del sexo, un lugar dorado para la práctica de todo tipo de depravaciones. Seamos serios. O mejor: no lo seamos:¿Condón o cola? ¿Y por qué no cola con condón?



Italia bantú

Italia quiere cambiar el sueldo de los asalariados y adecuarla a cada región. Ocurre en Italia, pero no es sólo privativo de este país. Un piso no cuesta lo mismo en Milán que en Nápoles, ni un café, ni una pizza. Por ejemplo, la pizza margarita que cuesta 4 euros en Avellino, junto a Nápoles, en Milán, se paga el doble, 8 euros

¿No es injusto que por el mismo trabajo se pague lo mismo cuando, en realidad quien vive en la ciudad más cara tiene menos posibilidades de gasto?

Tras su éxito en las elecciones europeas, La Liga Norte presiona a Berlusconi para que el estipendio se adecue el nivel de vida. Si la vida fuera más barata en el norte, ¿Bossi tendría la misma inquietud?

De esta manera las regiones con un coste de vida más bajo tendrían sueldos más moderados que donde se necesita más dinero para vivir. Pero con esta iniciativa, La Liga Norte quiere desarrollar, también, una política de colonización empresarial del sur. Otro de sus argumentos es que muchos patronos se van a abrir empresas en Rumanía porque allí la mano de obra es más barata. Si los sueldos del sur, donde cuesta menos vivir, estuvieran más contenidos, se podría desarrollar más la empresa italiana dentro del país, alegan los del norte. Por eso esta medida la consideran también una manera de favorecer el desarrollo de la Italia meridional, en vez de una penalización. Y así se disgrega el país, pienso yo, ¿o, no? ¿Sería justo que por el mismo trabajo se pagara un sueldo en Madrid y otro inferior en Jaén? Pero eso, ¿no es depreciar el valor de la mano de obra dentro de un mismo país? ¿no se está propiciando la explotación de un territorio bantú dentro de un mismo país?

Puedo ser capaz de sentir en un instante el aire abrasador delas dunas de Namibia y el soplo cortante de la Bahía de Baffin en el Polo Norte. Veo algunas luces y muchas sombras tras esta intención. Abro este espacio a la reflexión. Dudo, luego existo. Si no dudaría, habría dejado de ser yo. Como Antonio Flores, sería eterno.

Magis Iglesias y Berlusconi

Me avergüenzo: la presidenta de la Federación de Asociaciones de Prensa de España felicita a “El País” por su exclusiva” al publicar las fotos de la villa de Berlusconi. Mejor hubiera estado callada porque, se supone, que representa también a los profesionales que nos ruborizamos con la incisión en las vísceras ajenas con el único fin del éxito profesional. Magis realiza un ejercicio de hipocresía corporativa porque sabe que el valor de la exclusiva es sólo el precio que el dueño puso a las fotos. Se trata de una inversión de un grupo editorial que atraviesa por apuros económicos, como tantos otros. El fotógrafo puso el precio a las imágenes: un millón y medio de euros.”El País” llegó a las fotos y las consideró una inversión. De hecho, tras la publicación, el diario nos revela cómo se han batido todos los récords de visita “ on line”. Así que felicidades desde el punto de vista empresarial. Pero que no nos digan que esas fotos expresan el modo en que Berlusconi gestiona Italia. Son instantáneas robadas en la casa de un personaje con un grupo de amigos que hacen lo que les da la gana en su intimidad. Decir que así muestra cómo gobierna el país es confundir churras con merinas, tratar de justificarse por caer en el amarillismo hediondo y equivocar a sus lectores. Él hace lo que le da la gana con sus amigos, como lo hace el fotógrafo que tomó las fotos, como hace también quien las compró, Magis Iglesias y como lo hago yo. Las imágenes de los visitantes saliendo de los aviones oficiales sí suponen algo denunciable. Pero no nos pongamos la venda, ni nos vistamos de novicios: hay mucha gente que viaja en aviones oficiales aprovechando un desplazamiento ya proyectado.

Magis felicita también a los compañeros de “EL País” porque pixelaron las fotos. En el periódico, se felicitaba al fotógrafo porque fue él quien pixeló los rostros.

A Magis Iglesias le digo que no me representa cuando realiza estas afirmaciones alimentando el periodismo de granero donde cualquier cosa sirve para engordar a la piara. Berlusconi aspira a ser el Rey Sol de Italia y sólo denunciando sus abusos públicos se puede desenmascarar a este encantador de serpientes que supone un peligro para las libertades. Pero si convertimos esto en un granero, no hacemos más que alimentarle porque es el lechón que mejor se nutre en la suciedad.

Tu muerte es mi porvenir

Como cada mañana, Renato se acercaba con abúlico caminar a la pequeña furgoneta que le lleva a disfrutar de las delicias de un anciano jubilado. En el interior le esperaban, como siempre, colegas de quinta y un grupo de discapacitados rumbo a sus ejercicios cotidianos de rehabilitación. Cuando alzó la cabeza, porque con los años Renato perdió la curiosidad y prefiere caminar cabizbajo, su apatía se transformó en sorpresa y ésta en indignación.

El vehículo había incluido publicidad en los laterales. Y dado que, sobre todo, ellos son personas de la tercera edad, nada mejor que promocionar una empresa de pompas fúnebres. Su corazón redobló en tañido de ira: Se negó a subir. Y formuló una queja a las autoridades municipales de su pueblo situado en el Veneto italiano, cerca de las montañas que anuncian el rumor del bosque con el que construir la urna para la pausa eterna.

La ocurrencia evoca la silueta de las rapaces de afilado pico que vuelan en círculo ante una presa agonizante. Renato no está solo. Muchos le secundan. Además de formular una queja a las autoridades municipales sensibilizadas por la codiciosa llama de los votos, han optado por no utilizar ese transporte municipal hasta que se suprima tan infeliz publicidad.

La funeraria recuerda a Renato que su muerte es el porvenir de la empresa. Esa amenaza le ha devuelto energía. Cada mañana camina raudo, con clarividencia senil, en busca del transporte público mientras su corazón late alborozado por la insidia. Con su actitud, Renato y sus amigos responden a la funeraria que si de ellos dependiera, la compañía bien se puede morir por falta de muertos.

Iñaki Díez


Iñaki Díez es el corresponsal de Radio Nacional en Italia, un país que conoce perfectamente y que analiza con gran habilidad.
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