4 posts de mayo 2010

Un museo de otro tiempo

Llegó su momento: oportuno para poner un destello de alegría en este akelarre que acartona las ideas por la repetición obsesiva de la palabra “recorte”. Se inaugura el Maxxi de Roma, un museo de otro tiempo porque Roma más que de vanguardias entiende de clásicos, porque ante tanto recorte ha costado 150 millones porque en este tiempo de podredumbres hasta su nombre suena excelso: “Maxxi”. Por fuera, es una mole de cemento de formas volubles y con unos grandes ojos que miran a la ciudad para permitir la entrada de chorros de luz


No es un escarnio del presente, sino una muestra de que existe vida más allá de los recortes. Una ironía del destino nos espera delante de la puerta: un enorme esqueleto de 24 metros de largo con una nariz propia del reino de Pinocho. La obra es un saludo de Gino De Dominicis.


Dentro es una suerte de laberinto. Al atravesar el umbral del museo Maxxi, el espacio se fracciona de manera imprevista. A la izquierda una oscura escalera seduce al visitante con la promesa de no llevarle a ninguna parte. Y en cierta forma, esa primera impresión no engaña porque tras ascender por los escalones nos enfrentamos a dos puertas cerradas. Qué hay tras ellas, lo deberá descubrir la curiosidad del visitante.


El Maxxi supone una invitación al espíritu explorador dentro de la amplitud de espacios. No es casualidad que una de las muestras con que se abre el recinto se titule precisamente Spazio

“Roma no paga a los traidores” titulamos el primer post en el que hablábamos del Maxxi. Todo tiene un precio y lo gratis no merece desprecio: las 15.000 invitaciones para visitar el museo, se agotaron con rapidez.

Hay un sector de Roma para el que este museo es una traición. Otros parecen convencerse de que lo vanguardista de hoy será clásico dentro de 2.000 años. Y, con el incentivo de una fiesta gratis, han empezado a apoyarlo

Historias raras de una crisis

Es tiempo de tajos. Y los cortes duelen. El gobierno conservador italiano dice que no aplicará ningún recorte social como ha tenido que hacer Zapatero. Los rumores apuntan a que los políticos se bajarán un 10 por ciento el sueldo, en la misma proporción que los ejecutivos de las empresas públicas. Los rumores son manantiales que adelantan la noticia, aunque, a veces, también gas que infla “globos sonda”. Veremos lo que sucede...

De todas formas, nada de recortar sueldo de funcionarios. Nada de recorte de las pensiones de manera discriminada y mucha racionalización del gasto mediante un mayor control. La picaresca italiana es una maná del despilfarro. Por eso se va a controlar a quienes ganan 1.500 euros al mes, pero tienen un automóvil de 50.000 o disfrutan de unas espléndidas vacaciones. También se controlará el consumo de gas y electricidad. No sé a cuánto ascenderá el coste de tanto control. Pero, me pregunto si esa desmesurada inspección no erosiona la intimidad de los siervos de la república. Italia racionalizará el gasto. Su situación es mejor que la nuestra. Quizás sea porque, como dicen ellos, desde el primer momento de la crisis se apretaron el cinturón. A lo mejor es porque en el desmesurado gasto público italiano hay tantas vías de escape que, con cortar unas cuantas filtraciones, salen las cuentas.

Pese a todo, tal y como se presenta la historia, al final Bambi va a terminar siendo el lobo, sobre todo, del rebaño de funcionarios y pensionistas. Mientras, los fríos conservadores garantizan el bienestar de los más débiles. Si es así, habrá que rescribir los cuentos.

Piqué, Ibra, Totti. Futbolistas y Cuestión de Estado

¿Piqué e Ibra se quieren? La interpretación aviesa de la foto ha dado la vuelta al mundo. Un futbolista debe ser bueno en su trabajo y dar ejemplo con su comportamiento porque es modelo para sus seguidores. Si la interpretación maliciosa fuera verdad, ¿ estos dos astros estarían dando un mal ejemplo? Lo parece. Si no, no entiendo por qué se ha dado tanto pábulo a la instantánea.

Conocemos actores gays, periodistas y estanqueros. ¿No pueden serlo los futbolistas? El deporte rey, siempre tildado de varonil, lo practican hoy las mujeres pero, ¿ no pueden jugar los homosexuales? El debate me parece sacado de la cueva de los tiempos. Pero existe. Si no, nadie hubiera dado tanta importancia a una instantánea.

Junto con la foto, en Italia otro futbolista es noticia: Francesco Totti. El niño mimado de la Roma tiene 34 años. Pero continúa siendo un genial irascible que goza tanto del bien propio como del mal ajeno. Francesco Totti había limpiado su perfil colérico con una vasta campaña de imagen en la que se muestra como un imbécil con un sobresaliente punto de lucidez que le hace reírse, en público, de sus limitaciones mentales. El "Puppo" parecía redimido. Pero en las últimas semanas ha demostrado que tras la máscara sigue viviendo el muñeco irritable y engreído que no tolera la discrepancia. Hace unas semanas festejó su victoria sobre la Lazio, en el derby, haciendo señas de derrota a los seguidores laziales.


Esta semana, perdió los papeles en la final de la copa y aplicó una patada correctiva a otro tipo antipático: Ballotelli.



Hasta el Jefe del Estado le ha censurado públicamente. Napolitano dice que esa patada es un acto irreflexivo. La violencia en el campo, se transmite con rapidez a las gradas o, lo que es lo mismo, a la sociedad que mira a sus ídolos. Lo que, en privado, puedan hacer las reliquias sagradas del balompié es cosa suya, aunque algún afilado objetivo lo haya convertido en “casus mundi”. Su comportamiento en el campo es el que podría dar la vuelta al mundo.

Incoherencias

Luca está desconcertado. Mi amigo, un italiano de corazón, hace unos días estrenó coche. Mira que bonito. Además, con mi adquisición ayudo a relanzar la industria del automóvil y la economía italiana tan vapuleada en estos tiempos difíciles- me dijo por saludo cuando me lo enseñaba.

El espíritu solidario de Luca estaba encantado. Si todos hiciéramos como yo: apretarnos un poco y comprar un coche, saldríamos antes de la crisis y no se pensaría en cerrar fábricas- me confesó ufano en un ejercicio de síntesis económica de la que carecen los grandes analistas.

Hace unas semanas de eso. Esta mañana, Luca ha venido a casa con cara de desconcierto. Delante de un café, me ha descubierto la razón de su malestar: el alcalde de Téramo prohíbe el uso del coche a su Junta Municipal y les obliga a ir en bicicleta para reducir las emisiones de anhídrido carbónico. No quiere coches porque contaminan. ¿Me tenía que haber comprado una bici en lugar de un coche?- me pregunta en gesto de desvalida incertidumbre.


El coche de Luca contamina aunque sea de los tipificados como “Euro 3”; se contamina para la extracción de la energía que lo mueve ( que se lo pregunten a BP y al Golfo de México) y lo hacen también las fábricas donde se producen buena parte de los elementos del automóvil.

Luca se ha dado cuenta de le han vuelto a engañar: se ha comprado un coche y las autoridades quieren que lo tenga en el garaje como icono de su solidaridad. Hace un rato que se ha marchado. Cabreado. Me jura que no se comprará una bici. Se ha alejado dando furiosos acelerones. Ha adquirido un coche limpio y se ha ido, malhumorado, ensuciando la atmósfera. A cada uno nos toca nuestro apéndice de incoherencias

Iñaki Díez


Iñaki Díez es el corresponsal de Radio Nacional en Italia, un país que conoce perfectamente y que analiza con gran habilidad.
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