Licencia de armas en Semana Santa
La policía y los bomberos han cargado con los santos sobre sus hombros. Y así, al menos, hemos tenido la fiesta en paz. Lo piensan algunos paisanos de Sant’ Onofrio un pequeño punto en el mapa situado en Calabria. Cada Semana Santa tiene sus peculiaridades pero seguro que no hay ninguna en España en la que solo a los mafiosos les cabe el honor de portar las imágenes. Así ha sido por los años de los años hasta el pasado. Los jefes de los clanes locales llevaban a la Virgen. Los jóvenes que se iniciaban en el crimen organizado, recibían su debut social portando a San Juan. Y todos contentos. Quien no lo estuviera, mejo hacía callandose.
El año pasado las autoridades decidieron que solo jóvenes de los dos equipos de fútbol del pueblo serían los portadores de los pasos. Se organizó una batalla secreta, nocturna e inclemente contra los promotores. La lista de los porteadores no gustó a la mafia calabresa, Ndangreta. Amparados en la oscuridad dispararon varios proyectiles contra la puerta de la vivienda del párroco y rajaron las ruedas del coche del alcalde, entre otras lindezas.
En Viernes Santo, de día y a cara descubierta, los hombres de honor paseaban por la calle con la imagen sobre sus espaldas. Y así querían que siguiera siendo. El año pasado solo la persistencia sureña consiguió que el desfile de Viernes Santo se hiciera. Eso sí, una semana más tarde. Religión, crimen organizado y silencio son un triunvirato que aún reina en el profundo sur de uno de los 8 países más desarrollados del mundo
Este año, el prefecto de la policía ha decidido que sean carabineros y bomberos quienes lleven los pasos. Al menos estos porteadores tienen licencia de armas. Pese a los antecedentes de 2010, este año todo transcurrió con normalidad lo cual, sin la presencia de los mafiosos en la calle, es noticia en San’t Onofrio.