3 posts de mayo 2011

Cariño, he olvidado al niño. Y ha muerto.

Dos maridos jóvenes, posiblemente enamorados de la vida, de su mujer y de sus hijos, han dejado morir a sus retoños en mitad del olvido. En pocos días, el capricho del destino ha repetido la tragedia en Perugia y Teramo. Dos bebés han muerto en el interior del coche de su padre que estaba convencido de haberlo dejado en la guardería. Sin  embargo, los dos pequeños se achicharraban bajo los primeros calores del año.

La escena ha sido poco más o menos la misma: el padre sale de casa para llevar al pequeño a la guardería y después marchar al trabajo. Llega al trabajo. La jornada transcurre entre las inercias y los apremios de cada día. Incluso, se produce la llamada de la esposa.

-¿Qué tal el día?

-Bien. Todo bien. Mucho trabajo y mucho calor.

-¿Cómo se ha quedado el niño en la guardería?

-Bien, bien...-responde el padre, mecánicamente, más pendiente de las urgencias del momento que en la pregunta de su mujer.

 

A esa hora, olvidado como una maleta mugrienta el bebé se ahoga en el interior del coche convertido en un horno de cocción. Los dos padres están acusados de homicidio culposo. ´

¿Qué infierno es éste en que oímos sin escuchar, miramos sin ver y reímos por no llorar? Los sicólogos aseguran que cualquiera podemos tener un apagón en el cerebro cuando estamos absorbidos por pensamientos y emociones que nos preocupan. Y digo todos, porque los sicólogos  coinciden en afirmar que ellas nunca se olvidarían de sus hijos.

 

Elecciones entre gitanos y descerebrados

Con España aturdida tras las últimas elecciones, Italia vuelve a la carga con una segunda ronda municipal y el peligro de que la capital financiera, Milán, se convierta en una ciudad de gitanos, de droga y llena de minaretes. El vaticinio es del Rey Midas dueño de buena parte de Italia ( hasta de su gobierno).

La pasada noche creí ver un programa  de humor cuando sintonizaba el sacralizado Porta a Porta,  incombustible programa de debate de RAI 1. Bajo la sintonía de "Lo que el viento se llevó", Berlusconi se lamentaba de la cruzada mediática contra su persona. Es víctima de un incruento ataque por parte de los medios de comunicación, se queja. Pero solo pudo citar dos cadenas televisivas ( una de ellas de pago) y algún periódico, en ese listado de cruzados impíos. Se parapeta tras la armadura de 6 de las 7 televisiones generalistas en abierto.  Vamos, como si un niño tirara granos de arroz con cerbatana contra los drones norteamericanos.  Pero él está convencido de lo que dice. Y eso es peligroso. Está convencido de que desde algunos programas de la televisión pública se le ataca, como si la televisión de todos fuera solo la de todos los que le secundan. Y no es lo mismo.

Pero lo más lacerante fue cuando dijo  que él ganará las elecciones del próximo domingo y lunes porque solo una persona sin cerebro puede votar a la izquierda.

Con  España sumergida en dudas de congresos o primarias, con ese aroma primaveral del final de una Era, con la vuelta de la izquierda nacionalista en Euskadi que muestra que hay sitios donde nada cambia y con el PP teniendo más poder local que nunca me pregunto: ¿A ver si tiene razón Berlusconi?

Os dejo con un parte de la entretenida emisión por si tenéis tiempo.

 

  

Una cura de humildad

Para ponerse delante del toro sin capote hay que poseer el arrojo de la insensatez. En mitad de una legislatura maltratada por la crisis económica y vapuleada por sus constantes paseos ante los tribunales, Silvio Berlusconi ha buscado el más difícil todavía: en las elecciones municipales de Milán, más que votar la continuidad de nuestra alcalde, me votaréis para refrendar al gobierno, proclamó. Y el toro le ha embestido con una saña inesperada hasta por sus más acérrimos enemigos. El matador   está aturdido sobre la arena. Pero queda corrida. Dentro de 15 días, la segunda vuelta  clarificará si éste es el inicio del final de la Segunda República o, simplemente, un susto para  el todopoderoso Rey Midas de Italia.

Pero no solo Milán ha supuesto un revolcón sobre la arena.  En Nápoles,  Berlusconi ha recibido un directo a la mandíbula que le hace tambalearse en el cuadrilátero cuando, también en la capital de Campaña se  prometía una victoria aplastante por fuera de combate.  El hedor de Nápoles jugaba a su favor. La basura plantada en cada calle como  monumento a la impotencia del desarrollo denunciaba la inoperancia del gobierno local del centro izquierda. Berlusconi apenas se preocupó de Nápoles porque  el gobierno municipal estaba  camuflado entre el pestilente residuo urbano. También se equivocó.  El  PDL ha ganado pero no con una mayoría suficiente. El Partido Democrático a duras penas saca la cabeza de entre las porquería urbana para ir a una segunda vuelta. Pero lo han conseguido contra todo pronóstico y merced a un hombre de reputación contrastada en la lucha contra la mafia. También Nápoles será un reino duro de pelar el día 30.

Ahora empieza un nueva campaña electoral en Italia en los municipios donde  nadie ha conseguido la mayoría suficiente ( más del 50%de los votos). Y esta vez sí que será emocionante porque la gente está cansada de los excesos del líder del partido conservador, según las señales de la primera vuelta.

En mitad de la jornada electoral, el Partido Democrático se conformaba con forzar una segunda vuelta en Milán. No solo lo han conseguido, sino que aventajan en más de 6 puntos a la actual alcaldesa. Veinte años gobernando Milán y los conservadores temen no poseer la poltrona de la capital financiera cuando llegue la Expo en 2015. Es un riesgo añadido al desafío plebiscitario que lanzó Berlusconi. 

Si Milán era una señala para Il Cavaliere, la ciudad se la ha dado sin eufemismos: está harta. Pero en Italia, pocas veces las cosas son como parecen. La historia está llena de ganadores de primera vuelta que son derrotados en la función definitiva. En Milán habrá que pelear por el 30 por ciento de abstenciones . Si nadie traiciona al candidato del Partido Democrático,  cuenta con una ventaja tan holgada que los restos de los ausentes en la vuelta definitiva son insuficientes para entorpecer su victoria.

Y el ganador en Milán es tan modesto que apenas ha salido a decir que encabezará el cambio que merece la ciudad. Haciendo bueno a su nombre,  puede llegar a la alcaldía de Milán sin ser ejercer de "trepa". Solo caminando con prudencia. Así es Pisapia, el nuevo Mesías de la política municipal italiana a quien le quedan dos semanas de gloria  en la campaña electoral para alcanzar el  reinado definitivo o ser devorado por  las fauces del caimán como tantos otros. El día 30 Milán será Italia entera porque el matador lo ha querido. Si supera el aturdimiento de esta embestida, puede salir  por la puerta grande. Si no terminará como el "Yiyo"

 

Iñaki Díez


Iñaki Díez es el corresponsal de Radio Nacional en Italia, un país que conoce perfectamente y que analiza con gran habilidad.
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