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Respeto a los muertos

Daniel, un lector de nuestro blog, me pide respeto para los muertos. Yo respeto a los muertos porque he visto morir a israelíes y palestinos. Y no me refiero a los cadáveres. Me refiero a que los he visto y filmado mientras agonizaban, con los ojos perdidos y la garganta seca, después de que se les acabaran las fuerzas para gritar, de que se les fuera la vida a chorros por las heridas abiertas.

Daniel dice que me olvido de que han asesinado a cuatro israelíes en el último texto que publico. No es cierto. Cuando yo lo escribí, habían muerto tres y así está escrito.

¿Sabéis? La sangre no es como en las películas. La sangre huele y, cuando hay mucha, es un olor que se mete en la garganta, que la humedece hasta la náusea y que eriza los pelos de la piel y de la nuca. Es igual la de los palestinos que la de los israelíes porque, la sangre es sangre.

Recuerdo mi primer atentado en Jerusalén. Daniel Peral, entonces jefe del área de internacional de TVE, me había mandado aquí a sustituir a Ángela Rodicio en un arrebato de locura o de inconsciencia supina que le agradeceré toda la vida.

Yo estaba comiendo un solomillo poco hecho en el Focaccia, un restaurante del centro de la ciudad, cuando oímos la explosión.

- ¿Qué ha sido eso? – pregunté a la camarera, una chica morena de ojos oscuros cuya bonita sonrisa desapareció bruscamente tras la detonación.

- Creo que otra bomba – respondió mientras dejaba en la mesa un refresco de cola.

Podía escucharse el tintineo de los hielos chocando entre sí y con el vaso porque le temblaba el pulso. Pagué la cuenta sin terminar de comer y llamé al cámara. Le dije que nos encontraríamos en el lugar del atentado y salí corriendo. Cuando llegue al cruce de Jaffa con Queji, a unos siete minutos del restaurante, había un autobús de línea reventado por la explosión, parecido a cómo quedaron los vagones del 11-M. Un terrorista suicida del brazo armado de Hamas, creo recordar que disfrazado de judío ultraortodoxo, había matado a 14 personas y herido a otras muchas. Una mujer lloraba y gritaba tanto que parecía que el corazón se le iba a salir por la boca.

- Su hija está gravemente herida. Va a morirse – me dijo Kobi, el cámara, mientras filmaba la masacre.

La explosión fue tan grande que, en los edificios colindantes, había trozos de carne humana pegados a las paredes, a los restos del autobús y a las columnas de unos soportales. Varias moscas comían en uno de ellos y olía a sangre y a carne quemada. Igual que en Beit Lahiya, tres años más tarde.

La ofensiva israelí sobre Gaza duraba ya varios días. Era un intento de liberar al cabo Gilat Shalit, capturado por milicianos palestinos aquel verano. Ese día hacía un calor insoportable. Un blindado israelí había quedado atrapado en las estrechas callejuelas y, para liberarlo, otros muchos entraron en el vecindario. Lo destrozaron.

El proyectil de un Merkava, el gran carro de combate israelí, alcanzó una casa. A través del tabique destruido podía verse parte del salón y del aseo, cuyos azulejos blancos estaban salpicados de sangre.

- Vamos por detrás, que están evacuando a los heridos – me dijo Bahjet, mi traductor, un tipo encantador – por aquí nos pueden pegar un tiro.

Al llegar, varias personas trasportaban en volandas a un miliciano sacudido, casi de lleno, por el disparo de un Merkava. Tenía el cuerpo lacerado por la metralla y las ropas hechas jirones y me pareció que me miraba. No era así. Sus ojos, nublados, estaban perdidos, como si buscara a alguien que pudiera ayudarle y no lo encontrara.

- No llegará al hospital, tiene las tripas fuera – dijo Bahjet.

Cuando los que le acarreaban llegaron a las puertas del coche que debía llevarle al centro médico los detuvieron. Los proyectiles israelíes habían alcanzado también casas con civiles dentro y había que sacarlos de allí. Otro hombre apareció con una niña de unos cuatro o cinco años en brazos. La sangre ya se había coagulado en los cabellos negros y rizados de la pequeña que tenía la cabeza echada hacia atrás, con los ojos cerrados. Sus mofletes eran gordos y de sus labios que, sin duda, minutos antes habrían podido esbozar la más bonita de las sonrisas salía un hilillo de sangre. Detrás venía una mujer con el vestido y el pañuelo típico palestino. No tuve fuerzas para preguntar – mal hecho – pero creo que era su madre porque sus ojos lloraban la misma amargura que la de la mujer de Jerusalén y su corazón también se le salía, masticado por la desesperación, entre los dientes apretados.

Yo he visto sufrir y morir a palestinos e israelíes y por eso, los respeto a ambos y más, a sus muertos porque, cuando ves morir a alguien, se va con él una parte de ti mismo.

Desde el comienzo de la intifada de al Aqsa, mis compañeros y yo hemos contado miles de historias como estas. Más de cinco mill veces sobre palestinos y más de mil sobre israelíes, según las cifras oficiales de ambas partes. Todos, en este y otros conflictos, creo, respetamos a los muertos y víctimas pero no a los verdugos, torturadores y terroristas. No a los que matan a civiles, vayan de uniforme o no y salgan sus órdenes de innobles escondrijos o de fastuosos despachos presidenciales.

18 Comentarios

Nadie cuestiona que no respetéis a los muertos, esto es.. simplemente una barbaridad. Imaginamos lo duro que tiene que ser trabajar en ese escenario, como para no tener el derecho de destacar que una noticia saliera bien emitida, lo que al fin y al cabo es parte de vuestro trabajo. En fin, no haré más comentarios, está todo claro. Te seguimos leyendo, volviendo al título del post, con interés y respeto. Saludos.

Sin duda vosotros respetáis a los muertos, sin duda. Siento que haya gente que lo dude. Sois todos unos profesionales de admirar, os jugáis la vida para informarnos de lo que podéis.
un abrazo

No se puede luchar por la vida, por la libertad, por la felicidad, matando…, o haciendo que otros no puedan tener vida, libertad o felicidad. Este tan dramático conflicto humano, como tantos otros, desde que ha empezado ya dura demasiado. No puede haber una victoria política, que es lo que parecen buscar los dirigentes y gobernantes en cada bando a través de supuestas negociaciones. La auténtica negociación es el diálogo y la comprensión. Se trata de vidas humanas, de sentido común, y de querer, realmente, vivir en paz…(saber que para vivir en paz no se debe pedir nada a cambio, sólo facilitar las condiciones para que ello se cumpla, y que son las mismas para ambas partes: si YO estoy en paz con ÉL y le permito vivir en libertad, ÉL estará en paz conmigo y podré vivir en libertad), y no hay mayor victoria que ésa.
¿Cuándo se darán cuenta que el verdadero objetivo es construir la paz, la vida…, y que para ello SE NECESITAN MUTUAMENTE?

¡¡DEMASIADO DOLOR INNECESARIO!!

Un saludo a todos.

Sois corresponsales de la guerra eterna de Oriente Medio. Si no respetarais la muerte, los muertos no estaríais respetando vuestra propia vida.

De locos Oscar,

gran trabajo el tuyo,

a seguir así, a seguir bien

Buenas...no hay duda de que respetais a los muertos, considero que vuestro trabajo, el ser corresponsal en una guerra, es una cosa muy dura, y para ello se necesita ese respeto. Un abrazo.

Y digo yo, ¿no es mejor antes respetar a los vivos?, igual así después hay menos muertos.

Es imposible poner en duda el dolor que os causa cubrir estas informaciones. Por eso se agradece aún más que estéis ahí, que seáis nuestros ojos, que veáis por nosotros. La otra crónica, la del ataque en la calle Jaffa, es una muestra de periodismo urgente. No era el momento de la reflexión, como ahora. Quien se queja es porque no conoce nuestro oficio... Enhorabuena por el blog, compañero

A sentir la agonía de un ser humano nadie se acostumbra, (nadie que no sea extremista de cualquier cosa). Y debo hacer hincapié en lo que dices, esa garganta humedecida por los “vapores” de la sangre, es una de las sensaciones más desagradables que existen.
Los asesinados no son muertos de primera o de segunda ya que una muerte resta una vida. Recordemos que los muertos no son culpables, son víctimas de los asesinos.
Si no hubiese grupos interesados en seguir con las armas y dinamitar cualquier proceso de paz el diálogo sería más fácil y nadie cuestionaría los muertos.

En fin. Es fácil de comprender lo que le ocurre a Daniel. Cuando los ánimos estan tan tensos, imagenes terribles tapandonos la visión, en definitiva, tan afectados por algo, resulta dificil situarnos en la perspectiva de otro. Vemos exclusivamente lo que se ha quedado prendido en nuestra mente. Sólo vemos las víctimas que consideramos nuestras, las que estan más cerca, a las que conocemos, a las que estanos unidos por la sangre, y así les damos una, quizás injusta, pero humana prioridad. Pero víctimas de una violencia indeseable y desgarradora como la que vive esa parte del mundo, tambien lo somos tod@s aquell@s que asistimos impotentes a su espectáculo.
Por favor!, que nos la dejen de regalar unos y otros.

Hola

Puesto que tú vives de cerca este conflicto querría preguntarte una duda:

Al leer el artículo en la wikipedia en español sobre el muro de cisjordania ( http://es.wikipedia.org/wiki/Barrera_israel%C3%AD_de_Cisjordania ) me he encontrado con lo siguiente:
"Consiste en un sistema de vallas y alambradas a lo largo del 88% de su trazado, y en un 12% del total[4] adopta la forma de un muro de hormigón prefabricado de hasta siete metros de altura, creado con módulos individuales dispuestos uno al lado del otro, e intercalados cada cierto intervalo con torretas para el control militar. Las partes de hormigón fueron erigidas para impedir ataques desde los edificios del lado palestino contra los vehículos que circulan en el lado israelí."

Querría preguntarte por qué entonces nosotros (y yo mismo) lo llamamos muro. Quizás sea porque la mayor parte de la población vive detrás de la parte de muro, pero esto es sólo una hipótesis ya que, aunque he intentado encontrar información sobre el tema, ésta suele estar sesgada y polarizada, por ello querría conocer tú opinión dado que lo conoces de cerca.

Saludos y muchas gracias

Pancho////Como nadie te ha contestado a tus preguntas respecto al muro de hormigon te cuento que si las verdades la conocen perfectamente porque estan alli,pero la noticia no es que fue construido para evitar terroristas que vienen con explosivos adheridos al cuerpo para inmolarse en lugares de mucho publico,Ese muro,como bien dices tu,que es 12% del total a evitado una vez erigido mas del 98% de los atentados terroristas matando personas inocentes.Pero la noticia importante es la protesta por el levantamiento del mismo y no el que los terroristas no puedan pasar tan facilmente.Lo impoertante para la noticia que se vende son las consecuencias pero no se buscan las causas pues estas no son omportantes.

vueno sovre las ejecusiones son de esperararse siendo que por el mando de las fronteras son capases de matar a quien les storve asi serrando un circulo delictivo entre todas las fronteras

Vergüenza ajena y asco he sentido en leer este artículo y algunos de los comentarios posteriores.
¿Cómo puede un corresponsal, que para nada es de GUERRA, escribir estás cosas en un blog que forma parte de RTVE? por favor!!!

PACO FOJAS:
He escuchado tus crónicas desde Palestina. Has comentado acerca del sufrimiento de los palestinos, subrayando siempre el bloqueo inhumano al que se ven sometidos; los niños muertos y heridos por los bombardeos israelies, el muro que divide sus tierras y los controles en las fronteras que impiden el desarrollo de una vida normal. Tus crónicas siempre están del lado palestino. Nunca dices nada bueno de los judíos ni de Israel. Nunca hablas del sufrimiento de los israelies; de los misiles que caen diariamente sobre sus cabezas, del pánico diario por los ataques suicidas y de la psicosis diaria por los atentados. Desde tu posición privilegiada divulgas a la gente la idea que Israel ha invertido enormes cantidades energía y de dinero en seguridad y en construir un muro solo por divertirse y fastidiar al prójimo. Segun tu información, del lado israelí nunca mueren niños, ni mujeres, ni gente inocente. A tu amigo Vicente Romero y a ti se os aprecia un tufillo antisemita en toda lo que decís. Lo peor es que la gente que no lo ha visto no puede cotrastar la veracidad ni la imparcialidad de vuestras crónicas y comentarios

Tienen razon, da mucha pena ver a los pobres judios que son bombardeados y sufren una psicosis diaria por los atentados. Que perversos son los palestinos que encima les arrojan piedras.
Paco, no nos infomes tan malamente. No te das cuenta de que los israelitas son solo las victimas de los malvadillos antisemitas.
El mundo deberia estarles aplaudiendo porque a pesar de su debilidad material y politica, sus valientes soldados estan haciendo lo imposible por defenderse de los abusadores palestinos.
Y como no pueden publicar la verdad de lo que sucede porque no tienen acceso a la prensa internacional, tienen que recurrir a tu blog.
El mundo se vuelve a equivocar al culparles. Que mala leche tenemos.

desde quando los malvados siofascistas quieren la paz,lo que quieren es robar mas tierras,humillar al pueblo palestino,y que todo el mundo aplaudiendolos,porque dicen que defienden a occidente del terrorismo,mientras en realidad ellos son los peores terroristas.lo peor que hay en el mundo son los sioracistas

Palestina, Holocausto e Israel
Hay personas que dicen y comentan, que El Holocausto es un mito, como también, que es una ficción… Aunque haya sido una o dos, o una centena de personas, o millones; aunque hubiese sido un solo judío, un gitano, un comunista., o por ser un pueblo diferente… indudablemente, que es un crimen de lesa humanidad, ya que por religión, color de la piel, o por ser de otra etnia, o por la forma del cráneo, partido político o filosofía, no se puede segregar, meter en prisión, matar a una persona o repudiarla. La verdad, es que fueron millones de personas masacradas y desplazadas en la Segunda Guerra Mundial, (1939-1945) pero no solamente fueron aniquilados los judíos, también padecieron: los gitanos, comunistas, homosexuales, enfermos, gemelos, católicos y muchos otros. Hubo lugares en Europa, donde estuvieron hacinados en campos de concentración, con poca comida y en galpones fríos y húmedos...
Los judíos son un pueblo como cualquier otro, con sus virtudes y sus defectos, con sus ricos y sus pobres, con sus conservadores y sus revolucionarios, unos de ultra derecha, otros de extrema izquierda, unos muy inteligentes y, otros menos brillantes. Primer pueblo monoteísta. Con el patriarca Abraham, nace el judaísmo y más tarde, el cristianismo. No hay que olvidar, que ésta tierra fue, es y será multicultural, multiétnica y multirreligiosa. Palestina fue invadida por muchos pueblos, imperios y civilizaciones desde tiempo inmemoriales hasta el siglo XX…Tierra de los primeros cristianos. Después el Islam, (Siglo VII) que aportó mucho a Occidente, que viene de las mismas raíces, es más, gran parte de la humanidad proviene espiritualmente de Abraham.
En pleno siglo XX, el nazismo quería eliminar a los judíos. Tenían el plan llamado: “la solución final”, no se sabe exactamente cuantas personas fueron gaseadas, en cuantas personas se hizo experiencias con armas de fuego disparándole en el cráneo, cuantos niños mataron, cuantas familias segregadas. Fueron millones y algunos, están vivos y tienen sus brazos tatuados con un número… pero, puede ser uno solo que haya sido victima de atropellos y torturas, y eso solamente es suficiente para decir que si existieron los campos de exterminio, y que ha sido unas de las cosas más horribles que haya sucedido, así como también, de otros regímenes totalitarios y tiránicos alrededor del mundo.
En épocas pasadas, los judíos habían sido masacrados y expulsados de diferentes civilizaciones, ciudades o pueblos… Tenían siglos viviendo, en España. Comerciaban con el Medio Oriente, pero, después se desarrolló una burguesía cristiana y mercante y empezaron a tener problemas y a ser acusados de todos los males, hasta de trasmitir la peste negra, de envenenar los pozos de agua, creándose así, toda una series de mitos y leyenda, y fueron expulsados de diferentes países de Europa. Los cristianos con la reconquista de Granada, (España) en 1492, obligaron a los judíos a convertirse al cristianismo, o a irse del país, conjuntamente con los árabes.
En Palestina compartían árabes, judíos y cristianos, que vivían desde tiempos inmemoriales, en convivencia, por momentos, en conflictos… Hoy, existe Israel como Estado. Hace muchos años comenzaron a llegar a ésta tierra, judíos provenientes de Europa del Este y de otros países, huyéndoles a los pogromos, (masacres) con militancia de izquierda. A finales del siglo XIX y a comienzos del siglo pasado y, sobre todo, después del Holocausto, tenían el sueño del Gran Israel; el regreso a la tierra prometida. Se comenzaron los proyectos de los Kibutz, y entre ellos, Degania, en 1910, sociedad agrícola socialista y comunitaria, otras, eran religiosas... En 1947, la ONU, vota a favor de la división de Palestina en dos Estados, una parte para los palestinos, y otra, para los judíos. El Estado de Israel nace el 14 de Mayo del año 1948…
Según las investigaciones actuales de los “nuevos historiadores” israelíes, tratan de encontrar el origen de tantos conflictos, creando así, grandes polémicas en el país, entre ellos: Tom Segev, Benny Morris, Ilan Pappé, cuentan del éxodo de palestinos, (1948) del maltrato y de masacres. Los atentados, muertes, fanatismo, fundamentalismo, violencia de ambos lados, no han permitido darle una solución. Y desde esa época, han sufrido muchas guerras… en 1967, (entre ellas, la guerra de los Seis Días) fundando urbanizaciones y asentamientos agrícolas israelíes en el territorio palestino, destruyendo sus viviendas y construyendo un largo muro… Sin dudas, que el conflicto palestino-israelí es muy complicado y todo dependerá de ellos mismos para solucionarlo.
Israel es Occidente y Oriente. Es un crisol de culturas. Es un país asiático. Con avenidas modernas y urbanizaciones con arquitectura de vanguardia y la avanzada de la ciencia; pero, al mismo tiempo, con calles tradicionales como: Mea Shearin, en Jerusalén, donde están vigentes todos los ritos y liturgias de un grupo que ha mantenido la tradición, sobre todo, los ultra-ortodoxos, (hasidismo) y que hacen un gran contraste con los sabras, apodados así, los judíos nacidos en Israel. Hay que mencionar: judíos orientales, judíos sefardíes, asquenazíes, judíos laicos, como también, católicos, drusos, griegos ortodoxos, árabes cristianos, palestinos musulmanes, árabes o palestinos de nacionalidad israelí, samaritanos, y muchos otros pueblos y religiones que han vivido en ésta tierra, desde hace siglos, sin olvidar, los judíos negros llamados Falashas, originarios de Etiopía y descendientes de la reina de Saba, según la leyenda…
Hoy, el pueblo israelí sueña con vivir en paz, otros, los judíos-ortodoxos creen que será el Mesías, quien vendrá a fundar el Estado de Israel, y los palestinos, también, quieren vivir en paz, cultivar su tierra, tener sus hogares y tienen el mismo derecho a ella, porque han vivido allí desde tiempos remotos; no obstante, hay los fanáticos (de ambos lados) que desean acabar de una vez por todas con los israelíes y otros, piensan en sacar e eliminar a los palestinos. Por momentos, luces de paz; la angustia y oscuridad por instantes, conflictos entre los mismos palestinos y de repente renace la esperanza y el optimismo y de nuevo las bombas y misiles, de lado y lado. Mientras llega la solución y la sabiduría, hay odios, integrismos, sangre, lágrimas, muertes de niños, hombres, mujeres y viejos; tristeza y dolor para palestinos e israelíes, total: seres humanos. A veces, los israelíes olvidan su trágico pasado, su larga historia y atacan al pueblo palestino; asimismo, un palestino desesperado, se inmola en un mercado, autobús o centro comercial israelí causando muertos y heridos, sin embargo, hay muchas personas de los dos pueblos que sueñan con la paz…y de nuevo, las bombas y los misiles explotan, causando desolación.
Ojalá, un día llegué la ¡PAZ! Pueblos de la antigüedad que siguen formando parte de nuevos libros, programas de televisión y, actualmente, llenando páginas de Internet... y que puedan estar y vivir como dos Estados, en una coexistencia justa, y compartir así, la misma tierra y sus historias ancestrales, ser un paradigma para todos los pueblos, sería una gran ofrenda para toda la humanidad.

Esteban Castillo

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Óscar Mijallo


¿Desde qué muro? Porque aquí hay muchos muros.
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