1 posts de enero 2009

La guerra asimétrica

Bahjet, su mujer y sus cuatro hijos han pasado la noche acurrucados en un rincón de su casa, a la luz de una vela, tapados con unas mantas para protegerse del frío. Me lo cuenta por teléfono - porque los periodistas no podemos entrar en la franja - y le creo porque le conozco desde hace años y, sobre todo, porque oigo a través del teléfono el tableteo de las ametralladoras y las explosiones.

-Si mañana estamos vivos daré gracias a Dios - me dice.

Su voz trata de parecer serena pero no lo está. Tiene ese tono agudo que denota angustia.

Pongo la televisión del hotel y veo decenas de personas acarreando muertos y heridos. El ejército israelí ha bombardeado una escuela de las Naciones Unidas y ha matado a una treintena de personas. Dicen que, desde allí, unos milicianos disparaban cohetes o proyectiles de mortero. En el interior del colegio había cientos de refugiados que pensaron que la bandera azul de la ONU les protegería de las bombas israelíes. Ingenuos.


Hoy, los muertos palestinos llegan superan los 1.000 y los heridos rondan los 4.500. Las Naciones Unidas dicen que el 40 por ciento son mujeres y niños. Han pasado 20 días de ofensiva y hay doscientos y pico menos muertos que en la guerra del Líbano de 2006, que duró más de un mes. Y todavía no se ha buscado entre los escombros...

Israelíes han muerto 13; 3 civiles y 10 soldados que fueron a Gaza a acabar con Hamas.

El teléfono de mi habitación del hotel suena a las 6 de la mañana.

-¿Sí?. ¿Quién es?.

-¿Óscar Mijallo? - Pregunta alguien con acento argentino -. ¿Por qué mentís en vuestras crónicas?. ¿Por qué no enseñás lo que sufre el pueblo israelí?

Me quedo con ganas de decirle que sí lo hemos contado. Que los muertos israelíes - 13 - han salido todos en TVE. Los palestinos, más de 1.000, no. Harían falta varias ediciones completas del telediario. Mi prioridad es contar los muertos civiles que caen en un conflicto. Naciones Unidas habla de más de 400 entre los palestinos y 3 entre los israelíes. Es una cifra más de 100 veces superior que da una idea de lo asimétrico de la contienda.

No sé como ese tipo ha conseguido mi teléfono pero pido en la recepción que no me pasen más llamadas. Después de casi 20 días prácticamente sin descanso entrando en directo para el 24 horas, los telediarios y los programas, estoy muy cansado, pero ese tipo me ha desvelado ya no puedo dormir. Abro mi correo electrónico y me encuentro un mensaje de un español indignado. Me acusa de estar pagado por el sionismo por no llamar terrorista al ejército israelí ni decir que el gobierno de Ehud Olmert utiliza como estrategia el terrorismo de estado.

-Bueno - pienso en voz alta - cuando los radicales de ambos lados me dicen que lo hago mal, es que algo estoy haciendo bien.


Esta guerra me ha tocado en el lado israelí porque, como si quisieran ocultar lo que está pasando, el gobierno y el ejército hebreo no permiten entrar a la prensa internacional el Gaza. Hace un par de años viví otra gran ofensiva sobre la franja en el lado palestino desatada por la captura del cabo Gilat Sahlit. Duró más de un mes y murieron centenares de personas. La artillería israelí disparaba una media de 450 proyectiles de artillería de 155 mm. y 166 mm sobre el territorio, a lo que hay que añadir los ataques desde el aire y los combates terrestres. Aquello no fue nada comparado con lo que está pasando ahora. He vivido la guerra en los dos lados y puedo asegurar que el nivel de violencia que soportan los civiles es mucho mayor en el lado palestino que en el lado israelí.

Los cohetes que lanza Hamas matan. No son una amenza despreciable pero la capacidad de destrucción del ejército israelí es mucho mayor y ello se refleja en las cifras de muertos: 13 israelíes - de los que 10 han muerto en la ofensiva, dentro de gaza, no por los cohetes - y más de 1.000 palestinos.

No pongo en duda el derecho a defenderse de Israel, pero sí el derecho a utilizar cualquier medio - en este caso el uso desproporcionado de un armamento muy superior - para conseguirlo.

Hoy, los blindados israelíes han entrado en la ciudad de Gaza. Las noticias hablan de que miles civiles huyen de los combates.

-¿Recuerdas a Yamil, nuestro conductor? - me pregunta Bahjet por teléfono.

-Sí, ¿cómo le va?

-Le han matado. El disparo de un tanque dio en su coche mientras conducía.

La comunicación se corta. No puedo reanudar la conversación. No me ha dado tiempo a preguntarle por su familia, que tuvo que abandonar la casa en la que vivían después de que fuera destruída por los combates.

Óscar Mijallo


¿Desde qué muro? Porque aquí hay muchos muros.
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