2 posts de diciembre 2009

Livni se queda sin Harrods

Hoy se me hace difícil respirar en Jerusalén. Tengo mucha tos y hay hamsin, una especie de tormenta de arena que lo llena todo de polvo. Los diminutos granos de polvo se meten en los pulmones y los ojos molestan mucho. Pienso en ello mientras me dirijo a la Universidad Hebrea de Jerusalén. He quedado con un profesor de ciencias políticas, Mario Schneider.

-La ofensiva contra Gaza – dice – cambió el panorama político de la zona. Ha reducido los lanzamientos de cohetes palestinos en un 90% pero también ha perjudicado a Israel. Se ha acusado al ejército de uso desproporcionado de la fuerza y varios países han admitido a trámite denuncias contra miembros del gobierno y la clase política.

Las autoridades israelíes están que se suben por las paredes. La jefa de la oposición, la ex ministra de Exteriores, Tzipi Livni, se ha tenido que quedar en casa para no ser arrestada en Londres. Un tribunal británico había dictado una orden de detención para investigar su responsabilidad en la operación “Plomo Sólido” que el ejército israelí desató contra la franja de Gaza, a finales del año pasado. Según la mayoría de las ONGs y la ONU, murieron unos 1.400 palestinos, más de la mitad civiles – muchos de ellos mujeres y niños – y 13 israelíes, 10 de ellos militares que participaron en los combates.

Tzipi Livni, jefa de la oposición israelí

Israel asegura que era una operación para acabar con los lanzamientos de cohetes Qassam desde la franja de Gaza contra sus ciudades fronterizas. Más de 20 Israelíes han muerto en los 8 años que la organización integrista Hamas ha estado disparando esos proyectiles. En el mismo periodo, han muerto cerca de 3.000 palestinos en los diferentes ataques de la aviación y el ejército hebreo.

Hace unos meses, un juez surafricano de origen judío, Richard Goldstone, realizó un informe para las Naciones Unidas. Su conclusión fue que había indicios suficientes de que, tanto Israel como Hamas, habían cometido crímenes contra la humanidad durante la citada operación. El informe era especialmente crítico con Israel, que puso el grito en el cielo y lo tachó de parcial, entre otras cosas.


El juez Goldstone

No es la primera vez que algún miembro del gobierno hebreo tiene que cancelar un viaje ante la posibilidad de que le detengan en un país extranjero. Hace unos meses, el juez Andreu, de la Audiencia Nacional española, admitió una denuncia contra varios dirigentes israelíes, entre los que estaba el ministro de defensa Ehud Barak.

Este tipo de actuaciones de la justicia no son bien recibidas en Israel. Generalmente se suele responsabilizar a los gobiernos de los países de donde ha surgido la denuncia y apelar a ellos para que corrijan la situación. Es extraño porque éste es un país que presume de ser la única democracia de Oriente Próximo y se supone que la independencia del poder judicial está fuera de toda duda.

Hace unos meses, cuando fue la justicia española la que hizo lo mismo, entrevisté a un analista palestino, el doctor Yad Isaah, en su despacho de Ramala.

-Si hubiera un tribunal internacional competente – dijo – no habría que recurrir a la justicia de los países. Pero nadie persigue los crímenes de los ocupantes. A un palestino le llaman terrorista porque pone una bomba en una cafetería. Posiblemente lo sea pero, ¿qué pasa con el militar que dispara su cañón contra una casa llena de civiles, mujeres y niños? Ha ocurrido muchas veces. ¿Es inocente por vestir un uniforme?

Sin embargo, sólo los tribunales internacionales creados ad hoc, es decir, específicamente para determinados casos –como el de Ruanda o la antigua Yugoslavia– pueden juzgar a un responsable político o militar por crímenes de guerra.

CDs contra los ayatollahs

Ayer, volvieron a cortar internet en Teherán. Es la medida más recurrente a la hora de impedir que los estudiantes se movilicen para protestar contra el régimen. Hoy la policía ha cargado de nuevo contra ellos. Porrazos, gases lacrimógenos y tiros al aire. Al menos, eso es lo que dicen los testigos porque, una vez más, la prensa lo tiene difícil.

-Han revocado los permisos a los periodistas – me decía por correo electrónico un amigo que conocí en mi último viaje a Teherán – No podremos cubrir la manifestación. Ni siquiera los medios locales. Sólo habrá información oficial porque temen que se convierta en otra protesta multitudinaria.

16AZAR TEHRAN4 Protestas en Teherán.

El 7 de diciembre de 1.953 la policía del Sha de Persia mató a Ahmad Ghandchi, Shariat-Razavi y Bozorg-Nia, 3 estudiantes que protestaban por la visita del entonces vicepresidente Nixon. Los universitarios acusaban a la CIA de participar en el golpe de estado que derrocó al entonces primer ministro Mohammad Mossadegh. Tras la Revolución Islámica, en 1.979, el régimen adoptó la fecha y trató de convertirla en una jornada que mostrara al mundo el apoyo de los jóvenes. Años después, la realidad social de Irán ha dado la vuelta a la tortilla. Ahora son los ayatollahs los que aporrean a los estudiantes en tan señalada fecha.

Las primeras noticias hablan de, al menos, dos chicas detenidas y de la Universidad de Teherán rodeada por las fuerzas de seguridad. Será difícil saber el alcance de los disturbios y sobre todo, de la represión porque el régimen ha puesto todo su empeño en evitarlo. No quieren que se vuelvan a repetir imágenes tan brutales como las que se vieron cuando aplastaron de forma implacable a los partidarios de la oposición tras las elecciones del pasado verano. Entonces, decenas de estudiantes murieron y muchos más fueron detenidos. Cinco de ellos han sido condenados a muerte.

-Los disturbios han acabado pero la represión continúa – me decía hace un par de meses Ahmed, un iraní de unos 30 años que estudia en España – Durante los próximos meses, será más dura.


También en Isfahan, Shiraz...

Ahmed es de buena familia, el típico estudiante reformista de Teherán. Moreno, no muy alto y con el pelo peinado hacia atrás, apuraba una caña cerveza en la Alarcia, una cervecería de la plaza de Felipe II, en Madrid. La destreza con la que cogió y peló una de las famosas gambas que ponen de aperitivo me hizo sonreir porque recordé lo mal que se le daba cuando llegó a España, hace varios años. Ahora es un experto.

-¿Y tu novia? -Pregunté.

-Está allí. Está haciendo CDs.

-Debería tener cuidado.

Me explicó que hoy por hoy es el método más seguro y efectivo de propaganda. Las autoridades iraníes suelen echar abajo internet cada vez que sospechan que la oposición pretende movilizarse así que, los activistas, han tenido que volver a algunos métodos tradicionales como los panfletos.

-Lo de los CDs es lo más seguro –dice – Los correos electrónicos o el teléfono pueden espiarse y las páginas web cerrarse. Si te pillan con panfletos te arrestan pero a un CD no hay que ponerle etiqueta y caben muchos archivos dentro. Si no se sabe dónde buscar, es muy difícil encontrar propaganda. Pueden tardar horas. Chequear cada CD que lleve una persona por la calle no es tan fácil para la policía.

-Supongo que al final conseguiréis algo.

-No si no nos ayudan a contar lo que pasa.

Lo que Ahmed pide no son interferencias extranjeras sino apoyo. Forma parte de los que piensan que si las potencias extranjeras no se andan con pies de plomo, pueden provocar un enroque de los sectores más conservadores del régimen.


Vídeo de propaganda de la oposición en YouTube.

Óscar Mijallo


¿Desde qué muro? Porque aquí hay muchos muros.
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