2 posts de enero 2009

Thru the window, la casa por la ventana

Es este el cartel anunciador de una tienda en plenas rebajas. Pero bien podía ser el lema por el que se rige estos días el Reino Unido. O el también socorrido "from lost to the river" (de perdidos al río). Y es que no se lo van a creer, pero los british están que lo tiran. La crisis económica le está dando la vuelta a todo como a un calcetín. Si no fuera porque siguen circulando por la izquierda, les diría que esto es el mundo al revés. Por ejemplo: lo normal hasta hace poco era que un matrimonio de Birmingham se comprara un apartamento en Torremolinos, pasara primero sus vacaciones de verano en el chiringuito y luego, una vez jubilados, jugaran a la petanca mirando al Mediterráneo del 1 de enero al 31 de diciembre.

Bueno, pues ahora nada de eso. Han decidido vender el apartamento. Ya no les sale rentable la hipoteca y lo que es peor, no saben qué va a pasar con su jubilación. El chiringuito lo ven en el álbum de fotos y las bolas de la petanca... Mejor se lo imaginan ustedes.

Y ahora viene lo alucinante: ¡nos dicen que es el mejor momento para comprar pisos en el Reino Unido! Como lo oyen. Que la libra ha bajado que no la conoce ni la reina (la suya), que los precios no estaban así desde hace 20 años, que Londres es un lujo pero más asequible... No se crean que me lo invento. Les aconsejo visitar esta página para que lo puedan ver con sus propios ojos.

Y ahí no acaba todo. Nos piden ahora a nosotros que vayamos de turismo a su país. Que aprovechemos las gangas, bebamos pintas, compremos zapatos, visitemos sus museos y dejemos que el viento del Támesis acaricie nuestra cara hasta dejarnos la nariz como un pimiento morrón. Y como esto tampoco me lo invento, por el mismo precio les adjunto la página de visitbritain, donde les explican, mejor que yo, por qué no pueden dejar pasar esta oportunidad.

Y hablando de oportunidades. Acaba de hacerse público el último informe del Instituto de Estudios Estratégicos, que tiene su sede aquí en Londres. En su balance militar de 2009 dice que la crisis va a obligar a muchos países a dejar sus aventuras bélicas y a mirar más sus necesidades internas.

Ya ven, gracias a la crisis vamos a vivir mejor que los ingleses y además se van a acabar las guerras.

Si no fuera porque cada vez que la realidad entra por la puerta las alegrías saltan... Thru the window!

Tener Teranga

Estas navidades me ha ocurrido un hecho muy curioso. Cuando estoy en San Sebastián me gusta volver sobre mis pasos. No puedo evitar asomarme a la bahía desde la playa de Ondarreta, que es mi barrio, donde crecí, ni pasear por la Concha hasta el centro de la ciudad. Como siempre me encuentro con viejos amigos y el saludo deriva en conversación, me veo luego en la obligación de recuperar el tiempo regresando en el autobús urbano, en este caso la línea de Benta Berri.

En esas estaba yo el pasado 23 de diciembre cuando veo que al atiborrado bus sube un joven negro tocado con una txapela. Esto en Londres hubiera pasado inadvertido, pero aquí, en pleno Donosti... ¡Cómo está cambiando la sociedad vasca! Pensé. Y me entró una cierta zozobra: será que llevo demasiado tiempo fuera. Pero mi asombro no había hecho sino empezar. A medida que el joven se fue acercando a mí fui reconociendo algo que me resultaba familiar en él, y no era precisamente la txapela. No me lo podía creer. Era Ousseymoun Gueye. Nos miramos y nos reconocimos al instante. Como no podía ser de otra forma nos dimos un fuerte abrazo.

No vayan a creer ustedes que es el arrebato que siento cada vez que veo a un joven negro con txapela. Fue la emoción de encontrarme con un amigo al que vi por última vez en Dakar hace algo más de dos años. Un amigo que nos descubrió Senegal, y sobre todo la parte más dura, la de los jóvenes que tratan por todos los medios de salir en cayuco rumbo a las Canarias. En aquella época de corresponsal en Marruecos me tocó viajar, junto con mis colegas Keko Dorado, Miguel Treviño y Ada Brito, por la ruta de los ilegales. Atravesamos Mauritania, no sin ciertas penurias, y llegamos a Dakar después de cruzar el río Senegal y la colonial Saint Louis. Queríamos descubrir dónde y cómo se construían los cayucos, quiénes eran los candidatos a subirse a una embarcación así y, sobre todo, por qué. Ousseymoun fue clave en nuestro trabajo. Había nacido en el barrio de Rufisque, a las afueras de Dakar, y conocía como pocos los astilleros y los lugares de donde zarpaban los cayucos. No había salido nunca de Senegal, pero hablaba ya entonces un español que para sí quisieran muchos compatriotas...Además de wolof, árabe, francés e inglés. Un fenómeno, vamos. Conocía incluso palabras en euskera y se interesaba por todos nuestros giros y expresiones, sobre todo por los de nuestro querido mexicano Miguel Treviño.

Por aquellos días Ousseymoun intentaba conseguir un visado para ir a España. No para trabajar -se gana perfectamente la vida como guía turístico en su país- sino porque algunos amigos de San Sebastián le querían invitar a conocer nuestra tierra. No había manera. Al final, Juan Dorronsoro, que colabora con Ousseymoun en varios proyectos solidarios en Senegal, ha conseguido el objetivo: demostrar que también aquí tenemos "teranga".

No me enrollo más. Les invito a conocer de cerca a Ousseymoun en la entrevista que le hicieron los colegas de El Diario Vasco. Ahí encontrarán también el significado de "teranga".

Miguel Ángel Idígoras


El título de este blog “London.es” no es más que una declaración de intenciones. La realidad de esta ciudad británica –que para muchos es la menos británica de las ciudades británicas- y de un país pero desde la perspectiva de un español.
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