10 posts de octubre 2009

Amapolas, canciones y ejércitos buenos

Estamos en pleno mes (no es exactamente un mes, no hay fecha de arranque) de la amapola en la solapa en el Reino Unido. Quien haya estado por aquí en estas fechas, o visto alguna cadena de televisión británica, habrá reparado en que hay una época del año en que casi todos los políticos, casi todos los periodistas de televisión (sobre todo de la BBC) y muchas personas por la calle lucen en la solapa una amapola de tela o papel.

Es un homenaje anual a los veteranos de su ejército. Una tradición que tiene sus orígenes en la Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, y en un poema, "En los campos de Flandes" (In Flanders Fields) de John McCrae. Según tengo entendido, la idea original no fue británica, pero al final creo que es aquí donde más ha arraigado. Tanto que incluso hay disidencias, quienes se niegan a seguir la tradición porque la ven como una forma más de ensalzar las guerras. El mes de homenaje termina con la conmemoración del Fin de la Primera Guerra Mundial (por lo menos en el frente occidental), el 11 de noviembre. El 11 del mes 11 a la hora 11, cuando Alemania firmó el Armisticio. Bueno, de hecho termina el segundo domingo de noviembre, adonde se ha pasado la fiesta conmemorativa.

Gran Bretaña -y en este caso digo Gran Bretaña y no Reino Unido a conciencia- es uno de esos lugares donde la sociedad respeta y admira a su ejército porque lo tiene asociado a una fuerza que ha defendido sus libertades, su democracia. Me refiero a las libertades y la democracia de puertas para adentro, otra cosa son los atropellos o barbaridades que haya hecho ese ejército "por ahí fuera". Es un ejército que el ciudadano siente que ha estado a su lado, defendiéndolo, no agrediéndolo.

Las dos guerras mundiales del siglo XX son tal vez el mayor común denominador moderno de la mayoría de países europeos, pero no de España. He vivido en Francia, en Rusia, conozco bastante bien Italia y ahora vivo en el Reino Unido, y hay algo que estas sociedades comparten, la memoria de la Segunda Guerra Mundial o, mejor dicho, la lucha contra la agresión de Alemania. Esa guerra es algo de lo que toda familia tiene recuerdos vivos, y el recerlo, cuando no odio directamente, a Alemania está metido en el tuétano colectivo. La Segunda Guerra Mundial marcó profundamente la Europa que la sufrió. Militar, política, económica y sentimentalmente.

Y siempre aprendo algo nuevo. Ayer, la perspectiva y la reflexión de un artículo en las páginas de Cultura del Daily Telegraph sobre un DVD que publican con canciones "que nos ayudaron durante la guerra". La pieza británica por excelencia, su Lili Marleen, fue probablemente la canción "We'll meet again" cantada por Vera Lynn. Y lo que me aportó el artículo y me apetece compartir es esta reflexión:

"(...) Cuando los americanos entraron en la guerra en 1942 trajeron una música que convirtió a la británica en provinciana y anticuada. Los GIs tenían dinero y comparado con una isla que llevaba años en guerra tenían glamour. Su música deslumbró, con ritmos de Hollywood y Glenn Miller o la voz de Bing Crosby. (...) Hay un gran contraste entre Gracie Fields cantando "Sally" y las Hermanas Andrew cantando "Boogie Woogie Bugle Boy". Una parece una curiosidad de otra era, la otra, un adelanto de lo que venía. (...) Al margen del atractivo musicológico, esta colección es una instantánea de esa versión distante de nuestro país según desaparece lentamente en la historia." Thomas H Green.

La trastienda de Juanita Castro

Ayer casi toda la prensa recogía por aquí la noticia de que Juanita Castro, hermana de Fidel y Raúl, revela en un libro autobiográfico que espió para la CIA entre 1961 y 1964. Y yo me acordé de la entrevista que le hicimos hace tres años parte del equipo de Washington.

Fue a principios de agosto de 2006, cuando Fidel Castro dejó el poder por enfermedad y el exilio cubano en Miami lo dio ya por muerto y salió a festejarlo por la calle Ocho. A Miami volamos Iñigo Horcajuelo, el camarógrafo, Anna Úbeda, la productora, y yo. Con el hermetismo que caracteriza régimenes como el de Cuba nadie sabía muy bien qué pasaba con la salud de Fidel, si estaba vivo, muerto o moribundo.

Juanita Castro nos recibió en la trastienda de su farmacia en la Pequeña Habana. Nos comentó que hacía años que no tenía contacto directo con Fidel o Raúl, pero nos dijo con contundencia a cámara: "si mi hermano hubiese muerto, yo lo sabría". La consideramos una buena fuente y fue en titulares en los telediarios.
La trastienda era diminuta, tanto que Iñigo apenas tenía sitio para colocar la cámara. Juanita comentó con cierta amargura que el exilio más radical (y aún mayoritario), lo que despectivamente el régimen castrista llama "la gusanera", la trataba con desprecio o le hacía el vacío porque consideraba que no se oponía suficientemente a sus hermanos, y ella se defendía diciendo que ha discrepado públicamente de ellos, abandonó la revolución a la que ella contribuyó y se exilió en los Estados Unidos, pero que no dejaba de tener un vínculo de sangre con Fidel y Raúl. Me pregunto cómo habrá reaccionado ese exilio en Miami a la noticia de que Juanita, la blanda, colaboró con la CIA.

Desde la perspectiva de esa relación familiar comentó que Raúl era una persona más cálida, más humana que Fidel; que a Fidel lo único que le había movido siempre era el poder. Y que confiaba en que con Raúl llegase una cierta apertura a Cuba.

En una estantería de esa minúscula trastienda tenía enmarcada una foto de Bill Clinton, recortada de una revista, como hacen (o hacíamos) las adolescentes. Me llamó la atención y se lo dije, que me sorprendía ver en Miami, ¡en una exiliada cubana!, una foto de Bill Clinton, que además de ser demócrata era el Presidente que permitió la vuelta de Eliancito a Cuba, algo que el exilio recalcitrante nunca le ha perdonado. Y entonces Juanita Castro dijo que admiraba al Presidente Clinton, que era un tipo muy inteligente, y con expresión picarona añadió "¡es buen mozo, ¿eh?!"

Todo eso me vino a la mente ayer cuando vi la noticia en la prensa. La trastienda de Juanita era diminuta, pero contenía mucho más de lo que veíamos.



P.D-1 Me gustaría añadir una foto de aquel encuentro, pero no la tengo porque apenas tengo fotos de mi trabajo, en especial de las entrevistas. Siempre he sentido pudor, he tenido la sensación de que era tratar a los entrevistados como si fueran piezas de caza. Cosas mías...
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P.D-2 Más cosas mías. Al trasladarme de Washington a Londres albergaba la esperanza de que en este nuevo destino no se repitiera la maldición y no se interpretaran mis críticas o, más absurdo aún, las críticas que recojo de la prensa británica, como una prueba de mi anti-britanismo y que, por lo mismo, no se interpretaran mis alabanzas como la constatación de que estoy al servicio del Imperio, el británico en este caso. Me resulta frustrante empezar a comprobar que era una vana ilusión. En fin, acarrearemos con ello porque, como decía Harry Truman y le gusta repetir a Hillary Clinton, "if you can't stand the heat, get out of the kitchen" (si no aguantas el calor, sal de la cocina).

No sólo estamos mal, ¡estamos peor que Italia!

Hay veces en que lo mejor que puede hacer un periodista, una corresponsal en este caso, es, directamente, copiar. En este caso, copiar y traducir. El viernes pasado me levanté con la previsión en la radio de que en cuestión de horas se anunciaría que el Reino Unido había salido oficialmente de la recesión, es decir, que la economía británica ya volvía a crecer. Pero cuando llegó el anuncio resultó que no, que este país sigue en recesión. Y ahí no acaba la cosa.
Los británicos no sólo tienen que sufrir la humillación de que países como Japón, Alemania ¡y Francia! hayan ya salido oficialmente de la recesión, sino que además, según los parámetros del viernes, la economía británica está peor que la italiana. ¡Hasta ahí podíamos llegar! En este tono ha empezado hoy un dicurso George Osborne, el chancellor en la sombra, es decir, el próximo ministro de economía, si los conservadores ganan en primavera.

Pero, como decía, lo mejor para transmitir el estado de la economía británica y el de los británicos en ella es traducir el arranque de un artículo de portada del Daily Telegrah del sábado: "We are still in recession...and beaten by Italy". (titular en la versión impresa)

"Aún estamos en recesión...y batidos por Italia"

"Italia ha superado a la economía británica por primera vez en década y media (...) La economía se ha hundido inesperadamente un 0,4% en el tercer trimestre de este año, lo que significa que la recesión dura ya 18 meses, la recesión más larga desde que se empezaron a medir hace más de medio siglo.
Las cifras son una doble humillación para el primer ministro, Gordon Brown, y para el Chancellor, Alistair Darling, que han asegurado repetidamente que Gran Bretaña estaba mejor situada para resistir esta recesión que otros grandes países.

Según las cifras de la Oficina Nacional de Estadística, es muy probable que el Reino Unido sea el último de los grandes países industrializados en salir de la recesión, con estadísticas que previsiblemente mostrarán que las economías de Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia e Italia crecieron entre julio y septiembre.

Y lo más incómodo/vegonzoso (embarrassing) de todo será la noticia de que el Reino Unido ha caído por debajo de Italia por primera vez desde mediados de los 90 para convertirse en la séptima economía del mundo".

Libertad de expresión, ¿hasta dónde?

¿Se debe tratar a un partido racista como a los demás, si es legal y tiene votantes? La dirección de Question Time, uno de los clásicos del debate en la BBC, cree que sí y por eso lo ha invitado a su programa de este jueves, una decisión que ha puesto, de nuevo, a la BBC en el centro de una polémica. La BBC se defiende diciendo que es un partido legal y que en las pasadas elecciones europeas logró suficientes votos para tener ahora dos eurodiputados.

Una parte importante de los políticos, la prensa, y varios líderes religiosos cristianos, musulmanes y judíos creen que no se debe dar cancha a un político que ha hecho gala de xenofobia y racismo. Y que la representación que ha obtenido este año es una muestra de lo permeable que es el electorado a la demogogia y al racismo en momentos de crisis y desprestigio de los políticos tradicionales. Y que darles alas es peligroso para la sociedad.

El político es Nick Griffin, eurodiputado y dirigente del BNP, British National Party.



En el pasado Griffin negó el Holocausto, en el presente combate lo que considera invasión de inmigrantes, y la semana pasada un tribunal dictó que las normas de adminisión de su partido son anticonstitucionales porque sólo admiten a "miembros de grupos étnicos indígenas británicos", una manera de decir que sólo admiten a británicos blancos.

Question Time consiste en un "panel" de contertulios, con representación de los principales partidos políticos, que contestan a las preguntas sobre la actualidad que les hace el público presente en el estudio.
Este jueves, según han anunciado, junto al líder del BPN estarán: por parte del Partido Laborista, el ministro de justicia Jack Straw; por el Conservador, la Baronesa Sayeeda Warsi, ministra en la sombra de comunidades; por el Partido Demócrata-liberal, Chris Huhne, y, además de los políticos, la autora teatral Bonnie Greer.


Hay quienes consideran que con la elección de estos contertulios, claramente hecha con el objetivo de subrayar la diversidad de la sociedad británica, lo que han hecho es ponérselo en bandeja a Griffin para aparecer ante las clases más pobres blancas como su único portavoz.

La cosa está calentita y por eso la policía tomará medidas especiales de seguridad en los exteriores de la sede de la BBC este jueves, durante la grabación del programa.

En los Estados Unidos la famosa primera enmienda, la que ampara la libertad de expresión, llega hasta el extremo de permitir que se queme la bandera nacional, se haga apología del asesinato o se defiendan las ideas más surreales y estrafalarias. En el Reino Unido también existe una ley de libertad de expresión y el legendario Speakers'Corner en Hyde Park. Pero éste también es el país en el que el gobierno conservador prohibió no hace tanto -la prohibición terminó a mediados de los 90, con el proceso de paz- la voz de Gerry Adams, el líder del Sinn Fein (brazo político del IRA). ¡Ojo! sí se podía oir lo que decía, su discurso, pero doblado por un actor.


La semana pasada, en Question Time, fue precisamente el contertulio conservador quien esgrimió ese caso para defender la invitación a Griffin. El único beneficiado por taparle la voz a Adams, dijo, fue el IRA.

¿Hasta dónde debe llegar la libertad de expresión? ¿Incluir a Griffin en los debates es ofrecerle un altavoz que no se merece y propiciar que algunos oigan y abracen su discurso, o refuerza la democracia y al exponer y contrastar sus opiniones se le debilita? ¿Negarle la participación en un debate como un político más es evitar la difusión de discursos que fomenten el enfrentamiento social, o es mera censura, lo convierte en víctima y refuerza sus argumentos anti-establishment?

Seve y la relatividad

No juego al golf, ni soy aficionada a ese deporte, pero he vivido en los Estados Unidos y ahora vivo en el Reino Unido. En ambos países hay una gran afición al golf y en ambos países he podido comprobar la admiración y cariño tremendos que tienen por Severiano Ballesteros, Seve ("Sevi"), y la conmoción que supuso la noticia de que Seve tenía un tumor cerebral.

Anoche en la BBC One emitieron un programa de casi una hora dedicado a cómo Severiano Ballesteros ha afrontado su cáncer y cómo se está recuperando. La BBC estuvo anunciando el programa desde el día anterior en sus varias cadenas. Una prueba evidente, una más, de la notoriedad que Ballesteros tiene en este país y de, como decía, la admiración y el cariño que sienten por él.

El formato fue una entrevista en su casa de Pedreña hablando de golf, de la enfermedad, de la familia, de la vida, de su carácter, de religión incluso...con unos momentos de humor y otros de tristeza. En un momento determinado dijo que sentía haber tenido tantas novias en su vida y, sin embargo, estar ahora solo, algo que se le hace especialmente duro en las tardes de invierno.

Hubo también entrevista con uno de los doctores que lo han tratado, y todo el programa estuvo salpicado con archivo de los mejores y los peores momentos de su carrera y de varias fases del proceso de recuperación.

Fue el tipo de programa que los que somos del oficio detectamos que ha sido posible porque entre la cadena, el entrevistado y el entrevistador hay años de conocimiento, de relación, complicidad incluso; y en los que el entrevistador sabe de la materia, golf en este caso, casi tanto como el entrevistado.

En otro momento el entrevistor le pregunta si la gente de su entorno en España, empezando por su padre cuando vivía, era consciente de lo grande que era él en el golf, de que era alguien extraordinario en lo suyo, y Severiano Ballesteros comentó que en España, su familia, sus amigos, la gente en general, lo veían como una persona más normal que en el Reino Unido o en los Estados Unidos porque el golf era un deporte más minoritario, sobre todo en la época en que él empezó y triunfó.

Todo es relativo me dije. Cómo la dimensión de uno, la percepción que de uno tienen y el impacto de uno dependen del ambiente, el entorno, la burbuja en la que viva.

Pero mucho más importante que lo que yo pudiera pensar sentada en el sofá fue el mensaje de Severiano Ballesteros durante todo el programa: siempre que tengas la oportunidad de pensar, piensa positivamente. Y, sobre todo, su despedida: "sé que habrá personas que viendo este programa sentirán pena e incluso llorarán; que no lo hagan porque yo he tenido este percance ahora, pero comparado con la vida que he tenido y lo que tengo, no es nada, es un problema mínimo. Hay muchísima gente que tiene una vida y unas circunstancias mucho más duras que yo. Que no sientan pena por mí porque cuando tengo un mal momento tengo infinidad de momentos alegres, maravillosos a los que viajar con la memoria".

Os dejo con un pequeño extracto en la web de la BBC.

Gordon Brown, Hillary y el Alcoyano

Cuando yo era jovencita una frase corriente en España era "tener más moral que el Alcoyano". Y cada día que pasa es evidente que Gordon Brown tiene más moral que el Alcoyano. O ambición. O apego al poder.

Lo dijo y lo repite, que no es alguien que acepte un no por respuesta, ni tire la toalla fácilmente. En la Conferencia del Partido Laborista hace dos semanas dijo que era un luchador y que el partido no debía darse por derrotado y luchar. Y estos días, en que tenemos a Hillary Clinton por estas islas, a mí me dan ganas de decirle, Prime Minister, me recuerda usted a Hillary en las primarias, sólo que usted lo tiene peor. Mucho fight, mucho being a fighter, never giving up, pero...

Entiendo humanamente que él -como Hillary- sienta en su fuero interno que el destino no ha sido justo con él. Tantos años en la antesala esperando su turno, haciéndole el trabajo gris a la estrella carismática (Tony Blair) para que luego, cuando por fin -desde su punto de vista, y no es humor negro- Tony se va, a regañadientes y apurando la prórroga, pero se va, a él le estalla la crisis económica más grave desde la segunda guerra mundial y el cansancio que suele llegarle al electorado, a la ciudadanía, cuando un partido supera los diez años en el poder.

Gordon Brown y quienes lo apoyan reivindican el liderazgo de Brown en las medidas a tomar para reactivar la economía en esta recesión, pero nadie olvida que Brown ha sido el responsable de las finanzas desde hace doce años y que, cuando la vaca de la especulación financiera daba leche a expuertas, ya le parecía bien.

El Partido Laborista está dividido, no sabe qué es peor, si ir a las elecciones en primavera con Brown de cartel, o si cambiar de lider a pocos meses de la cita electoral. Pero es evidente que Gordon Brown va cuesta abajo haga lo que haga. Y no hay día sin sopresa, desagradable, para él. El fin de semana se supo que le han encontrado dos fisuras en la retina del ojo derecho, el único ojo con visión que tiene. Y amigos y enemigos llevan tiempo especulando con la salud como pretexto para que dimita.

Y hoy, en la vuelta al cole parlamentario, llega la carta del auditor sobre los reembolsos de gastos de sus señorías. Gordon Brown tiene que devolver 12.415 libras. La mayoría por reembolsos que recibió en concepto de limpieza de su casa particular y jardinería. Cuando se conozca el contenido de todas las cartas se verá que el suyo no fue el dispendio más alto, ni el más escandaloso, pero es otro revés porque de los tres líderes políticos es él, Gordon Brown, quien tiene que devolver más dinero.

Como decía aquél, no levanta cabeza. Pero tiene más moral que el Alcoyano.

El domingo Brown recibió a Hillary y a mí el encuentro me transmitió que entre ellos dos sí que hay química. Aunque sólo sea porque ambos sienten que el destino no ha sido del todo justo con ellos, con lo que creían merecer.

Hillary Clinton es agasajada estos días en Londres, Dublín y Belfast como madrina del Proceso de la Paz. Todo el mundo le agradece en público efusivamente su contribución (como primera dama y senadora) al proceso de Paz en Irlanda del Norte y yo tengo la sensación de que se recrean más de lo habitual al pronunciar la palabra Peeeaaaaaace... ¿Irá con segundas?


Guerra y paz. Blair, el arzobispo y un padre.

El viernes, mientras en Oslo anunciaban el Premio Nobel de la Paz, en Londres empezaba una ceremonia religiosa en honor de los muertos en la guerra de Irak. 179 británicos.

Fue un acto solemne con la máxima representación institucional. Congregados en la Catedral de San Pablo, la Reina, los príncipes herederos (Carlos y su hijo Guillermo), el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente iraquí Jalal Talabani. Y en la segunda fila, Tony Blair, el primer ministro que decidió no sólo participar en esa invasión, sino que fue el principal valedor de quien la ordenó, el presidente George W. Bush. Asistieron también una amplia representación militar y muchos familiares de los militares muertos en Irak.
Y en el púlpito, la máxima autoridad de la Iglesia Anglicana (después del monarca), el Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams. Hace siete años, cuando era evidente que se iba a ir a la guerra, el arzobispo se opuso y de ahí que su sermón, ante semejante congregación, fuera muy esperado. Y no defraudó.

Algunas de sus frases (traducidas por mí):

"Muchos de mi generación, y más jóvenes, crecimos preguntándonos si volveríamos a ver un conflicto internacional, entre ejércitos con armas convencionales. Empezamos a olvidarnos de la realidad de su coste. Y cuando ese conflicto apareció en el horizonte hubo entre los políticos y los comentaristas quienes fueron capaces de hablar de ello sin realmente medir el coste, el precio de la justicia. (...) El enemigo invisible puede esconderse en la tentación de buscar atajos en la búsqueda de la justicia, permitiendo que los fines justifiquen los medios, permitiendo que otros y no ellos paguen el precio, y negando las dificultades de los errores para salvar la cara en público".
El texto original se puede consultar aquí.


Como lectura eligió un pasaje de la carta de San Pablo a los Efesios (traducido, del inglés, por mí):

"Porque no luchamos contra la carne y la sangre, sino contra principados, contra poderes, contra gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra la debilidad espiritual en altos puestos".

En primera fila de los bancos, Brown y Talabani. En segunda, Blair. Durante toda la ceremonia Tony Blair mantuvo cara de póker. ¿Qué pensó? ¿Qué sintió?

El Daily Telegraph ofrece en su web una pequeño extracto de la ceremonia.

Tras la ceremonia religiosa hubo una recepción y en ella el padre de un soldado muerto se convirtió en noticia porque se negó a darle la mano a Tony Blair. Y además le dijo por qué: "no le doy la mano porque la tiene usted manchada de sangre".
No había cámaras, no sabemos si Blair mantuvo la cara de póker que le habíamos visto en la Catedral.

La BBC transmitió el oficio íntegramente en directo mientras que otras cadenas de infomación 24Horas iban alternando las conexiones con la noticia del día, ese premio Nobel de la Paz al presidente Obama.

Y cruzando las dos informaciones me dio por pensar: hace doce años un joven Tony Blair, al frente del Nuevo Laborismo, le ganó por goleada las elecciones a un Partido Conservador erosionado por los años Thatcher y el escaso liderazgo de John Major. En 1997 Blair despertó ilusión, su llegada al 10 de Downing Street fue una bocanada de aire fresco en la política y la vida pública británicas. Fueron los años de la Cool Britannia. Blair era cool, Londres volvía a ser cool, Britannia era cool... Y sin embargo...

What?!!

Hoy iba a escribir sobre el discurso de David Cameron en la conferencia anual del Partido Conservador, pero en éstas he visto el titular de la BBC, "Obama wins 2009 Nobel Peace Prize", y no he podido reprimir un What?!!

¿Qué? ¿Cómo? ¡¿El Nobel de la Paz para Barack Obama?!

Tampoco he podido reprimir -como se puede comprobar- el cambiar el tema del post.

Superada la sorpresa, dos pensamientos me han venido a la cabeza:

1-With all due respect, señores del Nobel, ¿no es un poco precipitado y excesivo?

2-¡Lo que les faltaba a los republicanos en los Estados Unidos para despotricar del Comité de los Premios Nobel! La derecha estadounidense está completamente escandalizada por los Nobel a Jimmy Carter y a Yaser Arafat.

Siempre olvidan que Henry Kissinger también está en la lista de los galardonados con el Nobel.

En 2007 vino el Nobel para Al Gore y la reacción de los republicanos fue ¡por si quedaban dudas de que los del Nobel son una panda de progres, out of touch y anti-americanos! Y a su vez fue para ellos la confirmación de que Al Gore era otro progre out of touch y anti-americano, o casi. Me imagino que el Nobel a Obama lo habrán recibido igual. O peor. Y creo que, políticamente en los Estados Unidos, ni le hacía falta a Obama, ni, posiblemente, le haga ningún favor. Será para muchos la confirmación de que no es "americano" del todo, no es "fetén", no es de fiar.

En 2005 premiaron a Mohamed Al Baradei, de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Fue evidente que el premio era toda una declaración contra la invasión de Irak. El tiempo y la realidad han dado la razón al Nobel y a Al Baradei porque las armas de destrucción masiva no eran razón para invadir Irak.

Puede que dentro de cuatro u ocho años la realidad diga que el Presidente Obama ha contribuido a la paz mundial. Pero, de momento, tiene aún dos guerras, Irak y Afganistán, que no se sabe cómo, ni cuándo van a terminar; un proceso de paz en Oriente Próximo que no se sabe ni cómo, ni cuándo...y quién sabe qué más puede ocurrir en cuatro u ocho años.

Jubilarse a los ¿60? ¿65? ¿66? ¿67?...

Lo primero el dato actual. En el Reino Unido la edad de jubilación está en los 65 años, para los hombres, y 60, para las mujeres. Yes, se jubilan a edades distintas. Ladies, first. No faltan hombres que señalen la incongruencia de que las mujeres dejen de trabajar antes cuando son, sin embargo, más longevas que los hombres.

Y ahora a lo que iba. En la Conferencia del Partido Conservador, George Osborne, el ministro de finanzas en la sombra (es decir, el designado para ese cargo por el principal partido de la oposición), ha anunciado que si ganan en primavera, como predicen todas las encuentas, subirán la edad de jubilación a los 66 a partir del año 2016. Bueno, en el 2016, para los hombres, y en el 2020, para las mujeres.

No es un cambio revolucionario, es un adelanto de diez años sobre el calendario aprobado por el actual gobierno laborista. El plan actual es, para los hombres, a los 66 a partir del 2026, a los 67 a partir del 2036, a los 68 a partir del 2046 y así sucesivamente...
Y para las mujeres: a los 61 a partir del año que viene, a los 62 a partir del 2012, a los 63 a partir del 2014, a los 64 a partir del 2016...

Osborne y los conservadores dicen que con su plan se ahorrarán 13 mil millones de libras al año.

Algo hay que hacer para reducir el déficit público, calculado en 175 mil millones de libras para este año. Y la lógica de las pensiones es que las pensiones y los costes de los jubilados los pagan en parte los trabajadores en activo, por lo tanto los dos grupos tienen que estar equilibrados, no puede ir creciendo uno, mientra el otro no lo hace porque el invento no se aguanta. Una delegada tory decía hoy para justificar la medida que cuando se puso la jubilación a esa edad muchos de los potenciales beneficiarios se morían antes de jubilarse o vivían poco más allá de los 65. No es el caso de hoy en día.

Y es el signo de los tiempos que se nos avecinan, o echan encima, más bien. Hace tiempo que tengo la sensación de estar en una generación de transición. Muchos de la generación inmediatamente anterior se han visto afectados por un ERE en distintos sectores que los ha jubilado cuando estaban en la cincuentena, pero a quienes estamos en la cuarentena es posible que nos efecte ya lo contrario, seguir trabajando hasta los 66, 67, 68...

¿Queremos a Tony Blair de Presidente?

La pregunta va dirigida, en especial, a los ciudadanos europeos.


Con el rotundo Sí (a la segunda) de los irlandeses, el Tratado de Lisboa parece ya mucho más cerca de entrar en vigor, pendiente sólo del recurso constitucional en la República Checa. Si la luz verde checa se produce antes de una muy posible victoria conservadora en el Reino Unido*, puede que tengamos Tratado antes de que acabe el año. Y entonces tendremos un nuevo cargo, el de Presidente de la Unión Europea, el famoso número de teléfono al que llamar para hablar con Europa, como reclamaba hace treinta años Henry Kissinger para poder tomarse Europa en serio.

Y la prensa británica, sobre todo la conservadora, se ha ocupado mucho de ello este fin de semana porque Tony Blair es el mejor colocado para convertirse en el primer Presidente de Europa.

¿Presidente Blair? ¿Un británico presidiendo la Unión Europea? ¿Rechazado en su país, reciclado en Europa? ¿El líder que dio cobertura diplomática e intelectual a la guerra de George W. Bush, que tanto indignó al corazón de la Unión Europea (Francia y Alemania), la "Vieja Europa" de Donald Rumsfeld?

El Daily Mail recoge la oposición de los Conservadores -y euroescépticos- británicos a ese nombramiento.


Y en el Times, William Hague (derrotado por Blair en 2001 y actual ministro de exteriores en la sombra) ya ha salido al ataque en una entrevista. Tener a Blair de presidente, dice, es lo peor para vender Europa a los británicos .


Para el Daily Mail, uno de los tabloides furibundamente euroescépticos y más que Blairescéptico, el nombramiento de Blair sería "el insulto máximo".

¿Y en Irlanda, ya que estoy aquí, qué dicen?


De todos los primeros ministros que ha tenido el Reino Unidos, Tony Blair es el más "irlandés" sin duda alguna: con él se alcanzaron los acuerdos de paz en Irlanda del Norte, su madre era irlandesa y sus hijos tienen la doble nacionalidad (y según su esposa, la hija prefiere viajar con pasaporte irlandés) y, lo máximo, Tony Blair, inglés, se ha convertido al catolicismo, la religión de su mujer y en la que se han educado sus hijos.

(*) David Cameron ha prometido que si para cuando llegue al poder (dan por buenas las encuestas y cuentan con ganar en primavera) el Tratado no ha sido ratificado por los 27 países, convocará un referendum y, en ese caso, nadie duda de que ganaría el NO. En la Conferencia del Partido Conservador que empieza algunos tories pedirán el referendum, aunque el Tratado ya esté ratificado.


Miguel Ángel Idígoras


El título de este blog “London.es” no es más que una declaración de intenciones. La realidad de esta ciudad británica –que para muchos es la menos británica de las ciudades británicas- y de un país pero desde la perspectiva de un español.
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