9 posts de noviembre 2009

La independencia de Escocia

Esta mañana Alex Salmond, el primer ministro de Escocia, del partido nacionalista escocés (SNP), ha presentado su propuesta para celebrar el año que viene un referendum sobre la independencia de Escocia.
Alex Salmond ha hablado de cuatro opciones que tienen los escoceses:

1-Status quo, seguir con la autonomía que tienen ahora
2-Más competencias.
3-La máxima autonomía posible (Devolution Max). Todas las competencias salvo Defensa y Exteriores.
4-Independencia.

La actual autonomía de Escocia forma parte del proceso de Devolution que llevó a cabo el gobierno laborista de Tony Blair al poco de llegar al gobierno.

La Escocia independiente que plantea el SNP mantendría la monarquía (como la siguen manteniendo Canadá o Australia), la libra esterlina, no pediría pasaporte a los ciudadanos del Reino Unido y seguiría en la Unión Europea.

La noticia, como todo lo que he visto aquí referente a una posible independencia de Escocia, se trata en los medios británicos y por parte de los políticos con una serenidad que no puede menos que producir envidia a quien viene de otro contexto político. Exponen los argumentos de los independentistas y de los unionistas, y hablan de Escocia como una nación (independiente o no) sin estridencias como llevan años haciéndolo. Eso no quiere decir que falte contundencia en la convicción de las respectivas posturas, en absoluto, es simplemente (¡simplemente!) que en esta isla se pueden tener esos debates, y otros, sin perder las formas.

El debate hoy se plantea sobre todo en términos pragmáticos. Económicos. Quienes defienden la unión dicen que la crisis ha demostrado que Escocia sale ganando al estar en el Reino Unido y ponen como ejemplo el rescate de los bancos RBS y HBOS. Los independentistas replican que con todas las competencias les sería más fácil tomar medidas económicas y disponer de sus recursos.

Tal vez ayude a esta envidiable frialdad en el debate el desinterés y la incredulidad que reinan entre muchos británicos. Con las cifras de hoy en la mano la celebración misma del referendum parece improbable porque el SNP no tiene suficientes votos en el Parlamento de Escocia. Sólo cuenta con los votos del SNP y de los verdes, y son menos que los de los otros tres partidos juntos (Laborista, Conservador, Demócrataliberal) que han dicho que se opondrán a la convocatoria de ese referendum.
Algunos unionistas reclaman más interés en el debate por parte de los ingleses porque, advierten, una Escocia independiente es más posible de lo que parece.

En caso de que se celebrara el referendum, las encuestas dicen que ganaría el No. El apoyo a la independencia, según los sondeos, está entre el 30 o 40%. Interesante, que no sorprendente, es la convicción de que si el próximo gobierno británico es conservador, algunos votantes del No se replantearán el voto. Uno de los argumentos -como ocurrió durante los gobiernos de Margaret Thatcher- es que los conservadores nunca ganan en Escocia y por eso muchos escoceses consideran que el Partido Conservador no tiene legitimidad para gobernar Escocia desde Londres.

Alex Salmond quiere presentar el proyecto de ley de referendum en enero, dentro de poco más de un mes y, en caso de que se apruebe, convocar la consulta para el 30 de Noviembre, dentro de un año.


Algunos artículos relacionados: http://www.bbc.co.uk/programmes/b00mv9yb

http://news.bbc.co.uk/today/hi/today/newsid_8380000/8380464.stm

PD Durante todo el día he tenido problemas para mandar mis propios comentarios al blog. Los gestores de la web lo saben y esperamos que pronto se solventen estos percances. Por eso respondo aquí a una petición de El Lobo en el post anterior.
Lobo, http://www.poverty.org.uk/ En esa web se encuentra el seguimiento pormenorizado de varios índices de riqueza, por edades, lugares, ingresos, educación. Muy pormenorizado. El resumen, que puede consultarse en http://www.poverty.org.uk/findings/uk%20findings%202008.shtml , es que, en general, los datos tomados a partir de 2003 han empeorado respecto a los tomados en el período 1997-2003.

Britain en manos de otros

Que me corrijan quienes conocen mejor que yo la sociedad británica, pero esta recién llegada percibe entre los británicos un sentimiento de decadencia, de frustración, de constatar que ya no tienen en el mundo la relevancia que tenían, que pierden soberanía por todas partes, por la Unión Europea, por Washington, por la economía...El sentimiento lo describiría con un "¡Con lo que hemos sido! ¡Quién nos ha visto y quién nos ve! ¿Cómo nos puede pasar esto a nosotros?" Y como son muy pragmáticos algunos empiezan a proponer dar el gran salto y fichar a extranjeros para gobernar.

Si me acompañan, me extiendo en los ejemplos...

Bush's poodle
"Perrito faldero" de George W.Bush es el apodo que la prensa británica -tan dada al titular con garra y al apodo, casi siempre peyorativo- le puso a Tony Blair. Pero el apodo vale también para describir cómo sienten muchos británicos su relación con el nuevo Imperio (¡sus antiguas colonias!). En posts anteriores ya he comentado como tanto en la guerra de Afganistán como en la investigación sobre cómo se decidió la invasión de Irak aflora una y otra vez la dinámica entre el gobierno británico y el estadounidense. Como si a Londres no le quedara más remedio que complacer a Washington e intentar vender las decisiones impuestas de la mejor forma posible a sus ciudadanos.

Para muchos el último ejemplo es la decisión del ministro de Justicia británico de extraditar a los EEUU al "hacker" Gary McKinnon, reclamado ahí por haber entrado en los sistemas informáticos de Defensa y de la NASA. Gary McKinnon sufre el síndrome de Asperger, que aquí describen como una forma de autismo. Su madre dice que, si lo extraditan, es muy probable que se suicide, y acusa al gobierno británico de "tener miedo a llevarle la contraria a los EEUU". Los críticos señalan hoy que el tratado de extradición con los EEUU favorece...a los EEUU.

Pero no son sólo los EEUU
Jeff Randall, uno de los muchos periodistas económicos que tiene Londres, dedica hoy su artículo en el Daily Telegraph a denunciar que apenas quedan empresas británicas emblemáticas dirigidas por británicos. Ejemplos que cita, British Airways la dirige un irlandés, la marca de chocolate Cadbury, un estadounidense; Vodafone, un italiano; Burberry, una estadounidense, y, el último golpe, el nuevo jefe de Marks&Spencer será un holandés. El problema se agrava -escribe Randall- porque parece que la globalización funciona sólo en un sentido ya que es difícil encontrar británicos al mando de empresas no británicas. Y cita al Banco Santander, que acaba de asumir varios bancos británicos y sigue estando dirigido por un español.

Interesantes son las dos posibles explicaciones que encuentra Randall:
-Que los británicos prefieren trabajar en los bancos e instituciones financieras de la City porque ganan más dinero y no están -o estaban habría que decir- sometidos a la exposición pública y crítica que tienen los empresarios.
-Que como el inglés es la lingua franca de hoy, quienes tenemos otras lenguas maternas sentimos la necesidad de apender inglés, mientras que los angloparlantes no sienten necesidad de aprender otras lenguas. Y esa aparente ventaja se les vuelve en contra. En el caso de Marks&Spencer, explica su manager saliente, Sir Stuart Rose, es que la prioridad a corto plazo es expandirse internacionalmente y para ello todo son ventajas en un manager holandés capaz de hablar, además de neerlandés, inglés, alemán, francés y español.

Jeff Randall, ¡cómo no!, cita el fenómeno de los extranjeros que entrenan equipos deportivos británicos e, incluso, la selección inglesa de futbol, y se plantea que tal vez sería bueno importar también políticos para el gobierno. "Los canandienses han logrado reducir el déficit de manera impresionante. Imagínense si pudiéramos cambiar a Gordon Brown por Stephen Harper. A mí me parece un buen negocio". Y no es el primero al que le leo u oigo la reflexión.

Lo dicho, quién los ha visto y quién los ve.

¿Por qué Blair nos metió en la guerra de Irak?

Ése no es el título oficial, el título oficial es Iraq Inquiry, una investigación sobre Irak. Y su cometido, ha recordado el Presidente de la comisión, Sir John Chilcot, al iniciar hoy las sesiones: "esto no es un Tribunal de Justicia, aquí no se juzga a nadie, a nosotros no nos compete decir si alguien es culpable o inocente".

Ese alguien en la mente de todos es Tony Blair, el primer ministro que metió al Reino Unido en la guerra y fue el principal aliado de George W.Bush en la invasión de Irak y asumió, además, darle una cobertura intelectual y moral entre quienes se la negaban a George W. Bush.

El objetivo de esta investigación es "entender" cómo y por qué se tomó esa decisión, cómo se ejecutó esa invasión, qué fallos hubo, y que los errores de Irak sirvan de lección para futuros gobiernos.

Pero una cosa es el objetivo oficial y otra, el interés. Y el interés es que ésta -la quinta investigación relacionada con la guerra de Irak que se hace en el Reino
Unido- será la más exhaustiva y en buena parte pública (en contra de lo que quería el gobierno de Gordon Brown) y que en el banquillo no penal se sentará Tony Blair, una comparecencia que se espera para principios de año. La investigación será larga, esperan presentar las conclusiones dentro de un año, a finales del 2010 o principios del 2011.

La primera sesión ha estado dedicada a recomponer el panorama en el año 2001. ¿Qué pensaban el gobierno Blair y el recién estrenado gobierno Bush de la efectividad de las sanciones a Sadam Hussein? Por los testimonios de los tres testigos -personas que en el 2001 tenían cargos en exteriores o los servicos de inteligencia-, Londres y Washington compartían el descontento. El panorama que han descrito es: Sadam se estaba enriqueciendo con el programa "petróleo por alimentos", usaba las sanciones como excusa de los males de la población, y entre algunos de los países de la región y en otros europeos se debilitaba el miedo a la amenaza que Sadam significaba. Un sector del gobierno Bush era escéptico respecto a la utilidad del trabajo de los inspectores de la ONU en Irak y hablaba ya de cambio de régimen.

La cuestión de fondo es si la justificación oficial, defendida en el Parlamento y ante los ciudadanos, la amenaza que suponían las armas de destrucción masiva y el fracaso de la política de contención de Sadam Husein, fue la razón de verdad, sincera, o una excusa a conciencia para defender ante la opinión pública una decisión tomada con anterioridad, derrocar a Sadam Hussein.

También se investigará si los preparativos militares se retrasaron para que no trascendiera a una opinión pública hostil que se estaba preparando la guerra y, como consecuencia, la misión militar se resintió.

Y en el ambiente está lo de siempre, la relación del Reino Unido con los Estados Unidos y hasta qué punto la política exterior de Londres, del gobierno Blair en este caso, está supeditada a complacer a los Estados Unidos y ser su principal aliado.

Las sesiones públicas -serán secretas cuando consideren que así lo requiere la seguridad nacional- se pueden seguir en directo en internet: http://www.iraqinquiry.org.uk/


Hay bastante escepticismo respecto a esta investigación porque los cinco miembros de la comisión han sido designados por el gobierno y porque entre ellos no hay ningún juez, ni experto en materia jurídica, de lo que se deduce que no entrará en si la decisión de invadir Irak fue legal o no.
Afua Hirsch, la especialista en asuntos jurídicos del Guardian dice hoy que adónde hay que mirar es a Holanda, a la investigación que se está llevando a cabo ahí porque es más incisiva que la que ha empezado en Londres y puede arrojar más luz sobre el papel del gobierno británico.

En Holanda hacen esa investigación porque el primer ministro Jan Peter Balkenende fue uno de los que se sumaron a la guerra de Bush y Blair.

Decepción, alivio, desconcierto, victoria, dudas, arrogancia...

Decepción por parte de algunos británicos porque tal y como se veía venir la Unión Europea le ha dicho a Tony Blair, parafraseando a Sarah Palin, "thanks, but no thanks".
Y decepción también porque consideran que pudiendo apostar por un Presidente estrella, que no necesite presentaciones cuando viaje por el mundo, al que todo el mundo le preste atención y, como dijo David Miliband, pare el tráfico allí donde vaya, la UE ha elegido a un político sin carisma, que no eclipse a los primeros ministros y presidentes de los países miembros. Un euroburócrata, que dicho aquí, en el Reino Unido, equivale prácticamente a un insulto.

Alivio, porque, como ya comenté en otro post, muchos británicos no querían un Presidente Blair ni en pintura.

Desconcierto al saber que la persona consensuada para "ministro de exteriores" de la Unión Europea es británica, pero no es David Miliband (¿llegará a primer ministro?), sino Lady Ashton, la Baronesa Catherine Ashton, Cathy para quienes la tratan.

Desconcierto porque no es muy conocida en el Reino Unido. En el gobierno laborista ha tenido cargos vinculados a cuestiones sociales, de derechos humanos y de igualdad. Hace dos años la nombraron presidenta de la Cámara de los Lores, donde logró que se aprobara el Tratado de Lisboa, y el año pasado cuando Gordon Brown rescató a Peter Mandelson la eligió a ella para substituir a Lord Mandelson como Comisario europeo de Comercio.

Victoria porque el Reino Unido, a pesar de no estar en el Euro, ni en Schengen, ha logrado uno de los dos puestos más importantes de la nueva Europa. Además de la cartera de exteriores, Lady Ashton será vicepresidenta, y algunos incluso dicen que tendrá más poder ejecutivo que el presidente Rompuy. Lo he dicho en el Telediario, los británicos son más pragmáticos que euroescépticos, y son muy euroescépticos. Puede que no les acabe de gustar este club, pero ya que están intentan sacarle partido.

Dudas porque en ese ánimo de sacarle partido a la UE han logrado el segundo premio, pero se quedan sin cartera económica, que es lo que más les importa de este club europeo. Y no saben si han hecho buen negocio.

Arrogancia. La que se desprende del tono en que la mayoría de medios de comunicación y algunos políticos se refieren desde hace semanas a la posiblidad de que la Unión Europea la presida un político luxemburgués, holandés o belga. "Algún político que nadie conoce, con gafas sin montura, de un país pequeño del Benelux" leí hace unos días en uno de los periódicos "serios". De los tabloides, los sensacionalistas, mejor ya ni hablemos. Y uno de los ejemplos cumbre de esto que comento fue la pieza "simpática" que emitieron anoche (el miércoles por la noche) en el Newsnight, uno de los informativos de referencia de la BBC, conducido por una de las "vacas sagradas" del periodismo británico, Jeremy Paxman.

No puedo traducirlo entero, pero resumiré diciendo que intentaba presentar a Herman Van Rompuy al público británico de manera desenfadada, "fresca" como dicen ahora algunos, y contenía todos los tics de cuando "los grandes" caricaturizan y se permiten hacer chascarrillos sobre "los pequeños". Desde los tópicos más conocidos de Bélgica (aunque se olvidan de ¡JACQUES BREL! y el Manneken Pis, y -como me recuerda un amigo mío belga y ciclista- de ¡EDDY MERCKXS! y las patatas fritas), hasta cómo pronunciar el apellido Rompuy porque, claro, los grandes parten de la base de que lo que a ellos les parece raro es raro. Y para que conste, me dice mi amigo belga que Rompuy no se pronuncia como dice la BBC.

Una suele sentarse delante de la pantalla con reverencia y dispuesta a tomar apuntes ante la BBC, y a menudo aplaude y se muere de envidia, pero hay algunas veces en que...

Dejo aquí el enlace con la pieza a la que me refiero:

http://news.bbc.co.uk/1/hi/programmes/newsnight/8368021.stm

Y para compensar, y porque me apetece, un poco de Jacques Brel. En francés y flamenco.


British Macho

Como consideración previa recordaré la obviedad, que han sido la lengua castellana/española y la cultura hispana (en sentido amplio) quienes han exportado al resto del mundo la palabra "macho". Por algo será.

Dicho esto paso a lo que quería contar. La vigencia -según lo que cuentan artículos y libros que he leído recientemente- de actitudes machistas en las finanzas y la política británicas.

Un par de reportajes recientes relatan cómo las mujeres que trabajan en la City, el Wall Street londinense, son acosadas doblemente, por el acoso verbal y físico, y por tener que seguir prácticas del tipo acompañar al cliente a un club de strip tease o locales parecidos, o suministrarle prostitutas con tal de cerrar tratos y hacer negocio. Y que, si se quejan, la respuesta suele ser "perdona, bonita, pero los negocios se hacen así. Si no estás dispuesta a seguir la costumbre, busca otro trabajo". Unas respuestas, hay que decirlo, que les dan no sólo hombres, sino también algunas mujeres que las han precedido en esos ambientes profesionales.
También denuncian que es bastante habitual que las mujeres tengan salarios inferiores porque se supone que se van a entregar menos que los hombres al todo por el negocio y, lo de siempre, que van a quedarse embarazadas y tener hijos.
El resultado es que algunas economistas que están en la treintena acaban por tirar la toalla y otras, unas pocas, están empezando a denunciar en los tribunales acoso sexual.

Irónicamente en el último año se han publicado varios informes que sostienen que hay un vínculo directo entre la testosterona y las inversiones de alto riesgo que nos han llevado a esta crisis; y que si hubiese habido más mujeres en Wall Street y la City, igual, tal vez, nos habríamos ahorrado la juerga y la resaca financieras.

En la política y, según los testimonios, sobre todo en el partido conservador, el de Margaret Thatcher, se sigue viendo con recelo la participación de las mujeres. David Cameron, el candidato a primer ministro y capitán de la "modernización" de los tories, está promocionando la presentación de más mujeres candidatas en las próximas elecciones, pero las agrupaciones locales no acaban de comulgar con el líder porque lo consideran una imposición desde arriba, pero también por algo que huele a machismo. Preguntado un cargo del partido por esa iniciativa de Cameron respondió que estaba de acuerdo "si las mujeres eran atractivas". The Times publicó este fin de semana varias anécdotas del estilo, como la del marido de una candidata a quien le preguntaron cómo se lo haría sexualmente mientras su mujer estuviera en Londres, en el Parlamento.


En 1997, con la victoria de los Laboristas, la presencia femenina en el Parlamento pasó de testimonial a notable. 120 mujeres en la Cámara de los Comunes. A esas parlamentarias la prensa las bautizó como las Blair babes, algo así como "las titis de Blair", las "nenas de Blair". Repito, año 1997. Y esas mujeres se encontraron con un Parlamento hecho a medida de los machos, donde las sesiones eran por la tarde y se prolongaban a veces hasta la madrugada con notables ingestas de alcohol por el camino. El lenguaje y las maneras, según denunciaron, eran más propios de borrachos en una taberna que de "miembros honorables" en el Parlamento.
Cuentan algunas de ellas que cuando se levantaban y tomaban la palabra algunos colegas hombres se restregaban sus pechos con las manos en alusión a las glándulas de las parlamentarias. Cuando lo denunciaban se encontraban a menudo con la respuesta de que "el parlamento y la política son así. Si no estás dispuesta a aguantarlo, dedícate a otra cosa"

Tal vez yo estoy pecando de ingenua al pensar que se pueden hacer negocios sin fomentar las prácticas mencionadas, y tal vez no sé apreciar el legendario ambiente bronco del Parlamento de Westminster. Tal vez.

Por generación yo estoy a caballo entre el feminismo y lo que se ha dado en llamar "post-feminismo". No estoy convencida de que el mundo gobernado por mujeres fuese mejor porque ya ha habido, y hay, mujeres gobernando y en algunos casos los resultados no son ejemplares. Y he sido, y soy, testigo de cómo algunas mujeres denuncian como machismo lo que es simplemente constatación de su ineptitud, pero hay comentarios y actitudes que me resultan de un sexismo grotesco.

Insisto, unos exportaron la palabra "macho" y arrastran la fama, y por algo será. No hace tanto, unos trece años, un portavoz del gobierno español con motivo del 18 aniversario de la Constitución dijo aquello de que "si fuera una niña, se pondría de largo..." Y hace sólo unos meses un periódico insigne español consideró que la foto de portada de la visita de Estado del Presidente de la República Francesa era la de dos culos de mujer. Pero eso no quiere decir que otros no estén a ese nivel y a veces, incluso, lo superen.

Lo bueno de lo "políticamente correcto" es que hace que muchos que no van a cambiar de mentalidad tienen que aprender, por lo menos, a morderse la lengua. Y eso vale para el sexismo, pero también para otros "ismos" y fobias en todas partes.

Belfast 2009

Hay nombres evocadores. Belfast evoca violencia, conflicto, troubles. Por lo menos a una generación que crecimos oyendo en la radio o en la televisión crónicas casi diarias de violencia, de atentados, de muertos en Irlanda del Norte.

Recuerdo que cuando salió el "single" Belfast de Boney M yo, una adolescente que aún no sabía inglés, no entendía cómo una canción discotequera podía llevar un nombre que yo asociaba a tragedia diaria. ¿Cómo se puede bailar alegremente aludiendo a una ciudad en la que cada dos por tres hay enfrentamientos y muertos?

He visitado Belfast, si no he contado mal, cinco veces en veinte años. Han sido casi siempre visitas cortas, de turismo o trabajo. Tiempo insuficiente para conocerla, pero suficiente para ver su evolución. He visto Belfast con las tanquetas del ejército británico patrullando el centro con el ojo en la mirilla y el dedo en el gatillo. He visto Belfast desértica, completamente vacía y cerrada a cal y canto un domingo por la tarde. Nosotros -tres turistas- y los soldados de la tanqueta éramos las únicas almas que había por la calle. He visto el hotel Europa cerrado, con los cristales rotos y medio derruido. Lo he visto algo más entero, pero cerrado.
Y luego he visto Belfast libre de tanquetas, libre de barreras para cerrar las calles...He visto el Hotel Europa reformado y abierto. En una ocasión me hospedé en él y cada vez que entraba en el vestíbulo y me dirigía a mi habitación sentía emoción, la emoción de la supervivencia, de la victoria sobre el pasado siniestro, de, con mi presencia, estar contribuyendo a dar un paso adelante en la historia dolorosa de esta ciudad, de esta parte de isla.

Esta vez no he dormido en el Europa, pero he cumplido con la peregrinación de cada visita y he comprobado que ya no es una peregrinación sólo para mí. El Europa se ha convertido en un landmark turístico, con su cartel municipal que lo destaca y explica la razón: es el hotel más bombardeado de Europa, dan la cifra de 40 atentados.

Y desde ahí, siguiendo la peregrinación, me he acercado a la entrada de Falls Road, la arteria principal de uno de los barrios católicos, separado por un muro (oficialmente, peace line) del contiguo Shankill Road, protestante. Y de repente algo me ha despistado, no he visto el enorme mural con la Virgen María que marcaba la entrada a esa zona católica. ¿Me habré confundido? No, porque ahí está el inconfundible rascacielos de tonos rojos, lo que ocurre es que ése es uno de los muchos murales sectarios que han desaparecido dentro de la campaña para mejorar la convivencia entre las dos comunidades. Hay incluso una web que informa del estado de los murales, los que siguen presentes y los que han desaparecido en aras del proceso de paz. El muro, la peace line, sigue. No encuentro a la Virgin Mary, pero una manzana antes, en la pared de una escuela, me encuentro un mural de la nueva hornada, éste:



Lo más espectacular de la última década en Belfast, desde los acuerdos de paz, es cómo ha cambiado la fisonomía del centro de la ciudad y del río. Hay incluso una cúpula que recuerda la del Reichstag.

Se han abierto tiendas, galerías comerciales y restaurantes sofisticados y se han creado espacio nuevos de disfrute ciudadano y edificado auditorios, hoteles...una serie de inversiones que indican que la ciudad es más segura y próspera. Otra prueba, es una ciudad que atrae inmigración.


Y sin embargo...

En cuanto me he alejado cinco minutos del centro he vuelto a sentir esa cosa inhóspita en el ambiente. "Ha cambiado visualmente el centro, pero soterrado sigue mucho odio" me comenta uno de los camarógrafos de Belfast a quien le cuento mis impresiones en el breve paseo que he dado en un momento en que he podido escaparme de los juzgados (que es donde está la información que vine a cubrir).
Paseo y me cruzo con miradas tristes, derrotadas, hopeless. Esas chicas de menos de veinte años empujando carritos con uno o varios hijos..."Persite la pobreza en Irlanda del Norte. El doble que en Gran Bretaña" titula el Belfast Telegraph el jueves. Una quinta parte de las familias en Irlanda del Norte sufren pobreza crónica, mientras que en la Gran Bretaña son sólo una décima parte.

Belfast 2009, tan cambiada y tan igual.

Muros y otros fardos de la historia

Escribo desde Belfast y éste es, tal vez, un post raro. No sé. Será el tiempo, la edad, las circunstancias.

La semana empezó con la celebración de la caída del muro de Berlín. Lo seguí por la tele, por la BBC, esa imagen elocuente de la canciller Angela Merkel, una Ossie, flanqueada por los representates de los poderes que controlaron el Berlín dividido: Rusia, los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

Y hoy, otra imagen elocuente. A la hora 11 (hora de París) del día 11, del mes 11, Merkel ha sido la primera canciller alemana en copresidir en París, bajo el Arco del Triunfo de los Campos Eliseos, junto a la tumba del soldado desconocido y con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, los actos de conmemoración del Armisticio de la Primera Guerra Mundial , la rendición de Alemania.

Han hablado los dos. Cada uno en su lengua. Y en una lengua que aún hace torcer el gesto a media Europa cuando la oye Merkel ha dicho que el pasado no se puede deshacer, pero se puede superar, reconvertir. Ambos han hablado de amistad. Al principio han sonado los himnos de Francia y de Alemania. Y tras las palabras, firmes, los dos, el Presidente de Francia y la Canciller de Alemania, han escuchado el himno...de Europa. La oda a la Alegría de Beethoven. La BBC ha transmitido parte de la ceremonia y cuando ellos han desconectado yo me he ido a seguirla por la web de France2.

Y me he acordado de aquella otra imagen, François Mitterand y Helmud Kohl, los dos juntos, cogidos de la mano, en Verdun. Fue en 1984, hace 25 años. Aún estaba el muro en pie y, sí, lo recuerdo perfectamente.


El eje París-Berlín (o Bonn) es hoy sinónimo de paz y de construcción europea. ¡Las vueltas que da la vida! Y ante tanta celebración emotiva y significativa una siente la tentación de sentirse optimista, incluso eufórica...

...Pero llega la hora 11 (hora de Londres) y bajo a la calle porque está esperando el taxi para llevarnos al aeropuerto. Entro en el taxi maleducadamente, sin dirigirle la palabra al taxista para no alterar los dos minutos de silencio que muchos observan en la calle en ese momento, otros muchos, no...

Y en el taxi -después de saludar al taxista- repaso los periódicos, que me recuerdan que hay otros muros que no caen, sino que crecen. Que me hablan de las reticencias de Merkel a los acercamientos de Sarkozy, y del temor de los franceses a que Alemania mire cada vez más hacia el Este y menos al Oeste. Y que el eje realmente importante en estos momentos es el eje Pekín-Washington...

Y me da, una vez más, por comparar el peso relativo del fardo de la historia en los Estados Unidos y en Europa (las transiciones vitales, ya lo comenté, me llevan un tiempo), el uno les permite estar mirando siempre al futuro, el otro no nos deja apartar la mirada del retrovisor.

Y lo sigo pensando porque el taxi me lleva al aeropuerto para volar a Belfast, una ciudad con muros. Aún en pie. Muros para defender a unos vecinos de otros. Hace apenas unos días la Comisión Independiente que hace el seguimiento de la situación en Irlanda del Norte presentó un informe en el que constata que ha subido el nivel de violencia y amenazas en Irlanda del Norte. El nivel más alto en seis años. Se avanza (¡quién ha visto Belfast hace 20 o 15 años y quién la ve ahora!), pero el lastre es pesado...Y yo he venido a Belfast para cubrir una noticia relacionada con España y con ETA, la petición de extradición de Iñaki de Juana Chaos...

...Y en esta tarde-noche lluviosa y fría (¡qué raro!) de Belfast me siento muy vieja y cansada. Muy europea.

PD A la pregunta que varios me hacéis en mensajes, no, yo no soy la blogmaster.

¿Qué hacemos ahí?

Ahí es la guerra de Afganistán. Y es la pregunta que cada vez se hacen más británicos. Sobre todo a medida que aumenta el número y la frecuencia de militares británicos muertos, 230 van desde que empezó la guerra hace ocho años. Y este último año ha sido el más mortífero desde la guerra de las Malvinas/Falklands.

Y la pregunta se ha hecho con especial insistencia y relevancia este fin de semana en que, como comenté en un post anterior, se ha celebrado el Remembrance Day, el día de recuerdo y homenaje a los caídos.

La portada de The Independent de este domingo es así de contundente: Time to leave (la hora/el momento de irse).

Y contundente es también el sondeo de Com Res para la BBC, que se ha publicado este domingo : casi dos tercios, un 64%, de los ciudadanos británicos considera que la guerra de Afganistán no se puede ganar, y un 63% pide que los soldados británicos vuelvan cuanto antes. El gobierno ha anunciado el envío de 500 más.

Según el Sunday Telegraph, hay frustración y división dentro del gobierno y cita a un miembro del gabinete diciendo esto: “No fuimos a esta guerra para crear un nuevo estado afgano. Lo que queremos es irnos. Hay problemas. Todos los asesores indican que hay un vínculo entre nuestra misión ahí y nuestra seguridad nacional, pero en el día a día nadie sabe por qué estamos ahí. “

La semana pasada un antiguo cargo de exteriores con los laboristas y asesor del gobierno en materia de seguridad, Kim Howells, pidió que empiece la retirada escalonada del grueso de los 9.000 soldados que el Reino Unidos tiene en Afganistán.

Por todas estas razones el primer ministro, Gordon Brown, hizo el viernes su mayor esfuerzo hasta ahora para explicar por qué el Reino Unido debe seguir en esta guerra: porque la principal amenaza para el Reino Unido viene de la zona fronteriza entre Afganistán y Paksitán, y si Afganistán vuelve a caer en manos de los Taliban, Al Qaeda volverá a operar desde ahí. La mejor manera de prevenir nuevos atentados en el Reino Unido es seguir en Afganistán porque de momento el gobierno y el ejército afganos no están en condiciones de hacerlo. Es el argumento que repitió Brown.

Otra razón, dicha más entre líneas, pero que aquí todo el mundo la tiene clara es que hace tiempo que el Reino Unido ha asumido el papel de principal aliado de los Estados Unidos, y ello incluye ser el segundo en las aventuras militares de Washington. Un esfuerzo que cada vez le cuesta más económicamente. Cada vez que hay un nuevo muerto -y últimamente no hay semana sin varios muertos- se critica la falta de equipamiento, en especial de helicópteros, del ejército británico. Esa falta de helicópteros lleva a hacer más traslados por tierra lo que expone a los militares a más ataques. Desde sectores militares y/o conservadores se acusa a Gordon Brown de haber sido insensible a las necesidades del ejército, primero, como ministro de economía durante diez años, y ahora, en los últimos dos, como primer ministro. El país de Winston Churchill le recrimina al actual primer ministro no ser digno de liderar un país en guerra.

Yo he vivido este Remembrance Sunday en Saint Andrews (Escocia) adonde nos habíamos desplazado para cubrir la reunión de ministros de finanzas del G20. Ahí he visto al mediodía en punto el desfile, depósito de coronas de amapolas, minuto de silencio, plegarias e himno. Por los caídos de todas guerras. También la de Afganistán.

Europe, again

"Checkmate" ha dicho la BBC sobre la imagen del presidente checo anunciando que había firmado el Tratado de Lisboa. Un juego de palabras que permite fonéticamente el inglés entre el gentilicio "checo" (Czech) y "jaque mate".

La firma de Vaclav Klaus ha sido el jaque mate al retraso ad eternum de la aprobación del Tratado de Lisboa, y con ello a la propuesta del Partido Conservador, aquí en el Reino Unido, de convocar un Referendum sobre el Tratado. El Tratado ya está aprobado.

David Cameron, el líder conservador, prometió hace tiempo que si para cuando ellos llegaban al poder (cuentan con lograrlo en primavera) el Tratado no había sido ratificado por los 27 países de la UE, convocaría un referendum, y que si ya estaba ratificado, "no dejaría que la cosa acabara ahí" (will not let matters rest), una frase que nadie ha logrado descifrar, ni siquiera preguntándoselo directa y repetidamente al propio Cameron en cada rueda de prensa. Y cuentan que ha estado rogándole a Klaus que no firmara hasta que él, Cameron, llegara al 10 de Downing Street.

Ahora ya se ha filtrado que después de la firma checa Cameron renunciará a convocar un referendum, a pesar de que algunos en su partido insisten en ello. William Hague -ex líder de los Conservadores y actual ministro de exteriores en la sombra- ya ha dicho esta noche que no tiene sentido convocar un referendum sobre algo que ya está aprobado. Y la pregunta es si Europa volverá a ser, once again, una vez más, motivo de división y enfrentamiento entre los Tories. Probablemente no porque se dirán que para qué liarla cuando sienten la victoria ya en la punta de los dedos.

Esta tarde, cada vez que un periodista le preguntaba a un político conservador por ese tirar la toalla del referendum los tories contestaban que aquí los traidores no son ellos, sino los laboristas Tony Blair y Gordon Brown. Blair porque prometió un referendum (sobre la Constitución) y Brown porque ha seguido sin convocarlo. Y rechazan la explicación laborista de que el Tratado no es lo mismo que la Constitución y que por eso la promesa no cuenta.

Un Tratado que hará que haya un Presidente de Europa (Blair parece que pierde fuelle) y un ministro de exteriores (David Milliband parece que gana fuelle) que nadie ha elegido, y que acabará con el derecho de veto de cualquier país es para los británicos euroescépticos una pérdida intolerable de soberanía y de derechos democráticos que hoy ya es inevitable. Salvo que, ya sugieren algunos, se convoque un referendum sobre si seguir en la Unión Europea o salirse.

Los europeístas y los pragmáticos aconsejan que ya que están dentro hay que olvidarse de los fueros e ir a por los huevos, a sacarle el mayor partido al Tratado e intentar ganar dentro de él "causas británicas".

Miguel Ángel Idígoras


El título de este blog “London.es” no es más que una declaración de intenciones. La realidad de esta ciudad británica –que para muchos es la menos británica de las ciudades británicas- y de un país pero desde la perspectiva de un español.
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