8 posts de octubre 2010

Cordura

Una de las ventajas de la globalización es que en Londres puedo seguir viendo el Daily Show con Jon Stewart, en diferido, al día siguiente. Quien haya intentado verlo a través de internet se habrá dado cuenta de que, salvo que haga trampas, no puede porque la visión está bloqueada fuera de los Estados Unidos.

To the point. Como ya saben quienes siguen el programa humorístico de mayor éxito entre las "élites progresistas urbanas", esa parodia de informativo que logra dar verdaderas lecciones de periodismo ha organizado para este sábado en Washington DC una concentración para reivindicar la cordura en los EEUU, Rally to Restore Sanity. Es, evidentemente, una respuesta a las movilizaciones recientes y vociferantes de la extrema derecha estadounidense. Pero no hablo de ello porque sea la respuesta progresista a esas movilizaciones. Lo traigo a colación por su lema y filosofía. Cuando Jon Stewart lanzó la convocatoria se marcó una arenga en la que denunció que el debate público -en las televisiones 24H fundamentalmente- lo están monopolizando los extremistas de cada bando: la derecha, en la Fox (Murdoch), la izquierda, en MSNBC, pero que la gran mayoría de los ciudadanos estaodunidenses son mucho más sensatos y capaces de discrepar sin acusar al adversario de ser un nazi o un comunista stalinista, y que si están ausentes del debate es porque tienen demasiadas cosas serias e importantes de las que ocuparse. Y es a esa mayoría sensata capaz de discrepar y discutir sin acusar al adversario de traer el Apocalipsis a quienes ha convocado este sábado.

Y ¿qué tiene que ver con Londres? Pues que al escuchar la convocatoria pensé: España necesita también un "Rally to Restore Sanity", pero, afortunadamente para ellos, los británicos parece que no.

En el Reino Unido hay diferencias ideológicas y de clase, hay (sobre todo en Escocia) quienes piden la independencia, ha habido unas elecciones muy disputadas y con resultados muy ajustados, el nuevo gobierno de coalición acaba de presentar unos recortes drásticos que reducirán o eliminarán muchas de las subvenciones públicas que millones de británicos reciben, y cambiarán -probablemente para peor- la vida de miles de familias. Son muy polémicas, es posible que en los próximos meses veamos manifestaciones y huelgas (no hay que olvidar las huelgas de los mineros y la revuelta contra la poll tax bajo el gobierno Thatcher), pero, de momento, todas las protestas y críticas se producen en un tono y un contexto -comparados con España o los EEUU- de calma y respeto. La prueba la hemos tenido estos últimos dos días.

Un parlamentario laborista, primero, y el alcalde, conservador, de Londres, después, han criticado el recorte de las ayudas a la vivienda (al que me referí en la entrada anterior, y que significa que miles de familias puede que tengan que abandonar el centro, carísimo, de Londres y mudarse al extraradio) con alusiones a la limpieza étnica. El laborista Chris Bryant dijo que se trataba de "limpieza sociológica" y Boris Johnson, el alcalde tory famoso por declaraciones extravagantes, dijo que no consentiría "limpieza social al estilo de Kosovo". Y la reacción mayoritaria ha sido de incomodidad y rechazo a esas comparaciones. Por extremas y, sobre todo, por respeto a quienes sí han sufrido los horrores de la limpieza étnica, en Kosovo o en otros lugares.

Critiquen y opónganse tanto como quieran, pero, por favor, cuiden el lenguaje que eligen.


Una conocida que también ha vivido en los EEUU me comentaba un día que vive más a gusto aquí en Londres porque la sociedad estadounidense estaba demasiado polarizada, que lo de las "dos Américas" le recordaba demasiado lo de las dos Españas.

Y se agradece mucho un poco de cordura.

Have a nice weekend.


Intentando entender los recortes

Desde el miércoles pasado (20 de octubre) la prensa, los ayuntamientos, los varios organismos públicos y los ciudadanos británicos están haciendo un esfuerzo para intentar descifrar, traducir, entender qué significarán en la práctica los recortes que anució el Chancellor of the Exchequer (ministro de Economía) George Osborne.
El titular de lo que supondrán estas reformas lo dio ya hace meses el primer ministro, David Cameron: la reforma cambiará el modo de vida de los británicos. Ya, pero ¿cómo y cuánto exactamente?.


Por convicción o por estrategia política el gobierno de Cameron&Clegg ha aplicado el tijeretazo más o menos en sintonía con la opinión pública. Una vez que ha calado la campaña de mentalización de los ciudadanos (la mayoría de británicos, según las encuestas, está de acuerdo en que hay que recortar el gasto público para reducir el déficit) éstos dicen que, puestos a elegir, prefieren preservar al máximo los servicios públicos (sobre todo la sanidad y la educación) y recortar el llamado Estado del bienestar, las prestaciones sociales. Porque mientras casi todo el mundo considera que determinados servicios son un derecho, una parte importante de la población considera que los subsidios y subvenciones a quienes están sin trabajo o tienen ingresos bajos son excesivos y fomentan el parasitismo.
Y eso es lo que ha hecho este gobierno y al no tocar el gasto en sanidad pública, que junto con el de las pensiones es el mayor, el recorte en las prestaciones sociales tendrá que ser mayor.


Y ésos son los recortes más complicados de entender y que más quebraderos de cabeza están dando. En mi caso, además, y llevando sólo un año en el Reino Unido, tengo que hacer un sobreesfuerzo. Debo enterarme de cómo eran las cosas hasta ahora y debo ponerlo en perspectiva, teniendo en cuenta que el público mayoritario y prioritario al que me dirijo no es el británico, sino el español. Adelgazar 20 kg es mucho para cualquiera, pero no supone lo mismo para una persona que pesa 60kg antes del régimen que para una que pesa 95Kg. Un ejemplo, aquí se han congelado los salarios de los empleados públicos. Mala noticia, sí, pero congelar es menos duro que rebajar. Otro ejemplo, se acabará eso de que uno reciba ayudas para vivir en el barrio donde vivía, si ese barrio -el caso típico, el centro de Londres- tiene alquileres muy altos. Bueno, en otros países esa ayuda ni se contemplaba.


Y la cosa es complicada porque el sistema de ayudas en el Reino Unido está pensado como una puzzle de muchos subsidios por distintos conceptos, que se calculan y otorgan casi caso por caso. Una prueba es la web sabelotodo del gobierno británico, un verdadero laberinto donde intentar dilucidar cómo funciona un subsidio es pasarse horas navegando de una página a otra, abriendo "pestañas" una tras otra.

La primera medida polémica ha sido que la ayuda por hijo deje de ser universal. Hasta ahora toda familia recibe cada semana un cheque por hijo hasta que éste cumple los 19 años, suponiendo que hasta entonces viva en el hogar familiar y estudie. La ayuda universal es de unas 1.000£ (1.200€)/año por el hijo mayor, y de unas 700£/año por cada uno de los demás hijos. La nueva medida es que aquellas familias en que uno de los padres ingrese más de 44.000£ (50.000€)/año dejará de recibir las ayudas. Una medida que claramente perjudicará a las familias monoparentales o con un solo sueldo superior a esa cuantía. Querían reducir también la edad de los hijos a los 16, pero parece que han dado marcha atrás.

Y la verdadera incógnita para muchas familias con ingresos bajos es saber qué pasará con los otros complementos económicos que hasta ahora reciben para ayudarles en el mantenimiento de sus hijos. Para algunos, la cantidad de ayudas que recibe una madre al tener un hijo -incluídas ayudas para conseguir una vivienda- son la razón por la que el Reino Unido tiene el índice más alto de embarazos entre adolescentes de la Europa Occidental. El ministro de Cultura dijo el otro día en una entrevista que "quien viva de subsidios tiene que controlar el número de hijos que tiene y dejar de contar con que se los mantendrá el Estado". La filosofía hasta ahora era que las ayudas eran para los hijos, que no tienen la culpa de la situación de los padres.

Otra medida polémica anunciada (en fase de propuesta) es liberar en Inglaterra y Gales (en Escocia no tiene las competencias) el límite a las matrículas que las universidades pueden imponer. En estos momentos el tope es de 3.290£/año, que se pagan con préstamos del Estado que los estudiantes tienen que devolver una vez graduados, si ganan más de 15.000£/año. Ante lo incómoda que resulta esta medida para los Demócrataliberales (en el gobierno con los conservadores) Nick Clegg ha dicho que tal vez sí establezcan un tope. De todos modos, hay que decir que con el nuevo sistema propuesto, y según el Instituto de Estudios Fiscales, saldrá ganando el 30% de estudiantes que menos cobra al terminar la carrera y sólo el 30% que más cobre tendrá que devolver la totalidad de los préstamos.

Dice también el IEF que, a excepción del 2% de británicos más ricos, los recortes de este gobierno perjudicarán especialmente al 10% de ciudadanos más pobres (y mujeres) y que ese daño sólo se compensa un poco porque C&C han mantenido un aumento de impuestos del gobierno Brown.

Si los recortes son justos o injustos,si son "progresivos" o "regresivos" es una discusión a debate y el veredicto suele depender, como siempre, de quién lo haga y de los parámetros que compare.


Casi todo el mundo está de acuerdo en que estos recortes acentuarán la división entre el sur rico de Inglaterra y el norte post-industrial empobrecido. Es decir, entre las zonas que menos y más dependen de las coberturas públicas para vivir o, en muchos casos, sólo sobrevivir.

Sigo estudiando.

La honra y los barcos del Reino Unido

"Somos la sexta economía del mundo y después de estos recortes seguiremos teniendo el cuarto mayor presupuesto militar del mundo y cumplimos con el mandato de la OTAN de destinar a defensa un mínimo de un 2% del PIB". Lo ha dicho el primer ministro británico, David Cameron, al anunciar esta tarde en la Cámara de los Comunes los recortes en el ministerio de Defensa, un 8% de los presupuestos de aquí a 2015. Recortes precedidos de una bronca importante entre el ministro de Defensa y el de Economía, que exigía recortes superiores.

David Cameron ha argumentado que los recortes obedecen a la nueva estrategia de Defensa (resumiendo: las principales amenazas son el terrorismo de Al Qaeda o de disidentes irlandeses y los "ciberataques") y no sólo a la necesidad de recortar el déficit público (11% este año). Y ha echado la culpa a la herencia que le han dejado los laboristas, en Defensa, un agujero negro en lo programado de 38 mil millones £, más que el presupuesto anual, 33mm£.

Algunas de las medidas que ha anunciado Cameron: reducirán los tanques y artillería pesada en un 40%, retiran de la circulación uno de los portaaviones, el Ark Royal, y los aviones Harrier, retrasan hasta la próxima legislatura (2016) la renovación de los submarinos nucleares. Se reduce el número de cabezas nucleares...

En cuanto a los puestos de trabajo: 7.000 menos en el Ejército de Tierra, quedarán en 95.000. 5.000 menos en la Marina, quedarán en 30.000. 5.000 menos en la Aviación (RAF), quedarán en 33.000. Y 25.000 empleados civiles menos. El futuro ejército británico, ha dicho Cameron, tendrá capacidad para desplegar en una misión a 30.000 militares. La BBC ha echado cuentas y llegado a la conclusión de que con eso no se puede repetir una operación como la invasión de Irak.

Desde que se filtraron algunos de los detalles que luego ha dado el Primer Ministro han destacado como motivo de polémica:

-La retirada del portaaviones Ark Royal y los Harrier porque significa que hasta que no estén listos los nuevos portaaviones (casi una década) los británicos tendrán un único portaavión que es incapaz de servir para los aviones de combate.

-Mantiene el contrato para construir 2 nuevos portaaviones y no sólo uno porque anular el contrato resultaba más caro que mantenerlo.

-Al anularse una serie de contratos hay una serie de fábricas y bases militares (=puestos de trabajo) preocupadas por su futuro.

En el plano más general y sentimental -de ahí el comentario inicial de Cameron- una vez más, sobre todo para los conservadores, lo de hoy es un trago duro porque vuelve a poner a los británicos ante la evidencia de que ya no son el Imperio y que a duras penas pueden seguir siendo el fiel escudero del imperio actual. La crisis económica les está obligando a ser "un país más". Y los británicos saben que la honra sin barcos...es menos honra o sirve para poco.

Hasta que estén listos los nuevos portaaviones (carrier), si tienen la necesidad de lanzar aviones de combate desde el mar, los británicos tendrán que confiar en los portaaviones de los Estados Unidos o de...¡Francia! El ministro de Defensa británico ha estado defendiendo esta tarde en la BBC las excelencias del portaaviones Charles de Gaulle. Delicioso. Y a mí me ha llegado un "tweet" británico délicieux:

TomosL Bonjour Monsieur Le President! C'est moi, Dave! Voulez-vous utiliser mon spare aircraft carrier? Nous avons carriers mais rien to carry.

Sebastián Piñera en Londres

No hay medio británico que no haya hecho pública esta reflexión: en condiciones "normales" ¿quién habría dado especial relevancia a la visita del presidente de Chile?

Pero éstas, claro está, son circunstancias extraordinarias. El calendario ha hecho que Sebastián Piñera aterrizara en Londres apenas 48 horas después del rescate épico de "los 33", como ya se conoce aquí a los mineros. Un rescate que los dos canales 24 horas de noticias británicos, BBCNews y SkyNews, siguieron de manera ininterrumpida y con bastante más tacto y sensatez de lo que deduzco se ha hecho en otras cadenas de otros países. Desde que el presidente chileno aterrizó en Heathrow el sábado por la noche las televisiones lo siguen y la prensa lo entrevista. Esta mañana en la BBC le han dedicado una edición especial de Hard Talk que, dicho sea de paso, no ha hecho honor a su nombre y trayectoria y no ha sido nada hard. Supongo que era difícil en estas circunstancias extraordinarias.

Ayer domingo el Presidente Piñera estuvo de "turismo", visitó el Museo Británico y el "cuartel" (war rooms) de Winston Churchill en la segunda guerra mundial. Dice Piñera que Churchill es uno de sus héroes y que su discurso del "sangre, sudor y lágrimas" (blood, toil, tears and sweat) lo acompañó en los dos largos meses de rescate de los mineros. Piñera, subraya estos días la prensa británica, es un anglófilo que, como tantos otros de sus compatriotas, especialmente en la derecha, interrumpió esa afinidad durante el tiempo en que el gobierno británico mantuvo retenido a Augusto Pinochet a requerimiento del juez Garzón que había pedido su extradición. ¿Recuerdan?

"Eso es el pasado" parece ser el lema con el que ha venido Piñera y el spìn que puso en marcha en cuanto terminó con éxito el rescate de los 33. Piñera intenta rentabilizar al máximo la imagen de eficiencia y unidad que Chile ha brindado en esta epopeya. A ello ha contribuido sin duda la cobertura mediática de la operación que ha brindado el gobierno chileno a los medios internacionales, favorecido además, en el caso británico, por el hecho de que casi todos los ministros, ingenieros y demás especialistas chilenos, además del presidente, son capaces de expresarse en inglés.

Piñera ha empezado en Londres una gira europea que lo llevará también a Francia y Alemania, pero no a España, by the way. Esta tarde lo ha recibido el primer ministro David Cameron en el 10 de Downing Street. Cuando la visita se programó hace unos meses no se incluyó invitación real, pero a raíz del rescate la Reina lo ha invitado a palacio. Y Piñera ya no sé cuántas veces ha contado que trae fragmentos de roca de la mina San José para su Majestad y para el primer ministro. Imagino que también habrá para Sarkozy y Merkel. Y ya no sé cuántas veces lo he visto desplegar una copia del mensaje "Estamos bien en el refugio, los 33".


"Que a partir de ahora cuando oigan Chile no piensen en golpes de Estado o dictadura, sino en esa mina" dijo el presidente Piñera.

Sebastián Piñera hace bien en intentar rentabilizar al máximo para su país una odisea que podía haber sido una chapuza y terminado en tragedia y ha sido, en cambio, un éxito alabado internacionalmente, pero a base de explotar las relaciones públicas que él, antiguo empresario y magnate de la televisión, tan bien conoce, puede excederse. ¿O no?


Financial Times: "El rescate alza las esperanzas de Piñera en la gira europea"

The Guardian: "El dirigente chileno recibido como una estrella en Europa tras el rescate en la mina"


El Presidente Piñera el sábado por la noche al llegar a Londres

Lección: visualización de datos

El Lobo, uno de los lectores y contribuyentes habituales de éste y otros blogs de www.rtve.es, nos ha regalado una lección magistral -y amena- de David McCandless sobre la importancia de la contextualización y visualización de los datos, las cifras, con que la información cotidiana nos inunda. Y creo que es digna de ser compartida. La versión original del video es en inglés y una pestaña inferior permite elegir la lengua de los subtítulos.

Adjunto también el enlace a la web que ha proporcionado el video porque son interesantes los comentarios que ha suscitado, como, por ejemplo, el que el propio autor de la disertación haya manipulado algunos de los datos con los que imparte la lección y comparado cifras que no son comparables. En cualquier caso, digno de ver.

Es un complemento a la entrada anterior en este blog. Uno de los participantes de la mesa redonda que comenté, Simon Bucks, de SkyNews, puso como ejemplo del periodismo del futuro inmediato el que a un joven periodista le conviene más (para encontrar trabajo) especializarse en gráficos para i-pad que en técnicas "tradicionales" del periodismo.


Periodismo en televisión en el s.XXI

Ayer fui a una conferencia en el Frontline Club sobre el periodismo en televisión en el siglo XXI. En la mesa redonda se planteó si, a pesar de las crisis varias, este siglo es una era dorada para la información en televisión.

Participaron Peter Horrocks, de la BBC; Ben Cohen, especialista en nuevas tecnologías en Channel 4, Greg Beitchman, de Reuters y Simon Bucks, de Sky News. Las cuestiones que se trataron o apuntaron fueron bastante obvias para quienes estamos metidos en esto, pero no por ello menos interesantes, creo, para comentar en este blog.

Los contertulios llegaron a la conclusión de que, si bien la televisión en el medio tradicional, la tele en casa, puede estar en crisis, no lo está la distribución de información en formato televisivo a través de distintas plataformas.

Se habó de que cada vez más el público verá la televisión en soportes móviles y del impacto que puede tener Google TV. De que el concepto de "boletín" o "telediario" quedará obsoleto porque cada cual se confeccionará en su soporte el "menú" de noticias que quiere seguir, no la selección que le "dicte" la cadena de televisión, y que las cadenas y agencias de televisión tienen que adaptarse a esos nuevos hábitos que permite o permitirá la tecnología.

El joven (28 años) especialista en nuevas teconologías, Benjamin Cohen, sostuvo que a la televisión tradicional le queda un reducto: los grandes acontecimientos en directo, y puso el ejemplo del rescate de los mineros de Chile o la dimisión de Gordon Brown. La televisión, fue su argumento, da un sentido de comunidad, de estar compartiendo ese momento excepcional con otros, que aún no da el seguimiento online, por internet.

Hablaron, cómo no, del auge de los Canales 24Horas. No hay país que no tenga uno o varios. Y especialmente poblado está el panorama en la India con 95 canales.

No basta con estar en el lugar de la noticia

Peter Horrocks, de la BBC, puso sobre la mesa el hecho se que las nuevas tecnologías abaratan y democratizan el acceso a los puntos informativos. Resulta mucho más fácil que alguien con una cámara ligera, un ordenador y una conexión a intenet informe desde un punto en directo. Pero otro cantar es si además de "estar ahí" esos medios de comunicación tienen capacidad para dar información en profundidad, con solvencia y, no digamos ya, hacer periodismo de investigación. Para eso -recordó Horrocks- hace falta personal y tiempo, es decir, dinero, y el respaldo de una institución importante. En este caso la BBC. Él no puso el ejemplo, pero lo pongo yo. Como en todo despliegue importante, ahora en la mina San José de Chile la BBC no tienen sólo a un equipo. Tiene -que yo haya contado- cuatro. Y los tiene desde hace semanas. Lo mismo ocurrió en las inundaciones de Pakistán, el terremoto de Haití o el hundimiento del submarino Kursk, por citar algo que yo viví personalmente.


Quien mucho abarca poco aprieta

La tecnología permite también ahorrar en personal y que el periodista, el "plumilla" en el argot de TVE, sea multitasking, multitareas. Yo grabo rudimentariamente con la camarita, yo escribo, yo monto rudimentariamente en el ordenador, yo mando... Pero el más entusiasta del foro, el más joven, reconoció que cuantas más cosas le tocaba hacer, menos tiempo tenía para dedicarse a lo que debía ser lo fundamental y prioritario para él, enterarse bien de la información que tenía entre manos.

El marco y la competencia

Greg Beitchman, de Reuters, es estadounidense y sacó a colación los modelos distintos que se están viendo el los EEUU y en el Reino Unido. En los EEUU parece que el público y las empresas -privadas- quieren unos medios que no informen imparcialmente, sino que opinen y sean tendenciosos. El auge y enfrentamiento entre la Fox (derecha) y MSNBC (izquierda) son los ejemplos más extremos de esa polarización y la pregunta es qué espacio hay en los EEUU para una cadena de televisión que quiera hacer información imparcial. En su generosidad argumentó que eso no ocurre en el Reino Unido porque tiene otra cultura. Pero Peter Horrocks, de la BBC, cuestionó esa premisa argumentando que aquí la ley obliga a las cadenas de televisión a ser imparciales en sus informaciones. "Si no hubiese esa obligación legal, ¿Sky (propiedad en parte de Murdoch, propietario de la Fox) no tendría la tentación de hacer una televisión más sensacionalista y tendenciosa?" Simon Bucks, de Sky, contestó que no porque el modelo actual funciona.


Periodismo ciudadano

Salió también la cuestión del llamado periodismo ciudadano, la contribución de videos grabados por ciudadanos corrientes, a veces con el teléfono móvil. La valoración de su importancia varió según quien hablara.


Termino con una frase del representante de la BBC, otra del de Sky y la pregunta de una estudiante de periodismo que estaba entre el público:

BBC: "Somos distintos porque estamos protegidos"

Sky: "Un profesor de periodismo me comentaba el otro día la desconexión entre lo que enseñan en la Facultad y el mundo laboral: les enseñamos a hacer entrevistas, pero no es eso lo que van a necesitar porque a lo que se dedica hoy en día la mayoría es a reescribir, reelaborar material de otros"

Estudiante: "Si los periodistas además de hacer sus crónicas escriben en blogs, twitter, facebook...¿cuándo se dedican a hacer llamadas y trabajarse las fuentes y la información?"

"Your country needs you". "It takes two"

Quería escribir de nuevo sobre Irlanda, sobre lo visto y escuchado en el viaje relámpago de dos días, pero la actualidad británica se impone (sorry, Eire) y voy a hablar del discurso de David Cameron hoy en la Conferencia Conservadora.

Cameron tenía que hablar, una vez más, del plan de austeridad que va a aplicar su gobierno para reducir el déficit público (149 mil millones £), la prioridad de su gobierno. Y no lo ha hecho enumerando las medidas concretas y previsiblemente impopulares, eso le corresponderá al chancellor (ministro de economía) el día 20 (y ya adelantó que retirarán a partir de 2013 el subsidio por hijo -1.000 £/año por el primero, 700£ por los siguientes- a quienes cobren más de 44.000 £/año), sino que ha hecho un discurso de filosofía, con ecos de Churchill preparando a los británicos para la guerra y de Kennedy (no peguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país).

"We are all in this together" (todos vamos en este barco) fue el lema de campaña de los Conservadores y es el mantra que repiten ahora en el gobierno. Hay que tomarse la reducción del déficit público como una guerra para salvar al país y todos tenemos que sacrificarnos. Ése ha sido el tono del discurso de Cameron. "Your country needs you" (tu país te necesita) ha dicho. Ha reconocido que el plan de recortes no será fácil, pero ha asegurado que no hay alternativa y que será justo (fair) y ahí ha venido la segunda parte del discurso, la parte del cambio de filosofía.

¿Qué significa justo?

David Cameron ha prometido que quienes tengan "los hombros más anchos, deberán soportar más carga" (de ahí lo de quitar la subvención por hijo a quienes cobre más de 44.000£/año) y, además, ha propuesto un cambio de filosofía, de actitud, por parte del gobierno y de los ciudadanos. Ha dicho que hay que dejar de evaluar la "justicia" del Estado del Bienestar en función del dinero que el Estado reparte en subsidios.

Los Conservadores consideran que el sistema de coberturas y ayudas públicas actuales en el Reino Unido favorece que haya un sector de la población que prefiera seguir en el paro y subsistir a base de ayudas a la vivienda, la educación, la sanidad... a trabajar por un sueldo bajo, y que eso es injusto para quienes trabajan duramente y pagan impuestos que van a mantener a quienes no trabajan. Eso se va a acabar, dice Cameron.

Big Society

Y ha vuelto a su lema -demasiado abstracto, según su propio partido- de la Big Society (la gran sociedad). Dice que hay que acabar con la actitud de "yo pago mis impuestos y el Estado que provea". No lo explicitará porque es mentar la bicha, pero lo que Cameron pretende es una sociedad más parecida a la de los Estados Unidos, con menos Estado y más iniciativa ciudadana/privada. "Conozco a los británicos y sé que no son un país de pasajeros, sino de conductores" y, aludiendo al dicho "it takes two to tango" (hacen falta dos para un tango), Cameron ha cerrado su discurso diciendo que en esto del Estado también hacen falta dos, que el Estado tiene responsabilidades, pero que el ciudadano también, y que tiene que asumir más de las que asume en el presente.

Hasta ahí el discurso, la hora de la verdad llegará cuando se apliquen los recortes de subsidios, la anulación de coberturas, los despidos...

Y está por ver que los británicos tengan tanta vocación "conductora". En la segunda guerra mundial se estableció un pacto entre el gobierno y los ciudadanos británicos, sobre todo con las clases trabajadoras. Los ciudadanos se sacrificaban -y se sacrificaron mucho, soportando bombardeos, trabajando las horas que hiciera falta y entregando literalmente ollas y cazos- para ayudar al gobierno a salvar el país y, a cambio, el Estado velaría por ellos cuando pasara la guerra. Ese pacto es lo que el gobierno Cameron quiere cambiar. "We are the radicals now", nosotros -asegura Cameron- somos los radicales ahora.

El video del discurso de Cameron:aquí.

Fuga o frustración de cerebros

Retomo una cuestión que quedó pendiente la semana pasada. La de los científicos españoles que están investigando fuera, aquí en el Reino Unido, por ejemplo, porque han encontrado mejores oportunidades o, simplemente, oportunidades.

El viernes 24 de septiembre estuvimos (Rafa -el camarógrafo/montador-y yo) en el MRC Clinical Sciences Centre de Londres recogiendo la experiencia de unos cuantos científicos españoles que investigan en ese centro. La crónica se emitió en el TD2 y dio pie a comentarios de algunos blogueros que la vieron y se identificaron con esos testimonios, y por eso he creído conveniente dedicarle una entrada, para que otros científicos puedan compartir sus vivencias y opiniones.

La presencia de españoles en el MRC es notable, oímos hablar castellano/español por los pasillos continuamente. Un dato, de los 30 equipos de investigación que hay, 4 están dirigidos por españoles. Nosotros tuvimos ocasión de hablar con dos de ellos, Jesús Gil y Fadri Martínez Pérez, y con algunos de los otros científicos españoles (Nuria Ferrándiz, Ana O'Loghlen, Leticia Labrador) que están investigando con ellos sobre genética del cáncer y meiosis.

Todos han hecho la carrera en España y muchos de ellos también el doctorado, pero todos han encontrado mejores oportunidades fuera para hacer el post-doctorado (el post-doc como dicen ellos abreviando). "No son sólo las oportunidades", nos comentó Nuria Ferrándiz, "si lo haces en España, que es posible, luego te vas a encontrar con que quienes han estado fuera tienen mejor curriculum que tú, con lo cual, si tienes la posibilidad, a ti te interesa irte fuera".

La financiación

Cuando pregunto ¿cuál es la principal diferencia, según vuestra experiencia, respecto a las posibilidades de investigar en España? la respuesta, casi a coro, es: "la financiación".

Fadri Martínez Pérez pone el ejemplo de que en España es posible lograr una beca que te dé para subsistir, pero "aquí en Inglaterra he podido solicitar varios programas en los que además de un sueldo para mí me dan un dinero con el que puedo contratar a un par de personas durante cinco años", y concluye, "aquí es mucho más facil independizarte como investigador".

Jesús Gil es el más optimista respecto a la situación en España, subraya que se ha mejorado mucho en los últimos 5-10 años, que hay algunos centros que están a la altura de centros internacionales, pero que aún son pocos, casos aislados, y que falla la financiación, no sólo la pública, sino también la privada, por parte de empresas, fundaciones...

Además de la financiación destacan otra ventaja que han encontrado aquí en el Reino Unido, que hay una red más amplia de centros de investigación, de modo que si necesitan apoyarse en otras investigaciones, en otros centros, aquí les resulta más fácil.

Una semana exacta después de esa crónica The Guardian publicó un reportaje en el que denunciaba la fuga de cerebros que se avecina en el Reino Unido como consecuencia de los recortes presupuestarios que impondrá el gobierno Cameron. The Guardian citaba casos de cientficos británicos planteándose emigrar a Francia, Alemania o Singapur.

Los científicos españoles del MRC son conscientes de que esos recortes les pueden afectar. Cruzan los dedos y de momento ninguno se plantea volver a España.

Miguel Ángel Idígoras


El título de este blog “London.es” no es más que una declaración de intenciones. La realidad de esta ciudad británica –que para muchos es la menos británica de las ciudades británicas- y de un país pero desde la perspectiva de un español.
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