2 posts de noviembre 2012

La crisis de la BBC

La BBC, una de las instituciones británicas más respetadas dentro y fuera del Reino Unido, atraviesa una de las peores crisis de su historia, algunos dicen que la peor. Y en esta ocasión no se trata de uno de sus enfrentamientos con el gobierno -sí, han ledído bien, con el gobierno- sino de factura propia.

Escándalo Savile

El primer capítulo de esta crisis estalló hace algo más de un mes cuando ITV, una cadena de la competencia, emitió un reportaje en el que víctimas de abusos sexuales acusaban a Jimmy Savile, una estrella de la BBC que murió en octubre el año pasado, de haber abusado de ellas sexualmente cuando eran jóvenes, incluso menores de edad. El escándalo tiene dos vertientes.

Una, la supuesta vista gorda que la BBC estuvo haciendo durante décadas sobre el comportamiento  de una de sus estrellas que, según la policía, puede haber sido uno de los mayores "depredadores sexuales conocidos". Agravado por el hecho de que en sus programas Savile estaba a menudo con menores y que, según el relato de algunas de las supuestas víctimas, algunos de los ataques sexuales se produjeron en dependencias de la BBC.

La segunda vertiente de este primer  capítulo de la crisis es que el programa Newsnight, uno de los informativos de referencia de la BBC, tenía un reportaje similar al de ITV listo para emitir en noviembre del año pasado, pero al final el director del programa decidió no emitirlo. Bajo sospecha está si esa decisión se tomó simplemente por cautela editorial, a tenor de la gravedad de las acusaciones, o por conveniencia empresarial ya que BBC tenía previsto en Navidades una programación especial de homenaje a Savile, célebre y respetado no sólo por sus propramas pioneros de música pop (era el conductor de Top of the Pops), sino por el mucho dinero que recaudó para obras benéficas.

 

 

Segundo capítulo. Norte de Gales

El segundo capítulo de esta crisis lo ha desencadenado un reportaje que sí emitió el mismo programa, Newsnight, el pasado día 2. En él se recogía el testimonio de una víctima de un caso escalofriante de abusos sexuales que ya se investigó en los años 90. El caso de un centro de acogida en el Norte de Gales que "servía" algunos de sus internos a pederastas. Una de las víctimas señaló como uno de sus violadores a un político conservador relevante en la época de Margaret Thatcher. BBC no identificó al acusado, pero fue cuestión de horas que el nombre apareciera en internet y fuera Trending Topic en twitter.  El político en cuestión, Lord McAlpine, decidió finalmente el viernes hacer pública una declaración en la que decía que él no había tenido nada que ver con todo eso. Más grave, el denunciante al ver la foto del político dijo que ésa no era la persona que lo había violado y que la confusión venía de que esa no era la foto que le había enseñado la policía cuando se llevó a cabo la investigación.

Él pidió perdón, Newsnight pidió perdón y la BBC pidió perdón. Pero no bastaba y la prueba de que no bastaba es que el viernes por la noche el conductor de Newsnight despidió así: "Newsnight volverá el lunes. Probablemente".

De no haber habido el capítulo uno de esta crisis, la no emisión de aquel reportaje denuncia contra Savile, es probable que no se hubiese producido el segundo, la emisión de una denuncia que resultó errónea.  

Reacción BBC

La BBC es consciente de que su supervivencia no depende del gobierno ni de los políticos (a quienes somete permanentemente a escrutinio hasta llegar incluso a la impertinencia), sino de la confianza que le tienen los ciudadanos, y contribuyentes (cada hogar británico paga obligatoriamente al año 145,50 libras (unos 180€) para financiar la BBC). 

Y ante esta crisis de factura propia, y para mantener por encima de todo esa confianza,  además de pedir perdón, ha abierto una investigación para saber qué pasó y por qué fallaron los filtros que fallaran, y además -para demostrar que siguen siendo una de las mejores empresas de periodismo del mundo- informa sobre su crisis como informaría de otra. O lo intenta. 

Y así tuvimos el mes pasado el caso de una programa de la BBC, Panorama, investigando a otro, Newsnight. Y emitiéndolo. El director de Newsnight, Peter Rippon, apartado temporalmente  de su cargo. Y ayer, sábado por la mañana, el Director General de la BBC, George Entwistle, se sometió al interrogatorio de uno de los entrevistadores más incisivos, John Humphrys, en Radio4 sobre el segundo capítulo de esta crisis. La dureza de esa entrevista y la sensación que dejó de que el Director General no estaba realmente al tanto de lo que pasaba contribuyó a que esa misma noche el Director General dimitiera. El Director General no puede estar supervisando todos los contenidos de lo que se emite, pero como máximo responsable, dijo anoche, lo honorable era dimitir. Lo hizo en directo, ante las cámaras de BBC y acompañado del presidente de BBC Trust, que es el órgano que supervisa la BBC. Entwistle aún no llevaba ni dos meses en el cargo.

Y pueden visitar en la web todo un apartado dedicado a Crisis en la BBC.

 Reservoir Dogs

Esa expresión está en uno de los titulares sobre el caso en el Sunday Times, periódico de la competencia y del grupo Murdoch, críticos acérrimos de la BBC. No es dificil imaginar unas tensiones internas brutales entre pesos pesados y mega-egos de la BBC. Uno de esos pesos pesados es Jeremy Paxman, el conductor emblemático de Newsnight (que no conducía el programa el día en que se emitió el reportaje. Él suele presentar de lunes a miércoles). Como Humphrys, Paxman pasa de los 60 años y lleva más de 20 conduciendo el programa. Anoche emitió un comunicado en el que arremetía contra la manera de funcionar de la actual BBC, alababa el talento del Director General dimisionario (que había dirigido Newsnight en el pasado) y decía que había sido derribado por unos "cobardes e incompetentes". 

Termino de escribir esto mientras la crisis de la BBC sigue siendo la principal noticia en todos los los boletines e informativos de la BBC y, una vez que su director general ha dimitido, en ellos preguntan insistentemente si no debería dimitir también el presidente, Chris Patten, un veterano político conservador, hoy máxima autoridad encargada de defender y controlar a la British Broadcasting Corporation.  Patten y quienes lo han entrevistado hoy en la BBC subrayan que si la BBC tiene el presitigio que tiene es por su calidad haciendo periodismo y periodismo de investigación y que tienen que seguir practicándolo también en el tratamiento de esta crisis, por mucho que duela. 

Mientras la BBC hace un ejercicio extraordinario -y doloroso- de autocrítica y transparencia no es difícil imaginarse a los políticos y la competencia esbozando una media sonrisa. Esta crisis de la BBC es de factura propia.        

 

@annabosch

 

 

Barack Obama, desde esta orilla del charco.

En el Reino Unido no se produjo hace cuatro años la Obamanía de otros países europeos. Que me rectifiquen quienes estaban aquí, si no fue así. Y tampoco la ha habido durante su -¿primera?¿única?- presidencia. 

No Obamanía, sino más bien manía a Obama.

Sigo desde hace años la prensa británcia -yes, sobre todo la BBC- y Barack Obama ha sido tratado por la prensa británica con cierto recelo. Lo acusaron al principio de ser poco menos que el presidente que ponía fin a la Special Relationship iniciada por Churchill y Roosevelt en la segunda guerra mundial. Una relación tan querida por los británicos como sucedáneo de su imperio como ignorada por los estadounidenses. 

Para apoyar sus argumentos la prensa británica recordaba que el padre de Obama era de Kenia, ex colonia británica que sufrió una violencia brutal en el proceso de independencia, y de ahí deducían resentimiento en el hijo. Poco menos que un insulto fue para la prensa británica enterarse de que el presidente Obama había retirado del despacho oval el busto de Sir Winston. Y un desaire inaceptable fue para ellos también que a la primera ocasión que hubo al primer ministro británico, Gordon Brown, de visita a la Casa Blanca no se le ofreciera una rueda de prensa conjunta con el presidente como había ocurrido cada vez que Blair visitó a Bush. El escándalo que montaron fue tal que al final la Casa Blanca accedió al formato ése que consiste en dejar entrar a unos pocos medios al despacho oval para que, apoyados en un sofá o tirados por el suelo y cámara al hombro, hagan un par de preguntas. El trasfondo tenso de esa rueda de prensa quedó en evidencia cuando el presidente preguntó "Where are the Brits?" con tono de "este número se ha montado por ellos, en cuanto me confirméis que están aquí empezamos lo de las preguntas y cuanto antes terminemos, mejor". Por no hablar de cómo criticaron que le regalara a Brown unos DVD que no podían verse en el Reino Unido y, ¡a la Reina! un i-pod.  Americans...

No es con los Brits, es con Europa

El candiato Obama vino a Europa durante la campaña de 2008, se vio con Brown, dio una rueda de prensa con un Sarkozy entregado que se comparó con él en calidad de outsider, y en Berlín se dio aquel famoso baño de multitudes, pero Europa no ha sido una prioridad para el candidato ni para el presidente Obama. El mundo ha cambiado, sigue cambiando, y Europa -salvo por la crisis económica ahora- preocupa poco a los Estados Unidos. El interés está en otro lugar, Asia primordialmente. Sufrí y fui testigo de cómo la campaña de Obama ninguneó a la prensa europa. Incluida la alemana. Incluida la británica. Icluida la BBC.

 La relación ha mejorado

 Desde esos primeros desencuentros la relación ha mejorado y los Obama han sido recibidos en dos ocasiones en Buckingham Palace. En la primera Michelle le puso la mano encima a la intocable reina de Inglaterra y en la segunda, Barack se puso a hablar encima del himno, ¡el God Save the Queen!  Pero, no pasa nada, hey, ¿quién es el emperador ahora?

Dave y Barack jugaron una pequeña partida de ping-pong ante las cámaras de televisión. Y en un instituto del norte de Londres Michelle dejó una huella profunda en el corazón y las ganas de superación de unas estudiantes que por su origen tendrán que esforzarse como mínimo el doble que otras para perseguir sus sueños. Un mérito de Michelle que nadie le discute.  

La relación personal y la realpolitik han mejorado tanto la relación del Reino Unido con el presidente Obama que cuando Obama correspondió a su visita de Estado al Reino Unido con una invitación al primer ministro Cameron sí hubo rueda de prensa conjunta de primera clase en la Casa Blanca, y en la cena de Estado el primer ministro, David Cameron, se deshizo tanto en elogios al presidente Obama que muchos en su partido, el Conservador, se sintieron incómodos.

 

 

¿Qué fue del idilio ideológico y económico Reagan-Thatcher? Muchos en el partido conservador no sólo consideraron que era una alianza contranatura (como la de Bush y Blair, pero a la inversa), sino una imprudencia diplomática. ¿Qué hace el primer ministro británico haciendo poco menos que campaña por Obama? Y si los estadounidenses van y eligen a Mitt Romney, ¿en qué posición queda el gobierno británico?   

A estribor

Hay varios factores que explican que Cameron se sienta más cerca de Obama que de Romney. El prinicipal es que el espectro político en los EEUU se ha escorado a la derecha desde los años Reagan. Y, además, a la derecha religiosa. Algo que choca con una vida política británica muy laica, a pesar de que institucionalmente no hay una clara separación Iglesia-Estado en el Reino Unido. En lo social/moral, además, Cameron pretende liderar una mayor apertura y modernización de su partido, justo lo contrario de lo que está ocurriendo en el Partido Republicano. Influye también el factor generacional. Cameron tiene más en común con Obama que con Romney, a pesar de venir de orígenes familiares y económicos muy distintos.

Tal vez sin euforia, pero con Obama

El resultado es que hoy la gran mayoría de los británicos, un 70% según sondeos de YouGov de esta semana, quiere que este martes los estadounideneses reelijan a Barack Obama, sólo un 7% se decanta por Romney. En esto, y aunque sea a pesar de muchos de ellos, los británicos también son europeos.    

                                                                                                                                                                                                                

@annabosch

 

 

 

Miguel Ángel Idígoras


El título de este blog “London.es” no es más que una declaración de intenciones. La realidad de esta ciudad británica –que para muchos es la menos británica de las ciudades británicas- y de un país pero desde la perspectiva de un español.
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