Conversación breve...
Lo apunté todo e incluso pedí a la persona con la que estaba hablando que me lo repitiera. Esta es una pequeña historia de una llamada de teléfono. A un lado del auricular, una señorita que me llama en nombre de un banco (el nombre da lo mismo). Al otro lado, yo, "la cliente preferencial". Lo que pongo entre comillas son palabras textuales...
Se presenta, me pregunta mi nombre y me asegura que "soy una cliente preferencial de su banco" y que por ese motivo me quiere hacer una gran oferta: "Por 179,21 pesos al mes, menos de 6 pesos al día" (añado yo: unos 30 céntimos de euro) me ofrece un seguro único en el mercado: Si por casualidad me muero de manera accidental o en un "asalto", insisto "asalto", mi familia recibirá -en un solo plazo- 500 mil pesos... (33.333 euros).
Lo sé, seguros de vida o de "muerte" los encontramos en casi todo el mundo... pero ¡que me quieran vender una póliza argumentando que puedo morir en un asalto en México! A mi, al menos, me choca ... bastante. No digo que no pueda ser, pero... No digo que sea una mala oferta, pero... no me quiero sentir segura por tener un seguro que incluya "muerte por asalto".
Como quería apuntar parte de la conversación para confirmar lo que estaba escuchando, le pedí que me lo repitiera: "usted sabe, la inseguridad ha crecido mucho en este país y ningún seguro cubriría esto que le estoy ofreciendo..." Y continuó: "Esto sólo se lo ofrecemos a nuestros mejores clientes". Puedo asegurar que si los "mejores clientes" son los que tienen muchos pesos en su banco, una servidora no debería estar en esa lista... Ya me gustaría, pero no.
¿Cómo acaba esta pequeña historia? Como cliente preferencial le di las gracias y le dije que no estaba interesada.
Y ya que hablo de seguridad y de dinero, esta semana el gobierno mexicano ha propuesto a los "señores parlamentarios" (que son de los mejores pagados del mundo en su oficio) aumentar en los presupuestos del 2009 -al menos un 30 por ciento- la partida destinada a la seguridad pública.
Lo sé, os debo una historia buena onda... estoy en ello.