El miércoles 14 de octubre-durante unas horas- fue que sí. ¡Por fin! Honduras empezaba a salir de su crisis, al menos la política; la económica será más larga… Pero la alegría duró pocas horas… Donde dije que sí ahora digo que no… Y no, no había acuerdo. Estuvieron muy cerca, rozaron el triunfo, pero nada más. Había sido una incorrecta interpretación –al parecer- de los medios de comunicación después de unas declaraciones de Víctor Mesa, el principal negociador de la delegación de Manuel Zelaya…
Así es como están las cosas hoy en Honduras: Manuel Zelaya quiere que sea el Congreso Nacional el que decida si él debe o no volver a la presidencia de Honduras… pero eso no lo quiere –al menos en el momento que estoy escribiendo el post- la comisión de Roberto Micheletti. Ellos lo que pretenden es que sea la Corte Suprema de Justicia la que diga si es posible que el presidente depuesto regrese al poder…pero no hay que olvidar que en su país Zelaya tiene varios cargos penales contra él. Y que hoy por hoy está “escondido”, en la embajada de Brasil, “custodiado” por 400 policías y militares por si decide salir…
Hoy lunes la situación podría cambiar…parece ser que ésta es la última prorroga que va a dar Manuel Zelaya para que se llegue a un acuerdo definitivo, pero las esperanzas son pocas… Esto es lo que contamos todos los periodistas…
Ahora yo me quiero trasladar a la colonia “Nueva Capital” de la mano de un cura español, Patricio Larrosa Martos… Llegó a este país para estar 5 años y ya lleva 17…dice que aquí todavía le siguen necesitando.
Nos cuenta – a un grupo de periodistas españoles que comemos con él- que en “Nueva Capital” todos sus habitantes –alrededor de 10.000- son pobres. “Ningún taxista –aunque le pagues 1000 pesos- te lleva allí”.
Le pregunto si ellos están al tanto de todo este lío político. Me dice que sí, pero que están tan habituados a los políticos corruptos, que no parece sorprenderles…
“El trueno es gordo -dice Patricio- pero están acostumbrados”. Y añade: “El pueblo hondureño tiene una gran capacidad de aguante”.
Nos ponemos a hablar de la pobreza y recordamos una cifra: 7 de cada 10 hondureños son pobres… y nos cuenta que él conoce a niños que con 7 años tienen que aprender a sobrevivir solos. “Si con 7 años tienen que buscarse la vida, con 20 ya son viejos”.
Hago un alto en este post: mientras escribo escucho por televisión al candidato a la presidencia del Partido Nacional, Porfirio Lobo Sosa, y asegura que su principal proyecto –si sale elegido presidente- es combatir la pobreza. “En el campo, dice, de cada 5 familias, 4 son pobres”.
Después aparece Elvin Santos, el candidato del Partido Liberal, y vuelve a hablar de los pobres…
Y los pobres son utilizados siempre en las campañas electorales, pero después se convierten en los grandes olvidados.
Me llama la atención: aquí ha comenzado la campaña electoral (por el momento las elecciones son el 29 de noviembre) pero parece que ninguno de los candidatos habla ni de Manuel Zelaya ni de Roberto Micheletti…Ni de la crisis política en la que andan envueltos…No vaya a ser…
Regreso con Patricio. Nos asegura que aquí los pobres para los que él trabaja no saben lo que significa solidaridad. “Es como si a mi me hacen hablar de la superficie del sol”.
Y me quedo sorprendida cuando me comenta –volviendo al tema del niño de 7 años- que “si ese niño ha salido adelante solo, sin ayuda, es muy difícil que él después ayude a alguien, nadie le ha enseñado a ayudar”.
Patricio trabaja en una ONG “Asociación, Colaboración y Esfuerzo” que se dedica a ayudar a la gente y también a enseñarla a ayudar…
…Sigue el programa de televisión y los candidatos presidenciales continúan hablando de los pobres, de lo que quieren hacer por ellos.
¿Quién puede enseñar a los políticos a cumplir sus promesas?