Que Dios nos ayude a salvar a Honduras
“Tu eres el que pones o quitas las leyes, Señor. (…) Te suplicamos tu conocimiento y tu sabiduría para tomar la mejor decisión por Honduras.”
Incluso parece que ni siquiera Mel Zelaya quería volver… Es lo que llevaba diciendo ya varias semanas. No me quiero extender pero creo que debo dar algunos antecedentes para que todo se entienda bien.
Voy a ser breve, no como los diputados hondureños que tardaron cinco largas horas en votar… Debían decir SI o NO, pero algunos necesitaron 15 o 20 minutos para “justificar su decisión”.
El 30 de octubre, después de semanas y semanas de conversaciones y contactos, las delegaciones de Manuel Zelaya y Roberto Micheletti llegaron a un acuerdo para poner fin a la crisis política del país, una crisis que tiene preocupada y dividida a
Durante un rato me senté al lado de una periodista hondureña que decía que ella era “cuatrera” es decir, seguidora de Zelaya. Aparte de hablarme no muy bien de otras compañeras del medio “antes estaban con Mel pero ahora han cambiado de posición”,
me dijo que “Mel no es el anticristo, pero ahora todo el mundo le echa leña.”. Tal era su disgusto que me preguntó si hacía falta visa para entrar en España. “Yo me quiero ir de aquí”.
Creo que su postura política no era la mayoritaria en ese momento en el Congreso.
No acabé de contar unos párrafos más arriba el porqué Zelaya no quería volver. Para él el acuerdo del 30 de octubre se había roto. Es bastante obvio que Zelaya quería regresar antes de las elecciones que se celebraron el domingo 29 de noviembre. Y también es bastante obvio que “muchos” en Honduras no querían enfrentarse con la posibilidad de que Zelaya volviera antes de esa fecha. Y lo consiguieron.
Sobre las elecciones he de contar que todos los diputados alabaron la transparencia y la masiva participación de los comicios. Sobre la transparencia no tengo nada que decir. Pero sobre la “masiva participación” creo que no son exhaustivos. Hay dudas y datos contradictorios. El Tribunal Supremo Electoral dio una cifra: “el 62 por ciento de los hondureños votaron”, pero tardó en darla y no la actualizó después. Son muchos los que consideran ese porcentaje muy elevado. Y hay intereses en que así sea. Cuantos más hondureños votaran mayor era el índice de aceptación de estos comicios que algunos aseguran que son ilegítimos por que se realizaron con un gobierno de facto.