Sueños de alebrijes
Buscadores de sueños, come-bostezos, plumas de serpientes...Lo imposible se puede ver estos días en pleno centro de Ciudad de México. Porque lo imposible es posible si sale de la imaginación y se modela con materiales sencillos: cartón y mucho color. El nombre es lo de menos, pero aquí se les conoce como alebrijes.
Cada quien da un origen a los alebrijes aunque dos nombres aúnan la mayoría de teorías, los de Pedro Linares López y José Antonio Gómez López. La ensoñación de los dos artistas parieron estos seres fantásticos en los años 30 del siglo pasado. Hoy lo de menos es su origen porque los mexicanos los aprecian como lo que son, una muestra muy viva del arte popular.
Con el paso de los años, los alebrijes han conseguido extender su popularidad. En Oaxaca, por ejemplo, los han adoptado como una de sus artesanías más conocidas y han cambiado el papel y el cartón por la madera.
Son mezclas de reptiles, de aves, de mamíferos... Seres oníricos pero muy reales gracias a unos artistas que necesitan muy poco para que apreciemos la creatividad de sus sueños.