Al sur del norte

Regina Martínez, la última periodista mexicana asesinada

Esta vez ha sido Regina Martínez. Llevaba tres décadas contando historias, casi siempre denunciando los vínculos del narco, del crimen organizado, con funcionarios y políticos mexicanos; poniendo negro sobre blanco la corrupción que corroe buena parte del país. Su muerte la hemos conocido hoy, pero fue asesinada el jueves en su casa de Xalapa, en Veracruz. Parece que fue golpeada y asfixiada.

Como siempre pasa en estos casos, las autoridades han condenado el asesinato y han dicho que lo investigarán. Pero las condenas más firmes han llegado de los compañeros de profesión y a través de las redes sociales.

Llama la atención la escasa repercusión que el asesinato ha tenido en los grandes medios mexicanos. Lo han contado, pero sin destacarlo, excepto en la revista Proceso, donde Regina trabajaba, o en periódicos como La Jornada, donde colaboró en el pasado. ¿Está la sociedad mexicana cansada de tantos asesinatos? (50.000 en los últimos seis años). Probablemente...En el caso de los periodistas, 80 han sido asesinados en los últimos 12 años. Por eso, organismos como Amnistía Internacional exigen ya una Ley de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos.

 

Algo se mueve en el mundo de las maras salvadoreñas

Con 14 homicidios al día, El Salvador es uno de los países más violentos del mundo. Pero desde hace semanas la cifra se ha reducido a 5 ó 6. Una reducción sorprendente que coincide con la tregua alcanzada por las dos principales maras del país, la Salvatrucha (MS13) y Pandilla 18 (M18).

Los pandilleros dicen que quieren la paz. Reconocen que han causado mucho daño, pero que ha llegado la hora de parar. Pero ¿por qué lo hacen ahora? Algunas fuentes (como el periódico El Faro) apuntan a que los líderes de las maras han pactado con el gobierno de Mauricio Funes. Un acuerdo por el que los líderes pandilleros encarcelados 'pacificarían' las calles a cambio de recibir beneficios penitenciarios, como ser trasladados a cárceles de menor seguridad.

El presidente Funes lo ha negado tajantemente. Sin embargo, los militares al frente de la lucha antimaras reconocen algunos traslados de líderes pandilleros. Lo que sí ha lanzado el gobierno es una oferta de diálogo para alcanzar la paz. Oferta a partidos políticos, organizaciones sociales y sindicales.

Son muchos movimientos, que incluyen también la presentación oficial de un grupo policial antipandilleros. Más de 300 agentes entrenados por el FBI que, según el gobierno, combatirán más eficazmente a las maras.

Y en medio de todo este proceso está la Iglesia, mediadora entre los Salvatruchas y los Pandilleros 18. Su principal artífice es monseñor Fabio Colindres, capellán del Ejército, quien asegura que se ha emprendido un "camino histórico que no tiene marcha atrás".

Con 64.000 miembros, las maras salvadoreñas cometen el 90 por ciento de los asesinatos en el país. Es cierto que sólo dos grupos pandilleros han decidido 'rebajar' la violencia, pero son las dos maras más sanguinarias. ¿Su pacto será definitivo? ¿Veremos sentarse en la misma mesa a los líderes pandilleros y al gobierno? Sería algo inédito. Por ahora, lo único cierto es que los asesinatos han bajado a más de la mitad y que algo (o mucho) se mueve en tierras salvadoreñas.

Botero: 80 años jugando con los volúmenes (Rostros americanos XV)

Decir Botero es decirlo todo. A veces no hace falta recordar su nombre de pila: Fernando. Está a punto de cumplir 80 años y México lo celebra con la mayor retrospectiva de su obra en el Palacio de Bellas Artes del Distrito Federal.

                            

Una gran exposición donde se puede ver lo mejor de sus pinturas y esculturas. El artista colombiano lleva 63 años creando, jugando con los volúmenes. Por cierto, sobre sus 'figuras gordas' explica que "no lo son. A mí me parecen esbeltas".

                     

Botero dice que tardó una década en dar con su estilo y quitarse las "adherencias" de otros artistas como Picasso. Y vaya si lo consiguió. Hoy es uno de los pintores-escultores latinoamericanos más reconocidos y cotizados. Sigue trabajando más de ocho horas diarias. Su único objetivo: sentir el placer de crear.

Pocos como él han captado la tristeza del mundo del circo, la violencia de los narcos colombianos en los años 80 o más recientemente las atrocidades en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.

Merece la pena disfrutar de esta exposición que el propio Botero califica de "excepcional". Excepcional como él, que sobre su obra dice: "No hay significados ocultos. No hay nada que entender. El arte directo no necesita explicaciones, como el arte antiguo (...) El objetivo es el placer estético".