Pérdidas dolorosas
Muchos mexicanos sienten estos días el vacío que supone la pérdida de dos personas que han sido sus referentes durante años. El primero es Carlos Fuentes, que fallecía inesperadamente y a causa de una hemorragia masiva el 15 de mayo a los 83 años. El autor de La muerte de Artemio Cruz, Aura o Terra Nostra era un referente literario para millones de lectores mexicanos y del resto del mundo. Pero además, fue una voz crítica con la situación y los políticos mexicanos. Nos deja un legado de más de 60 obras que abarcan la novela, el teatro, el ensayo, los cuentos...al que hay que sumar Federico en su balcón (inédito) y alguna que otra sorpresa en la que trabajaba antes de su muerte.
El segundo es Alejandro Solalinde. Otro referente para muchos mexicanos por su defensa de los derechos de los emigrantes centroamericanos que arriesgan o pierden su vida al atravesar México buscando el sueño americano.
El sacerdote, de 67 años, deja el país por las numerosas amenazas recibidas y que él atribuye a narcotraficantes y a políticos corruptos. Su voz siempre ha denunciado alto y claro las prácticas de quienes explotan, extorsionan o directamente asesinan a los emigrantes. Le habían puesto precio a su cabeza y la propia Fiscalía le recomendó que abandonara México. Así lo hace, "por obligación y por prudencia", dice, aunque volverá. Ahora inicia una gira mundial para explicar la difícil situación de los emigrantes. Mientras tanto, el centro de acogida que fundó en Oaxaca hace siete años seguirá abierto, pero dirigido por sus colaboradores...
Alejandro Solalinde y Carlos Fuentes, dos pérdidas (una temporal, otra definitiva), pero ambas dolorosas.