¿Cambiar el nombre a México?
La pregunta puede sorprender a muchos, pero es lo que desea el presidente Felipe Calderón: cambiar el nombre de Estados Unidos Mexicanos por México. Porque México, como todo el mundo conoce al país azteca, se llama oficialmente Estados Unidos Mexicanos.
A principicios del siglo XIX, cuando llegó la independencia y se redactó la primera Constitución, hubo varias denominaciones encima de la mesa: América Septentrional de Morelos, América Mexicana, Imperio Mexicano, Nación Mexicana, Anáhuac, República de los Estados de Anáhuac, República de México, México, República Mexicana y Estados Unidos Mexicanos. Los constituyentes optaron por este último nombre porque entonces el paradigma de democracia era Estados Unidos de América. Calderón cree que después de casi dos siglos es hora del cambio.
El presidente, ya casi expresidente porque deja el cargo el 1 de diciembre, asegura que la iniciativa no es urgente y además requerirá de un amplio consenso legislativo para que salga adelante. Pero sí ha destacado la carga simbólica del nombre México, que hunde sus raíces en los Mexicas. Lo que no ha mencionado Calderón es el coste económico que supondría tal modificación.
Quizás lo más adecuado sería consultar al pueblo, a los mexicanos, que son quienes dan sentido a este gran país. ¿Estarán de acuerdo con el cambio? ¿Es oportuna esta reforma? ¿Este es el gran problema de los mexicanos hoy día?