Temer y desconfiar
Cada cuarto de hora aproximadamente, la cadena CNN (la que tengo permanentemente sintonizada) emite éste o cualquier otro anuncio similar de la empresa de seguridad Broadview Security...y yo, cada cuarto de hora aproximadamente, me quedo enganchada
Y me quedo enganchada porque es una situación por la que todos hemos pasado. Tú haces una fiesta en casa, conoces a un chico con cara de buen chaval que te mola, tú le molas a él, y en vez de intercambiar teléfonos o pasar directamente a mayores o quedar para mañana pues el tío se hace el longuis, da una vuelta por el barrio esperando que apagues las luces de casa, arranca la puerta de cuajo y te ataca. Lo normal en cualquier fiesta, vaya.
Al principio el anuncio me hizo gracia (quééé fuerrrrtes los americanos, piensa una en su inocencia de recién llegada, cómo se pasan en las fiestas cuando beben) pero poco a poco ves que las fiestas de los americanos son básicamente como las de los españoles o los italianos, que beben más o menos lo mismo y que no van atacando a las chicas a la primera de cambio. Es entoces cuando, además, el anuncio te inquieta porque pretende asustar para hacer negocio a costa de lo que sea. Un clásico, por otra parte, en un país que hace a diario negocios de miles de millones de dólares apelando al miedo y la desconfianza.
Porque no basta temer a los malos oficiales. Hay que desconfiar de ese vecino con cara de buena gente y blindar tu casa por si acaso y a un módico precio. No basta con hacer la guerra contra el que nos ataca. Hay que inventar la guerra preventiva por si acaso y destruir por si acaso y hacer negocio reconstruyendo por si acaso. Hasta el debate sobre el sistema sanitario se articula sobre la desconfianza: "si el de al lado no tiene seguro médico será porque es un vago y no trabaja. ¿Por qué tengo yo que pagarle el seguro con mis impuestos?" Lo que nadie, curiosamente, se pregunta es por qué el 40% de los impuestos que se pagan en este país se gastan en armamento. ¿Será porque les han metido mucho miedo?