Fronteras sin fronteras
Cada esquina de Nueva York es una frontera…a veces superada y otras por superar. En la esquina entre la calle 90 y la Segunda Avenida está el Taco-Taco, un trozo de México sin más fronteras que el chile picante. Allí, alguien me habla del origen neoyorquino de la salsa y de su “fundador”, Willie Colón, el Malo del Bronx, un neoyorquino-puertorriqueño que le puso ritmos caribeños a la calle en la que nació para no olvidar la tierra de la que se sentía.
En Allen con Delancey está el Congee, un trozo de China en la zona más antigua de la ciudad sin más fronteras que el sobresalto estético y algunas trampas del idioma. Allí, dos arquitectos chilenos recuerdan el olor y, sobre todo, el sabor de los gases lacrimógenos en Santiago de Chile a finales de los 70…y preguntan con perplejidad al periodista español sobre las fronteras españolas de la justicia universal.
En la esquina entre Madison y la calle 49 hay un edificio que, como tantos otros en la ciudad, tiene aún muy marcadas sus fronteras: la religión, el dinero, la clase social...En el ascensor, el chico que reparte los paquetes se anima en un español quizás de Colombia:
-¡Qué difícil es hacer lo perfecto! (dice)
-Ni falta que hace (contesta alguien en su español de España), ya sabe que a veces lo perfecto es enemigo de lo bueno
-Qué lindo lo explican ustedes los españoles….Gracias por hablar conmigo.
Gracias por hablar conmigo….y te das cuenta de que quedan todavía tantas fronteras…..
Laura dijo
¿Y cruzan esas fronteras, Gemma? Vivo cerca de Cuatro Caminos y siempre me ha parecido una gran frontera. Me asomombra cómo articula varias calles que nada tienen que ver y que apenas se mezclan. Los que suben y bajan por Raimundo Fernández Villaverde, no pasan a Bravo Murillo (dirección Plaza de Castilla) donde hay una importante comunidad latinoamericana y árabe, que tampoco suele cruzar hacia el otro lado de Bravo Murillo (dirección Chamberí) o hacia Santa Engracia, que aunque algo más parecido, se diferencia también claramente de Reina Victoria y su ambiente más universitario según te acercas a Metropolitano.
Son cómo los tres tramos de la Gran Vía (ahora que se ha celebrado su centenario): esos tres mundos diferentes, donde se mueve gente diferente separada por fronteras invisibles...
Un abrazo,
Laura
16 abr 2010
Anónimo dijo
En general, Laura, cruzan más las fronteras los que se sienten seguros: por situación económica o por formación intelectual y también aquí se nota el peso de los "ghettos" en los que muchos viven a veces x elección y otras x obligación. Pero, digamos, que Nueva York es una ciudad con tendencia a la mezcla por encima de la media.
Un abrazo y buen fin de semana.
16 abr 2010
Anónimo dijo
Gemma cuando dices que cruzan fronteras te refieres a que se van a vivir a esos barrios o que salen a divertirse un rato.
17 abr 2010
Anónimo dijo
Hay muchas formas de cruzar fronteras, anonimo, y en Nueva York se dan casi todas. Probablemente cruzar para divertirse un rato sea un primer paso pero hay mucha gente que cruza para quedarse. Eso no siempre es bueno para los que estaban primero xk a veces cambia la cara del barrio mas de lo que les gustaria y dispara los precios. En Nueva York esta pasando en varias zonas: Harlem y Chinatown por ejemplo.Se llama gentrification y es un fenomeno interesante siempre y cuanto no acabe expulsando a los oriundos. En fin, ya sabemos que "contaminar y dejarse contaminar" es un proceso largo y complicado que cada uno maneja a su manera.
17 abr 2010
Vilma dijo
Gemma, querida: Es primera vez que te leo y me gustó mucho.
La primera vez que estuve en NYC fue hace ya mucho tiempo cuando era una adolescente, y aun recuerdo ese ambiente tan especial que se vive, y cada vez que vas a esa ciudad es como si fuera la primera vez. Me encanta Sinatra cantando sobre una ciudad que nunca duerme!
Una pequeña-importante corrección en el apellido de Ella que adoro realmente, es "Fitzgerald"
23 abr 2010
yoli dijo
Hola, es la primera vez que leo este blog y me a encantado, puede que sea por lo que me acerca a ese maravilloso país que me parece EE.UU... no lo sé. Me ha encantado, sobre todo como descrives las calles de Nueva York, ya que una de mis metas es poder vivir allí algún dia. No deveria hacer planes de estos hasta que cumpla los 18... (mucho tiempo) pero estoy convencida, que lo conseguire. Gracias por este blog que me ayuda a defender un poquito más EE.UU de la gente que no me comprende.
Yoli
13 may 2010