Malos tiempos para la lírica...

Quizá este inicio del curso político está siendo de los más complicados para Nicolas Sarkozy. A la polémica que afectó a su ministro de Cultura (y de la que estuvimos hablando en este mismo blog hace unos días) se ha unido la de la más que probable elección de su hijo Jean – con sólo 23 años - al frente del organismo público que gestiona La Defensa: el mayor barrio financiero de Francia y, probablemente, de Europa.

Estos dos asuntos, y otros más de política interna, han enrarecido el ambiente. Y en los periódicos franceses se han escrito decenas de columnas para tratar de explicar la situación. Hay quien señala que nos encontramos en una fecha clave del mandato de Sarkozy: justo en la mitad de su quinquenio. La primera mitad de cualquier legislatura suele ser la más sencilla: se trataría sólo de aplicar las promesas electorales. Pero pasado ese ecuador, los analistas coinciden en que todo se vuelve más difícil. Y a esas dificultades hay que añadir ahora la crisis financiera y, sobre todo en el caso de Francia, la gran exposición mediática de su presidente.

Esas “mini-crisis” de los 2 años - o los 2 años y medio - de mandato ya las vivieron en el pasado François Mitterrand o Jacques Chirac. Y Nicolas Sarkozy es perfectamente consciente de ello. De ahí que, para evitar una peligrosa desafección del electorado francés, esta semana haya recurrido – cómo no - a una larga entrevista en Le Figaro, en la que ha abordado los temas más candentes.

Ahí es donde ha dicho, en referencia por ejemplo a la polémica sobre su hijo Jean, que el objetivo de las críticas no es su retoño, sino él mismo. Évidemment, Monsieur le Président! … Es lo que más o menos le han contestado los socialistas en la Asamblea Nacional. La oposición critica lo que califican de “sarkocracia”: con el poder personalizado en el presidente de Francia, él sería el que lo decidiera absolutamente todo…

¿Se podrá beneficiar el Partido Socialista de este ambiente político? Primero han de demostrar que son una alternativa. Y para ello han de mirar a su izquierda: a los Verdes que tanto daño les hicieron en los últimos comicios europeos. Tampoco se pueden olvidar de los anticapitalistas de Olivier Besancenot. Por cierto, acaban de publicar un libro que plantea una interesante tesis: la de que Besancenot se estaría convirtiendo en un “aliado” de Sarkozy al haber conseguido “atomizar” el voto de la izquierda. Algo parecido a lo que pasó con el ultraderechista Jean-Marie Le Pen en los años de Mitterrand… En las próximas elecciones regionales podremos comprobarlo…

Comments

[MZ dijo]

Malos tiempos no, peores. Si piensa que con alguna de las cosas que ha dicho en la entrevista va a evitar la desafección de su electorado, me parece que tiene fiesta. Pero no sé si los socialistas se podrán beneficiar de la coyuntura, porque no andan muy finos ellos ¿no?.

[Anónimo dijo]

Si aquesta lletra et sembla poc florida
no hi vegis cap senyal
de poc amor
t'escric en sabatilles
i ja no em queda honor
i em perdo per obscures melangies.