Los perros de Kirguizistán (II): muerden
lunes 5.jul.2010 por RTVE.es 4 Comentarios
...LLegaron al poder de Kirguizistán en 2005, de la mano de una revolución pacífica, la de los tulipanes. Kurmambek Bakíyev y todo su clan eran, entonces, oposición y representaban la esperanza de tiempos mejores porque denunciaban el autoritarismo de Askar Akayev, que finalmente tuvo que irse por patas. Pero parece que hicieron lo mismo que sus predecesores: sacarse fotos y vivir bien al margen de la realidad del país, el más pobre de Asia Central.
Y, ahí, en la foto, otros pesos pesados del antiguo régimen, todos con poder extralimitado: Los hijos de Kurmambek, Marat y Maxím (el de la corbata lisa azul), a quien apodaban "El príncipe"...
Con poco más de 30 años, bajo la presidencia de su padre, se convirtió en uno de los principales hombres de negocios del país.
Había estudiado en el extranjero, justo -por ejemplo- lo que muchos padres en su país no se pueden permitir para sus hijos. Según su currículum, se especializó en estrategias de inversión en los mercados emergentes de Asia Central y de Oriente Próximo. Pero no tardó en tomar las riendas de empresas como la que se encargaba de abastecer de combustible el aeropuerto de Biskek, el de Manás, donde se encuentra la base aérea de EE.UU. Y ganó millones y millones de dólares. Acabó poniéndose al frente de la Agencia de Inversión y Desarrollo Económico del país. En definitiva, una carrera meteórica. Dicen que llegó a ser el hombre más rico de Kirguizistán.
Hoy, las nuevas autoridades del país exigen su extradición desde Inglaterra (allí le detuvo Interpol hace un mes, pero él ha pedido asilo en territorio británico). Le acusan de varias cosas. Por un lado, de abuso de poder y de malversación de fondos públicos. Parece que, por ejemplo, utilizó para su uso y disfrute personal un crédito de 300 millones de dólares que Rusia concedió a Biskek en 2009. Unos 35 los habría ingresado en sus propias cuentas y el resto lo habría utilizado para invertir en bolsas de todo el mundo. Por otro lado, también le acusan de estar detrás de la organización de los recientes disturbios en el sur del país.
Por internet, circulan grabaciones que apuntan, precisamente, a esa acusación. Supuestamente, él y otro de sus poderosos familiares aparecen en una de ellas hablando de armar a ciertos grupos para aprovechar la debilidad del gobierno interino en el sur, bastión del clan Bakíyev, y extender el caos. ¿Cómo? Promoviendo los ataques contra la minoría uzbeka, como así sucedió. E invirtieron en tal objetivo, aparentemente, entre 10 y 30 millones de dólares. Se aprovecharon de la tensión siempre presente entre las diferentes etnias y de la necesidad de la población. En dicha grabación, hablan de recrutar, al menos, a "500 bastardos". Él, por supuesto, lo ha negado todo. Lo uno y lo otro.
Ahora, se encuentra en un país con el que Kirguizistán no tiene tratado de extradición.
...Ésta es una de las residencias privadas que su padre le construyó en la capital, en Biskek. Fue saqueada en cuanto los Bakíyev fueron expulsados del poder en abril pasado.
...Parece inhabitable, pero actualmente viven allí unas 20 personas, casi todas con alguna discapacidad y que hasta hace 3 meses no tenían ni un sitio donde meterse. La policía se lo permite y ellos esperan poder quedarse definitivamente.
Casi todos comen y duermen en los garages de la finca porque el resto de la propiedad está casi inservible.
En el salón, los restos del lujo que hubo...
...y pintadas nada cariñosas contra la familia que allí vivió a todo tren.
Fuera, así quedaron la sauna que tenían los Bakíyev y la barbacoa en la que es fácil imaginar lo bien que se lo pasaban:
...Las cosas cambian, al menos para algunos.
El sábado, la presidenta Rosa Otumbáyeva -durante la toma de posesión del cargo- pidió a los ciudadanos que la respalden, a los suyos que también la apoyen y a la oposición que comprenda la dificultad del camino que Kirguizistán ha emprendido.
...Y reconoció que una nueva explosión de violencia en el sur es posible...
...Y allí pongo mi mirada, más allá de esas maravillosas e increíbles montañas que, durante la época soviética, eran preferidas para la escalada...
Kirguizistán, un país con más de la mitad de su territorio situado a 3.000 metros de altitud, está en la ruta de la seda y, lamentablemente, ciudades del sur como Osh, aparte de los enfrentamientos de hace semanas, también son famosas por ser lugar de paso de las mafias, de las redes de la droga que parten de Afganistán.
El sur vive de la agricultura y ahí está una de las marcadas diferencias entre la mayoría kirguisa y la minoría uzbeka, que ha sabido sacarle mejor provecho a los frutos de la tierra.
Hoy, de sus logros, de sus casas, de sus fincas, de la vida que tenían los uzbekos, queda la mitad. Nada más y nada menos que la mitad de la población uzbeka es la que tuvo que escapar bajo presión de los kirguises...
Ket dijo
Esto si que es un perro con malas pulgas!
http://bit.ly/9oAzAy
Jajajajaaj! Buenísimo!
El agricultor dijo
Una vez más, con tus entradas nos demuestras lo mal que anda el mundo... ¡¡ Y aquí rasgándonos las vestiduras por un ajuste de sueldos y presupuestos!
Tengo una pregunta técnica. ¿las fotos son tuyas?
José Carlos Gallardo dijo
Hola, agricultor! Sí, las fotos de las entradas de Kirguizistán (a excepción de las de la familia Bakíyev, claro) son mías. Y las del siguiente post, que será sobre los refugiados uzbekos, también, de nuestro reciente viaje a Osh y a Biskek. Un saludo!
Perséfone dijo
Un gusto volver a leerte José Carlos... y por lo que le cuentas al amigo Agricultor intuyo entonces que andas recorriendo tierras kirguizistanense (a saber si se dice así)... algún especial para informe semanal entre manos? Espero que sí. Te seguimos leyendo y esperamos saber más delos uzbekos...
saludines