¡Poyéjali!
¡Allá vamos! (Poyéjali) – gritó Gagarin cuando los propulsores comenzaron a rugir.
Los motores se ponían en marcha, preparados para la mayor aventura de todos los tiempos. Antes de su viaje, los científicos soviéticos habían hecho pruebas con medio centenar de perros, embarcados en cápsulas espaciales sin conocer qué destino les esperaba. Cerca de la mitad no regresó con vida. Una proporción poco tranquilizadora, debió de pensar Gagarin.
Pero la rivalidad con Estados Unidos, la superpotencia enemiga, no permitía andarse con menudencias. Era el 12 de abril de 1961 y por primera vez un ser humano iba a salir ...