Carta Blanca para el Kremlin
Putin puede ser muchas cosas, pero no un idiota ni un loco. Al contrario. El presidente ruso y sus más estrechos colaboradores han diseñado una estrategia maestra y arriesgada para recuperar la influencia perdida en un país vital en sus esquemas estratégicos. El objetivo es desestabilizar a un Gobierno de Kiev compuesto por el entorno de oligarcas tan sospechosos como Yanukovich, acompañados ahora por grupos neonazis y ultranacionalistas que hicieron el trabajo sucio en la calle.
Rusia permaneció a la espera durante meses, analizando la ofensiva de Berlín y Washington en Kiev, que apoyaron sin rubor un levantamiento que al principio fue pa...