Adiós, Cristina, Adiós
miércoles 9.dic.2015 por José Carlos Gallardo 3 Comentarios
Querida expresidenta (de los 40 millones de argentin@s):
Ante todo, perdón por lo de "ex", pero calculo que cuando le llegue mi carta ya estará disfrutando de su libertad como ciudadana de a pie... puede que en su departamento de Recoleta -que me consta que ha estado arreglando-, quién sabe si visitando asiduamente a su hija Florencia y a la prole de ésta en su vivienda del barrio de Constitución o -lo más seguro- en su refugio del sur, en Río Gallegos, su "lugar en el mundo", como suele decir. Espero que los 40 custodios de la Federal que, en principio, la van a acompañar le permitan el merecido descanso.
Me ha alegrado mucho verla disfrutar de sus últimos días al frente de la Casa Rosada. Con tantas sonrisas y tan pocas lágrimas. Aún realizando inauguraciones (¡Qué energía! ¡Qué trabajadora incansable!); aún nombrando embajadores en el exterior hasta el mismísimo último minuto. Vamos, llega a tener más tiempo y le llena a Macri las instituciones públicas -todavía más- de sus aventajados chicos de "La Cámpora". Todo por el bien de la nación, lo sé. Ya la estoy echando de menos.
¡Qué feo lo del traspaso de mando! No que usted no vaya ni siquiera a estar presente... sino ¡que Macri la llame por teléfono para gritarle y recriminarle su actitud! Con lo bonitos que le está dejando los jardines de Olivos...
¡Color amarillo! El favorito del nuevo presidente... ¡No tengo palabras! ¡Y qué desfachatez que usted decida NO ir y él, ¡hala!, como si nada... montando el Belén en casa!)
En fin, presidenta (¿puedo seguir llamándola así?), qué distinto todo a cuando llegué a Argentina por primera vez, en enero del 2011.
No hacía ni tres meses que su esposo, el expresidente Néstor Kirchner, había fallecido. Como el resto del país, cuánto tiempo fui consciente del luto presidencial. Una lástima no haber vivido, allá, en su país, tantos y tantos momentos de ÉL (de nuevo, permítame que le llame a "ÉL" como usted le llama), como cuando ordenó bajar el cuadro de Videla, símbolo de la política de ustedes, los Kirchner, con respecto a los represores de la dictadura. APLAUSOS. Es uno de los momentos que me hubiese gustado poder contar...
Pero, bueno, usted me hizo pasar buenos ratos como periodista. Tengo que confesárselo: no sé si la admiro como política. Ahora, eso sí, me fascina como personaje, como revolución mediática. Porque su estilo no deja indiferente a nadie. Y lo sabe. ¡Y que no nos vengan con que siempre quiso emular a Evita Perón, por favor! De hecho, ahí están los apabullantes resultados conseguidos por usted misma en las urnas -en dos ocasiones consecutivas- que no pudo alcanzar en octubre pasado su candidato, Daniel Scioli. Por cierto, me sorprendió escuchar al exgobernador-exvice-exministro-exdiputado-exdeportista hablar durante la última campaña. Juro que durante los tres años que viví en Buenos Aires bajo su presidencia, nunca llegué a escuchar su voz. Su presencia, Cristina, no me lo puede rebatir: ensombrece a cualquiera. Yo creo que hasta a ÉL.
Y muchas veces lo he pensado: que simplemente por ser mujer, a usted -en su país- no se lo han puesto fácil.
Criticada, insultada... Y tampoco ha tenido, como los hombres que le han precedido en el poder, la varita mágica. Pero SÍ que la he visto bañarse en multitudes. He sido testigo de la devoción por su persona. Y la he visto entregar viviendas, abrir hospitales, entregar ordenadores a los más pequeños, dar la bienvenida a los matrimonios gays, al reconocimiento de las personas transgénero, compensar a los que tienen hijos y nada de plata... ¡Qué pena que 12 años de Kirchnerismo -esa "década ganada"- no hayan logrado sacar de la calle a esos niños de 6, 7, 8 años que me encontré nada más llegar en el centro de Buenos Aires, pidiendo limonsna o junto a sus padres cartoneros, al caer la noche, jugando con la basura...
Me preocupa -imagino que igual que a usted- que los 40 millones de argentin@s sean -a partir de ahora- dos equipos diferenciados, jugando un mismo partido... pero desde porterías contrarias. Es lo que han reflejado las últimas elecciones. Así es la democracia: te ponen y te quitan. En España, en Argentina o, sin ir más lejos, en Venezuela. Luego, vendrán los lamentos, ¡seguro! Y me pregunto cuántos dirán que "con ELLA se estaba mejor", porque dudo que la olviden. Es más, los suyos, sus incondicionales, esperan que vuelva en 2019.
Me cuesta despedirme, decirle adiós, Cristina.
Una vez, le pregunté a sus asesores e, incluso, a algún diplomático cercano a su persona si, realmente, Cristina Fernández de Kirchner era así, tal y como la veíamos, o nada más llegar a casa, alejada de los focos, se quitaba el maquillaje y, con él, el personaje. ¿Se lo digo? ¿Le digo lo que me dijeron? Me dijeron que usted era así a las 10 de la mañana, a las 6 de la tarde y a las 4 de la madrugada haciendo transbordo en un aeropuerto... ¿Me lo creo? Bueno, ya no importa si me lo creo o no. Se nos va...
Veremos si la Argentina que deja funciona a los que llegan. Que es mejor que la del 2001, ¡vamos, sin duda! ¡Olé por el pago de la deuda! A pesar de la restricción de dólares, del bolsillo del ahorrador. Pero que no me olvido: hace 12 años, la gente daba golpes con sus cacerolas porque les habían robado el dinero de sus cuentas bancarias y querían sobrevivir. En la última legislatura, salieron para reclamar dólares y querían viajar. Afortunadamente, demuestra que la sociedad argentina ha podido evolucionar, ¿no cree?
Que conste, que me dolieron sus silencios. Especialmente, cuando en febrero del 2012 un convoy del tren Sarmiento se empotró en la estación de Once y murieron 51 personas. Tardó cinco días en salir, en dar la cara. Y sus palabras nunca fueron reconfortantes. Las familias aún lo recuerdan, como sabe.
Sin palabras -mudo, yo- me quedé cuando falleció el fiscal Nisman en su apartamento de Puerto Madero. ¡Un día antes de que, supuestamente, tuviera la intención de denunciarla a usted en el Congreso por encubrir a los responsables iraníes del atentado de la AMIA! Aún no sé si me sorprende más la acusación hacia la presidenta, que a estas alturas -casi un año después- no se haya resuelto si se mató o lo mataron o la chapuza de la investigación -con todo hijo de vecino manoseando sus cosas con él de cuerpo presente-...
En fin, le escribiría una y mil cartas, doña Cristina, viuda de Kirchner, pero el tiempo se acaba. Le toca descansar. Y a mí, personalmente, también, me toca en cierta forma decir adiós. ¿Ve? Tenemos, incluso, cosas en común. Queda pendiente la entrevista. La que muchas veces intenté, pero nunca obtuve. Quizás, ni siquiera, le llegó la intención. Ayyy... nos faltó diálogo...
Suerte.
@ jcgallardo
luis dijo
creo que es una mal educada y mala perdedora en las elecciones, una presidenta como dios manda tiene que asistir a la proclamacion del nuevo presidente de la Republica pues asi lo quisieron los argentinos.
Para mi a sido la peor presidenta a que a tenido Argentina y lo que es peor como se a enrriquecido
El agricultor dijo
Supongo que este blog ya no está en uso, pero no puedo dejar de mostrar mi alegría por la noticia que acabo de ver en TVE: el estreno de una obra de teatro sobre el asesinato de Anna Stepánovna Politkóvskaya. Han sido 10 años de silencio, y sus asesinos no van a pagar por su muerte, pero al menos sobre las tablas del teatro quedará la denuncia.
El agricultor dijo
Acabo de ver en el teatro "Mujer no reeducable". Aunque desde este blog se ha denunciado muchas veces la crudeza de la guerra ruso-chechena, escuchar el relato de los hechos de la " boca" de Anna Politkovskaya ha sido desgarrador. La obra es devastadora; no da tregua y desde el minuto uno, el estómago se te encoge y te preguntas hasta dónde es capaz de llegar el ser humano. También te reafirmas en lo necesario que es una prensa libre, con profesionales como Anna P.