
...Son pocas las veces que Cristina Fernández de Kirchner irrumpe en la programación de todos los canales de televisión para lanzar un mensaje "de interés nacional"... perdón, quiero decir que son pocas las veces que hace lo que se dice "cadena nacional" sentada -como la vemos en la foto- en su despacho de la Casa Rosada. Sólo en las grandes ocasiones, como aquella vez que habló tras la muerte de su esposo.
Y aunque la actualidad económica argentina desde hace un par de semanas está dando titulares prácticamente cada 5 minutos, os remito al último día que hizo uso de esa escenografía y de esa solemnidad. Lo hizo para informar del fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos "contrario", según sus palabras, "al 92% de los acreedores que creyeron a la Argentina y reestructuraron su deuda".
ARGENTINA Y SU HISTORIA PERSONAL CON LA DEUDA EXTERNA
Recapitulemos antes de avanzar: La deuda argentina se disparó desde la antesala de la dictadura del 76 y así continuó en democracia, retroalimentándose con los vaivenes del mercado. Creció aún más con la imposición de la convertibilidad ficticia (1 dólar = 1 peso) que Carlos Menem instituiría en los 90, años en los que el país dejó de fabricar casi de todo para comprarlo prácticamente todo fuera. "Para sostener ese endeudamiento, Argentina debió privatizar todo", ha dicho recientemente el actual titular de Economía, Axel Kicillof, "y eso significó malvender los activos del país. Y lo paradójico es que no se cobraban en dólares, sino en más títulos de deuda".

La curva -ahí está- muestra hasta qué punto la situación se convirtió en alarmante. Y no funcionó ninguna fórmula (hubo de todo tipo) para intentar reducir las facturas del Estado.

Siendo ya insostenible aquella realidad, las autoridades implantaron el corralito y aquel mes de diciembre de 2001 en el que se sucedieron 5 presidentes (¡cinco!), ante tanta incertidumbre y a la desesperada, uno de aquellos mandatarios a la carrera, Adolfo Rodríguez Saá, declaró el "default", la suspensión de pagos, una medida que sería erróneamente aplaudida por el pleno del Congreso ("erróneamente" porque una medida que certifica el fracaso de un Estado como tal permite cualquier reacción menos un aplauso).
Con el quinto presidente, Eduardo Duhalde, el corralito se convirtió en corralón, pero la situación relativamente se acabaría calmando (a golpe, también, de timón político por parte del Justicialismo/Peronismo; no nos engañemos, nada ocurrió tampoco por casualidad). En 2003, llega al poder Néstor Kirchner, quien se propone, con el país aislado del mundo, reestructurar toda la deuda externa que había quedado pendiente de pago.
Se plantearon dos fases: una primera en 2005 (se adhieren en torno al 75% de los acreedores, incluido el FMI, al que -como he recordado hace poco en este blog, Kirchner ya le había recordado desde el estrado de Naciones Unidas que "Los muertos no pagan"):

La segunda reestructuración data de 2010, ya con Cristina Fernández en el poder. Argentina consigue, en total, la adhesión del 92% de los acreedores.
El restante 8% prefiere esperar... y, en última instancia, pelear en los tribunales. Además, ya han aparecido en escena esos fondos de inversión dispuestos a pagar muy por encima de su valor bien bonos a medio/largo plazo o bien deuda no negociada. Y ahí está LA LOSA que hoy pesa sobre Argentina.
Así es el mercado, con fuerzas económicas que, como apuntaría Cristina Fernández en su alocución del pasado 16 de junio, tienen "todo el tiempo del mundo para especular" .
Son los llamados "fondos buitres" y su argumento básico de litigio ha sido y es la aplicación de una norma que se aplica desde hace más de 150 años y que se conoce como "pari passu" (del latín, "tratamiento igualitario"). Es el arma con el que actualmente apuntan a un país en proceso de reconstrucción.
Otro instrumento de presión directa son los embargos: desde embajadas y salarios de diplomáticos depositados en cuentas del exterior a satélites espaciales y aviones... o fragatas como la argentina "Libertad", retenida hace dos años en Ghana, ¿recordáis? Entonces, "NML Elliot Management" fue la principal empresa demandante.
La humillación es un extra con el que también cuentan... porque también cotiza (para el "humillado", a la baja).
EL ÚLTIMO ENEMIGO PÚBLICO Nº1
Cuentifiquemos: los "fondos buitres" que acechan a Argentina son... 18. Sí, 18. En ese 8% de acreedores con los que todavía no ha habido acuerdo hay 18 "fondos buitres". 13 son argentinos (aunque el grupo, en conjunto, sólo suma un reclamo de unos 5 millones de dólares).
Cinco son extranjeros... y dominantes: "ACP Master Ltd" (con base en las Islas Caimán), "Blue Angel Capital Management" (Carolina del Norte, EE.UU.), "Olifant" (California, EE.UU.), "Aurelius" (especializado en "rescatar" empresas, con sedes principales en Munich y Londres) y...
...y "NML Capital", hoy por hoy, el principal "enemigo" entre los "buitres". Es el fondo especulativo especializado en adquirir deuda externa de países en dificultades (Perú, Congo, etc.). En 2008, adquirió bonos argentinos por 48 millones de dólares. 48 millones que, en tan sólo 6 años, han obtenido una ganancia del 1.600%... "Yo creo que ni en el crimen organizado", ha comentado la presidenta argentina un día de estos ante las cámaras de televisión.
Su dueño es Paul Singer -en la foto-, un multimillonario al que le gusta mantener un bajo perfil público, pero que para muchos es el "gurú" de Wall Street. También posee "Elliot Management" (dada la confusión que se da en los medios que informan, nos referiremos a "NML Elliot Management" como a uno solo). Según la revista "Forbes", tiene una fortuna personal que alcanza los 125.000 millones de dólares. Invierte en medios de comunicación, en empresas energéticas y del juego. Diversifica inversiones para pagar menos impuestos federales. Por la misma razón, hace cuantiosas donaciones, como en su día a la campaña del republicano Mitt Romney.
Y es a Paul Singer a quien, hace unos días, la Justicia estadounidense reconoció -al rechazar el recurso presentado por Argentina- el derecho a cobrar un primer pago de 1.330 millones de dólares (1.500 sumando intereses). En efectivo. Sin plazos. Y ¡ya!
A sabiendas de que el país está entre las cuerdas, los abogados de "NML Elliot Management" han pedido expresa y reiteradamente al juez federal Thomas Griesa -el magistrado de la corte de Nueva York encargada, a la izquierda en la foto- que no le dé más tiempo a Argentina porque "sólo trata de evadir la orden judicial”.
Es una decisión que "The Wall Street Journal" ha celebrado en sus editoriales (“Mala Suerte, Argentina. Usted sabía en lo que se estaba metiendo cuando vendió los bonos”) frente, por ejemplo, al "Financial Times", que desde sus páginas de opinión ha advertido de que “si Argentina es obligada a pagar a los holdouts en su totalidad, el precio será cargado por los argentinos” y habla de "extorsión respaldada por el poder judicial de Estados Unidos”.
La orden judicial de pago vencía, en principio, este 30 de junio, aunque existe legalmente un mes más para intentar llegar a un arreglo. Y si las partes progresan en la negociación, el plazo podría incluso extenderse.
(OBLIGADO) CAMBIO DE DISCURSO
...Carteles como éste empapelan Buenos Aires. También ha habido movilizaciones populares bajo consignas de claro tinte nacionalista como "La Patria no se negocia". Y si el 16 de junio por "cadena nacional", Cristina Fernández lanzaba el mensaje de NO pagar: "Me parece que hay que distinguir entre lo que es una negociación de lo que es una extorsión"...

...Unos días después, con motivo del Día de la Bandera, la mandataria cambiaba el discurso: "Nosotros queremos acordar con el 100% de los acreedores... Sólo pedimos que nos generen condiciones de negociación justas y de acuerdo con la Constitución argentina".
Y que ELLA pida algo...
Al parecer, entre una y otra intervención televisiva, Cristina Fernández mantuvo una reunión con sus asesores más cercanos como el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro Kicillof. Le habrían aconsejado -y la habrían convencido- ser... más práctica.
A nadie se le escapa lo que está en juego: La recuperación total del país, la posibilidad de financiación exterior, etc. Hasta la presidenta lo ha destacado públicamente: "Los que revolotean, no revolotean únicamente sobre finanzas. Revolotean también sobre los recursos naturales". Y todos pensamos en los mismo: en el vasto yacimiento de hidrocarburos no convencionales de reciente descubrimiento en "Vaca Muerta", una zona que se extiende entre las provincias argentinas de Neuquén, Río Negro y Mendoza. De hecho, "NML Elliot Management" ya ha presentado un requerimiento judicial en Estados Unidos para obligar a la petrolera Chevron a entregar su contrato con Argentina para explotar el yacimiento y, así, saber a ciencia cierta qué es embargable... o qué elementos pueden ser "negociables".

...El mismo Jay Newman (el de la pose en la imagen) ha preguntado abiertamente por "Vaca Muerta". ¿Y quién es Jay Newman? Pues, digamos que el "lugarteniente" de Paul Singer dentro de "NML Elliot Management". Alguien que no sólo juega para otros, ya que él, en su cartera, tiene cerca de 1.000 millones de dólares en bonos argentinos. Según este hombre (al que nos imaginamos como el Tío Gilito, con el signo del dólar en las pupilas), "Argentina tiene uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas del mundo, pero los datos que hemos visto indican que para poder explorar y finalmente comercializar esos recursos hacen falta inversiones de entre 50.000 y 100.000 millones de dólares. Eso no va a suceder hasta que la Argentina demuestre que es un destino amistoso para el capital extranjero". Y eso, para Newman, sólo lo conseguirá pasando por el aro de los "buitres": "Resolviendo este pleito, el gobierno argentino daría una señal positiva a los inversores extranjeros, ayudaría a reducir la inflación, a que entren más dólares y, sobre todo, abriría las puertas al desarrollo de Vaca Muerta, creando miles o tal vez decenas de miles de puestos de trabajo. Nos beneficiaría a nosotros, sí, pero mucho más al Estado argentino y a la gente del país".
EL "DEFAULT" TÉCNICO, EL PRINCIPAL RIESGO

"NML Elliot Management" es la punta, pero NO el iceberg. En ese 8% de acreedores con los que todavía no ha habido acuerdo, "NML Elliot Management" representa el 1%. Y todo el mundo sabe que si Argentina este lunes 30 de junio desembolsara esos 1.500 millones de dólares que le reclaman, detrás vendría el 7% restante de acreedores. Por tanto, otro cuantioso pago. ¿De cuánto hablamos? Pues de unos 15.000 millones de dólares. "Más de la totalidad de las reservas del Banco Central", ha dicho Cristina Fernández, antes de reconocer que existe "además la posibilidad de que el otro 92%, el grueso de los acreedores, encuentre otro juez que diga: ustedes también tienen derecho a cobrar en las mismas condiciones". Y NO valdría ninguna reestructuración pasada... Las calculadoras de la Casa Rosada ya han hecho cuentas y, después de echar humo, les sale una cuenta a pagar de ¡120.000 millones de dólares!
Y ya sabemos -porque así lo han anunciado a los cuatro vientos- que la estrategia a seguir de esos fondos de inversión no es otra que negociar JUNTOS para hacer más presión...
...El desastre para un país que, de nuevo, se encuentra con el agua al cuello, habiendo demostrado que con muchos esfuerzos internos -especialmente para los ciudadanos- ha estado pagando religiosamente su deuda. Sin olvidar que hace tan sólo unas semanas logró un destacable acuerdo con el "Club de París" -como ya os conté- para pagar la deuda contraída con este grupo de países por préstamos desde los años 50.
Argentina le ha pedido TIEMPO a Griesa hasta la saciedad, advirtiéndole de que el país, en las actuales condiciones, tiene una pistola en la nuca. El juez, sin embargo, se ha estado resistiendo a ceder. No confía NADA en el discurso de la Rosada.
Kicillof acaba de estar en Estados Unidos. Allí, el siempre combativo titular argentino de Economí, no se ha hartado de insistir en voz alta en el discurso oficial: que lo que quieren es NEGOCIAR "de buena fe" hasta el 30 de julio (plazo de gracia incluido) porque "la república no está en condiciones de pagar a los demandantes en su totalidad".
En la sede de la ONU en Nueva York, a donde fue invitado por el "Grupo de los 77 + China", reiteró que "Argentina quiere seguir pagando, pero no la dejan. Es inédito, insólito. (...) Nos han impuesto condiciones que ponen en riesgo no sólo la reestructuración, sino la economía en su conjunto. (...) Nos empuja a una situación de default técnico. A un sufrimiento para el pueblo argentino”. “Pedimos no tener que resolver esto en tres días”.
Pero mientras Kicillof hablaba, Daniel Pollack (a la derecha), el mediador designado por el juez, un especialista en derecho tributario y financiero, ya daba señales de que no habría que tener grandes expectativas al confirmar que ya había empezado a reunirse con los letrados de las partes... sin "ninguna solución" a la vista.
ARGENTINA, "SIEMPRE EN LA CANCHA"
A principios de semana, Cristina volvía a su estrado de la Casa Rosada, a la habitual Sala de las Mujeres. Y se limitó a lanzar mensajes acordes al actual espíritu mundialista: "Siempre estamos en la cancha y vamos a seguir saliendo a la cancha, aunque algún árbitro nos quiera bombear".

..."Yo puedo ser arquera (portera)".
Intervino, principalmente, para realizar anuncios. Y su actitud... fue extrañamente optimista. ¿Ppura cautela para tranquilizar al personal o había algo más? Parece cierto que Argentina estaría dispuesta a transferirles a los "fondos buitres" un pago inmediato en torno a los 350 millones de dólares. El resto, en bonos a pagar a partir del 2015.
Pero Kicillof, como os digo, en Nueva York con la predisposición al diálogo bajo el brazo. El mediador, agorero. Los demandantes, ansiosos. Y el juez, desconfiado...
Pues bien, este pasado viernes, Griesa convocaba a las partes y decidía "congelar" el pago a los bonistas que sí habían entrado en el canje (y que también tenían que cobrar este lunes día 30 en torno a los 1.000 millones de dólares, una cantidad que Buenos Aires ya había girado al Banco de Nueva York para evitar posibles demandas y, sobre todo, evitar el "default" técnico).
Los "buitres" le habían pedido al juez que embargara ese dinero para dárselo a ellos, pero Griesa al final optó por un 50/50 y, de momento, sólo los ha inmovilizado, dando UN PLAZO -el que ya conocíamos- de 30 días desde este lunes para que Argentina y los fondos especulativos lleguen a UN ACUERDO.
Nada más conocer la última decisión del magistrado, "Pollack, el mediador" volvió a reconocer la dificultad para llegar a un entendimiento, pero al mismo tiempo anunció que las negociaciones se retomaban esa misma tarde.
Es un contratiempo para los acreedores que se sumaron a la reestructuración de la deuda, pero sin duda UN RESPIRO para Cristina Fernández, que este fin de semana se refugia en su lugar en el mundo (en el sur del país) para analizar los acontecimientos... y descansar.
Han sido, probablemente, dos de las semanas más duras y complicadas de su administración. Ha podido contar con el apoyo de todos sus socios latinoamericanos, incluso con el de la Iglesia argentina. Pero, además, tiene que contar con la confirmación oficial de que Argentina -tras años de crecimiento- entró en recesión en marzo, en parte por la devaluación del peso (un 23%) del pasado mes de enero. Y la deuda externa ha alcanzado casi los 138.000 millones de dólares. Para colmo, también el viernes se confirmaba el procesamiento de su vicepresidente, Amado Boudou.
Como para irse de vacaciones. Ni ELLA, ni nosotros.
Seguiremos informando.