Del Ala Oeste a Hollywood
lunes 11.feb.2013 por Dori Toribio 1 Comentarios
A esta hora, Barack Obama última su anual discurso del estado de la unión. La capacidad oratoria del presidente de EEUU a estas alturas es indiscutible. Pero no trabaja sólo y cuando estamos ante comparecencias que pasan a la historia, conviene recordarlo. “Soy mejor escribiendo discursos que mi equipo de escritores” presume a menudo Obama. “Pero tengo alguien que me lee la mente”.
Así llaman en Washington a Jon Favreau, “mind-reader”. Favs, como le llaman aquí, es brillante. Tiene 31 años y lleva desde los 23 firmando los discursos del presidente de EEUU. Recoge las ideas que lanza Obama, les da forma, sintaxis, emoción… y las convierte en el género literario de altura al que pertenecen los discursos políticos en este país. Es el escritor de discursos más joven que ha pasado por la Casa Blanca, un departamento por cierto integrado en la cúpula de gobierno del ala oeste. Y su pluma ha perfilado desde el primer discurso de Obama en la Convención Demócrata de Denver, a la alocución que puso sobre la mesa la histórica reforma sanitaria, pasando por sus discursos de investidura y su campaña hacia la reelección. Siempre en la sombra, lejos del escaparate, como suele ocurrir con los grandes.
Comenzó su trayectoria en Boston, trabajando para el entonces candidato presidencial John Kerry. Se cruzó un día con un joven senador Obama, al que se atrevió a aconsejar que retocara una frase redundante, a riesgo de que pensara "quién es este niñato". Un año después, Favreau se unió a su campaña electoral. Cree que los discursos pueden crear aliento en tiempos difíciles. Que los sueños se escriben, el cambio se deletrea y la esperanza se respira. El candidato perfecto para sustentar la sólida capacidad oratoria de Obama. Sus caminos se unieron. Escribieron codo a codo aquel primer Yes, we can. Y dictaron juntos la historia después.
Desde entonces se le acusa de mucha forma y poco contenido. Demasiados artificios y poco realismo. “Obama da discursos. Yo, soluciones” decía Hillary Clinton en aquellas primarias de 2008. Estos últimos meses se ha centrado en buscar ese lenguaje que reconectara al presidente con los ciudadanos, en recuperar la fascinación perdida, en que la clase media percibiera preocupaciones compartidas. Favreau confiesa que el discurso más difícil de escribir, fue el del pasado 21 de enero, en el que Obama abrió la agenda de los valores y las promesas incumplidas.
Suele estar sentado a su derecha en el Air Force One, mientras Obama escribe con la izquierda. Vive en un pequeño apartamento de Washington de una habitación. Ha pasado por varios escándalos al publicar en las redes sociales fotos de sus noches de fiesta en la capital. No es raro verle a última hora de la tarde corriendo junto a los paseos que surcan los monumentos presidenciales. Y los medios aseguran que en marzo dejará su cargo de director de discursos en la Casa Blanca para dedicarse a los guiones de Hollywood. No es la primera vez que ocurre. Quizás se dedique ahora como alguno de sus antecesores a escribir series de televisión inspiradas en los entresijos del poder.
(8) AUM dijo
http://www.youtube.com/watch?v=RKDEfAu4QOc