Newtown: nunca sabremos por qué
martes 26.nov.2013 por Dori Toribio 2 Comentarios
La fiscalía del estado de Connecticut ha publicado las conclusiones de la investigación sobre el tiroteo que hace casi un año partía el corazón de este país: 20 criaturas y 6 adultos eran acribillados en la escuela de primaria Sandy Hook, de Newtown. Adam Lanza actuó en solitario y la investigación apunta levemente a desequilibrios mentales y una obsesión por otros asesinatos masivos, como el de Columbine en 1999. Pero concluye que nunca sabremos por qué lo hizo. Como tantas otra veces. Nunca entenderemos el por qué. Si es que alguna vez hubo algo que entender...
Tras la tragedia de Newtown, se dijo que las cosas cambiarían. Que aquel era el punto de inflexión. Que pocos tiroteos habían sacudido tanto las conciencias. Que aquellas portadas con las fotos de 20 niños inocentes serían difíciles de olvidar. Aquellos días hicimos periodismo con lágrimas. El presidente Barack Obama compareció sin poder contenerse, asegurando que era el día más duro de su presidencia y prometiendo una ley por un mayor control de armas. La opinión pública se volcó a favor de la prohibición de las armas de asalto en manos privadas y los cargadores de alta capacidad. Pero la Asociación Nacional del Rifle propuso a cambio profesores y policías armados en las escuelas para detener a “los malos”. Y la propuesta legislativa quedó atrapada en un Congreso sin salida.
Nada ha cambiado un año después. Alrededor de 8.000 personas han muerto en los primeros 9 meses del año. Cada hora se producen tres muertes por armas de fuego. En EEUU hay unos 300 millones de armas en manos privadas. El acceso es fácil. El control de antecedentes o historial médico, insuficiente. Y la regulación cambia dependiendo del lugar en el que se compre, posea o utilice el arma de fuego. Es un debate imposible, oscurecido por un entramado de factores políticos, económicos, sociales e históricos. La cultura de las armas es parte de la fundación de este país. La Segunda Enmienda de la Constitución es intocable. Y tienen razón los que dicen que la gran mayoría son responsables. Pero en la otra cara están el sentido común y las cifras. Los graves sucesos, los asesinatos múltiples, los sustos casi diarios. Ayer la Universidad de Yale, también en Connecticut, se mantenía toda la mañana cerrada en busca de un hombre armado. Horas después, respiros de alivio tras momentos de pánico. He perdido la cuenta de cuántas alertas van ya en los últimos meses. Son ya demasiadas. Demasiados muertos. Demasiadas lágrimas.
Evandro dijo
Que triste realidad y la vida sigue igual, hemos aprendido a vivir entre la muerte y la inseguridad. Adiós a las armas
desde Cuba
Evandro
Usosycostumbres dijo
La política ficción de los USA es para reír o llorar. Nada de lo que dice B. Obama es creíble, sobre que todo va a cambiar con respecto al cariño... que tienen por las armas el pueblo americano. Las estadísticas... dicen lo contrario. Seguirá sucediendo, lo que tienen que cambiar son los cerebros. Circulando libres tantas armas, recurrir a ellas como solución para resolver rencillas en manos de acomplejados es ponerlo demasiado fácil al que alberga odios. La posesión de un arma da mucha sensación de poder, superioridad. Ellos presumen de país grande, de ser los inventores de la libertad, y ese desenfoque mental será su debacle.
http://www.youtube.com/watch?v=QbrchesGD5w
Lacrimosa - Schuld Und Sühne (La culpa y la expiación)