Algunos apuntes sobre el fenómeno Trump.
viernes 11.mar.2016 por Carlos Franganillo 1 Comentarios
Donald Trump se ha convertido en el gran fenómeno político del último año en Estados Unidos y después de varios meses nadie sabe explicar con claridad su éxito. ¿Quién le apoya y por qué?
En muchas ocasiones los medios de comunicación sólo nos quedamos en la superficie, en los chascarrillos de un personaje arrollador, con enormes dotes de comunicación, un estilo chulesco y arrogante, que se desenvuelve con soltura en los debates más enfangados y que exhibe con obscenidad su éxito empresarial y su riqueza. La puesta en escena es esencial en su estrategia pero detrás de eso se mezclan distintas tendencias sociales de gran calado que han sacudido la política estadounidense y no sólo en el bando republicano. El rechazo a la clase política tradicional y el apoyo a mensajes simples y populistas no nacen con el anuncio de la candidatura de Trump, en el verano de 2015.
Trump ha estudiado el electorado a fondo
Trump no es un fenómeno espontáneo ni pasajero, sino el reflejo de tendencias que se han desarrollado en los últimos años en Estados Unidos, y que tienen muchas similitudes con las nuevas corrientes políticas que emergen en Europa y otras partes del mundo. Trump ha sabido articular esas tendencias y encarnarlas, con un enorme talento para la comunicación.
El magnate neoyorquino ha hecho un acertado análisis de mercado para diseñar su ideario y obtener apoyo en nichos de votantes a quien nadie estaba atendiendo de manera específica. Para ello no ha dudado en recurrir a herramientas como la xenofobia o a la defensa (temporal) de prácticas opuestas al Derecho Internacional, como la tortura o el asesinato de parientes de terroristas.
Un artículo reciente en la web VOX vincula el fenómeno Trump con la emergencia del autoritarismo entre el electorado republicano. Es decir, con la búsqueda de un líder fuerte, capaz de garantizar el orden ante las amenazas, según varios estudios.
Otros factores sociales, demográficos y económicos podrían ayudar a entender lo que ocurre.
1- La clase media se ha derrumbado en los últimos años. Pierde solidez, ya no representa a la mayoría de la sociedad y sus ingresos siguen cayendo, según apunta un estudio reciente de Pew Research. Algunos analistas consideran que amplios sectores de esa clase media se sienten los grandes perdedores en las últimas décadas, olvidados por los políticos mientras la economía del país crece. Trump es un outsider, un intruso que se ha colado en la política y un empresario de éxito que promete acabar con los privilegios del establishment.
2- Estados Unidos vive un acelerado cambio demográfico y cultural. En 2065, los blancos no hispanos -columna vertebral de la identidad de EEUU desde la fundación del país- dejarán de ser la mayoría de la población. Hoy representan el 62% de sus habitantes. En 2065 serán poco más del 40%, según las proyecciones del Pew Research.
La población hispana y asiática ganan terreno y con el avance de la primera, también cobra fuerza la lengua española frente al inglés. En ese escenario no se debe descartar una mayor fuerza del nacionalismo y el mensaje identitario blanco-anglosajón en los próximos años. Con sus declaraciones xenófobas (anti-musulmanes) y sus amenazas de deportación en masa, Trump logra conectar con una gran parte del electorado republicano.
El neocon David Frum vincula estos elementos (clase media y raza) en su artículo "The Great Republican Revolt" para explicar parte del auge de Trump entre algunas capas conservadoras...y también se apoya en la desconexión entre importantes sectores de la base del Partido Republicano y sus élites (donantes y representantes políticos). Mientras sus líderes atacan y anuncian recortes en sistemas como el Medicare o la Seguridad Social la mayoría de sus votantes piensan exactamente lo contrario. Además, dos tercios de esos simpatizantes respaldan un mayor impulso a la deportación de inmigrantes ilegales. Y Trump ha sabido aprovechar todos esos elementos elaborando un mensaje duro ante la inmigración, prometiendo defender ciertas coberturas sociales y atacando a las élites políticas.
"Algo ha cambiado en la política estadounidense desde la Gran Recesión", dice Frum en su artículo. "Las viejas consignas suenan huecas. Los candidatos insurgentes son menos absurdos, los ortodoxos son más vulnerables. La élite de donantes del Partido Republicano planeó una restauración dinástica en 2016. En vez de eso, desencadenó una guerra de clases interna".
A tenor de estos análisis, Trump se presenta como un producto de la crisis económica que se ha traducido (no sólo en EEUU) en un empobrecimiento de la clase media y en una profunda desconexión entre la población y su clase política. Aunque las encuestas le favorecen, nada garantiza aún que el magnate neoyorquino se convierta en nominado republicano a la Casa Blanca y mucho menos que alcance la presidencia, pero los factores que rodean a su éxito político seguirán presentes lo logre o no.
Ich bin ein Berliner dijo
Brillante, como siempre, Carlos. Un abrazo