VENECIA sin ti
viernes 13.may.2016 por Destinos de película 3 Comentarios
Qué profunda emoción, recordar el ayer, cuando toda VENECIA me hablaba de amor. Ante mi soledad, en el atardecer, tu lejano recuerdo me viene a buscar... (Alárguese mucho la última "a" para que suene bonito). Es imposible pasear por esta ciudad y no tararear en algún momento, en alguna calle, esta canción de Aznavour. Aunque los gondoleros se nieguen a cantar el típico O sole mío como en la película, lo normal es que uno acabe rendido al tópico.
Yo mismo, para empezar a escribir el post de esta semana de rodaje en la ciudad de los canales y las ciento y pico islas me he visto abducido por la tradición y estoy sentado en la placita de San Barnaba (San Bernabé) donde Katharine Hepburn se caía al canal por un descuido. Aquella película, Locuras de Verano (Summertime en su título original) es una de mis debilidades. No es la mejor plaza, ni siquiera la mejor iglesia, pero tiene encanto. Os cuento, hay barcos como puestos de fruta ambulantes que atracan en la orilla con sus productos, está el puente de los puños, donde peleaban bandas rivales hasta que caían al agua (podéis ver las pisadas en el suelo esculpidas en mármol o podréis esperar y verlo en el programa) y la Iglesia de este campo (plaza) que fue el escenario de Indiana Jones y la Última Cruzada. Spielberg la convierte en una biblioteca llena de ratas.
Venecia es cine y literatura. Paseas por ella como Casanova, como Thomas Mann, como Jonnhy Deep, Mister Rypley o como un mercader de Venecia. El rodaje ha sido realmente complicado, no por las hordas de turistas que lo llenan todo y se cuelan en el plano sin querer, sino porque como no hay coches, ni bicis, ni motos, debíamos arrastrar cámaras, baterías, trípodes, cables y todo el equipo por callejuelas estrechas y puentes con escaleras. Aunque precisamente eso, la falta de ruidos de motor, es lo que la hace realmente especial. Hay paz sin el tráfico de los tubos de escape. Te sales de la calle típica, de la zona de bullicio donde todos vamos, y encuentras una Venecia maravillosa. Fuera del epicentro (que obviamente hay que ver y disfrutar) existe una ciudad que conserva la magia y el espíritu de los venecianos. Allí donde viven la mayoría. ¡Qué palacios! ¡Qué ventanas para escribir! Ays...
He parado de escribir para tomarme el café y me vuelve a la mente la canción de Aznavour. Inevitable. Como viaje romántico este lugar tiene todos los ingredientes, doy fe. No estoy enamorado -lo estuve-, pero Venecia enamora. Miro a la gente y adivino una sensación de felicidad, de satisfacción, tienen cara de haber acertado con el destino de película. Yo, que ando siempre pensando en historias, me miro los pies y les digo: amigos, tenemos que volver. Incluso más: este lugar es perfecto para venir a escribir una novela.
Fuera de ensoñaciones, os cuento que el programa os va a encantar. Que espero que no notéis la cara de madrugón que tengo en el Campanile, donde subimos para grabar la plaza de San Marcos sin gente, o el granizo que nos cayó justo yendo a la playa del Lido para recordar a Dirk Bogarde, o el empacho de pasta que tenía subido en la góndola para recordar a Casanova. Hemos visitado el Palacio Ducal, la Basílica, el Puente de Rialto, el Guetto, los canales, bla bla bla... Todo para que disfrutéis de un programa de película.
Os dejo, me tomo el café, que se enfría, pago la cuenta y hago la maleta. Me espera otra ciudad.
Jose Antonio dijo
Por favor, alguien sabe quién es esa chica o ese grupo italiano que canta en la introducción del programa Destinos de película (Venecia)? O cómo se llama la canción. Gracias
Susana dijo
¡Que lujazo de reportaje para Venecia!. Imágenes, información, gente, me cuesta asimilar tanto y además añadiéndole el plus de las películas. Un trabajazo enorme con un resultado excepcional. Me puedo imaginar cargando con todo el equipo, uff, si ya solo llevar una maleta de viaje cuesta :))) Acabo de comenzar a veros y seguiré viendo los demás. Felicidades!
Beatriz dijo
Qué bonito comienzo de entrada... "Locuras de verano" es maravillosa y sólo pensar en Dirk Bogarde y su magistral "Muerte en Venecia" me emociona, con esa extraordinaria sinfonía de Mahler como otro personaje más... Este destino de Venecia lo voy a disfrutar de manera especial. Lo sé. Qué ganas, Màxim.