Buñuel: más allá de los sueños y la razón
viernes 26.jul.2013 por Gerardo Sánchez 3 Comentarios
El 29 de Julio se cumplen 30 años de la muerte de Luis Buñuel, por mucho que algunos quieran o se empeñen, nuestro cineasta más importante, e incontestablemente, uno de los más grandes creadores de la cultura española del siglo XX.
¿Qué puedo decir de Buñuel, siempre “Don” Luis, como buen burgués que era. Parece mentira que un tipo tan personal y transgresor en su cine, fuera alguien absolutamente normal y convencional en su vida familiar. O quizás, precisamente lo fuera por eso.
No conozco escena más perturbadora en la historia del cine que el famoso corte del ojo de “Un perro andaluz”.
No he visto en el cine mayores obsesiones insanas que las que he visto en sus películas. Tampoco he visto jamás azotar de igual forma a la burguesía y a la Iglesia Católica que en sus películas.
Pero Buñuel, que era un burgués, y de férrea formación católica, socavaba sus obsesiones desde dentro, con pleno conocimiento de lo que cuestionaba, y siempre, con mucho humor, y los ojos del niño travieso que nunca dejó de ser, ese que amenazaba a sus compañeros de clase con tanta solemnidad como arrogancia.
Pero además de ser un autor con mayúsculas, de los pocos que realmente ha dado el cine, Buñuel fue un excelente profesional del cine, alguien que sabía rodar, que sabía dirigir actores, y que sabía lo que importaba y lo que no. Todo eso, en suma, que es imprescindible saber para convertirse en un autor de verdad.
En Días de Cine hemos querido rendirle homenaje. Aprovechando una entrevista exclusiva que hizo Raúl Alda a Jean Claude Carriere el año pasado. Hubiese dado para un programa entero, o dos, pero la parrilla y el verano mandan, y “sólo” hemos podido dedicarle 10 minutos en un programa de 30.
Pero ¿Cómo? ¿Aún hay alguien que no sepa quién es (Don) Luis Buñuel? Pues…
…Todo comenzó un 22 de Febrero del recién estrenado 1900. En España, en Aragón, en Teruel, en el pueblo de Calanda, cuyos tambores haría inmortales, nacíó Luis Buñuel Portolés, hijo de Leopoldo Buñuel y María Portolés y primogénito de 7 hermanos. En 1906, ya en Zaragoza, cursaba sus primeros estudios en el colegio de los Hermanos corazonistas, y posteriormente el bachillerato en el Colegio del Salvador. Fue un buen estudiante, aunque la arrogancia del pequeño Luis quedaba reflejada en los desafíos que mandaba a sus por entonces pequeños enemigos en forma de notas no precisamente anónimas. Era el comienzo de una apacible vida burguesa salpicada de no pocas provocaciones a lo establecido.
A los 17 años se trasladó a Madrid para entrar en la residencia de estudiantes, donde conocería a Salvador Dalí y a Federico García Lorca. Dos amistades que le influirían decisivamente.
Era el caso que el joven Luis Buñuel quería ser escritor, y esa sería su vocación frustrada, por más que llegara a publicar cuentos y poesías. Paralelamente, y de forma aparentemente contraria al espíritu de poeta, al joven Luis Buñuel le gustaba practicar el noble arte del boxeo, llegando incluso a participar en el campeonato de España de pesos pesados para aficionados. Elías Querejeta, quien le conoció años y trató asiduamente mucho tiempo después, contaba una anécdota según la cual durante el rodaje de Viridiana Buñuel asistía a una tertulia en la que para poder ser parte, había que ser “ex” (cualquier cosa). Él estaba por su condición de exboxeador.
Dos hechos iban a cambiar el rumbo de su vida: n 1925 Luis Aragon impartió en la residencia de estudiantes una conferencia sobre el surrealismo. También, por aquella época, pudo ver una proyección de "Las tres luces", la película de Fritz Lang, que le impresionó notablemente. Impulsado por ambos hechos se trasladó a París y al poco ya consigue trabajar como ayudante de dirección de Jean Epstein en "La caída de la casa Usher". AL mismo tiempo, andaba preparando un guión para una película sobre Goya en el primer centenario de su muerte. La película nunca se realizaría, pero a cambio, Luis Buñuel se había hecho un hueco entre los surrealistas. Además, conoció a Jeanne Rucar, con quien se casaría años más tarde, y que sería su compañera para el resto de su vida.
Después de colaborar con la realizadora Germaine Dulac, y con Jacques Feyder, escribe junto por su amigo Salvador Dalí, el guión de la que habría de ser su primera película, inspirada en sendos sueños de aquellos tan brillantes como arrogantes jóvenes. "Un perro andaluz", el resultado de aquella colaboración colocaría el nombre de Luis Buñuel en la historia del cine. La película era una salvaje y poética invitación a lo irracional, y fue escrita según el principio inexorable de no aceptar ninguna idea o imagen que pudiera tener una explicación racional, psicológica o cultural. Sobra decir que casi 90 años después, “Un perro andaluz” sigue teniendo una de las escenas más perturbadoras y terroríficas de la historia del cine. Hace apenas un par de años, fue restaurada y editad en DVD por la Filmoteca española, y lo que son las cosas, hoy puede verse incluso en la web de RTVE.
Un hábil sablazo de 25.000 pesetas del joven Buñuel a su madre permitió financiar la película. La mitad del dinero financiaría la película. La otra mitad del dinero materno se fue en juergas parisinas, hasta que Don Luis decidió que ya estaba bien y que, como el burgués de recia formación jesuita que en el fondo era, tenía que trabajar. El rodaje duró 15 días. Con semejante guión, es lógico que los intérpretes, Pierre Batcheff y Simone Mareuil, no se enterasen de absolutamente nada. Las indicaciones del atrevido y primerizo director aragonés no aclaraban además nada la situación cuando, por ejemplo, indicaba al actor que mirase por la ventana como si escuchara a Wagner.
Según Buñuel, Dalí se desentendió de la mayor parte del rodaje, no apareciendo por el estudio hasta tres o cuatro días antes de su finalización. Fue el quien embadurnó de pez las cabezas disecadas de los burros. Además, en una de las tomas, era uno de los hermanos maristas que eran arrastrados pesadamente por el suelo tras el piano y los burros.
Finalmente, la película, provocativa y vanguardista, estaba terminada. Buñuel siempre proclamó que, tratándose de un sueño, todo irracionalidad, el film no tenía ningún significado, aunque las connotaciones freudianas o sexuales son y eran evidentes. Pero Buñuel tenía buena estrella, y tan solo unos días más tarde le presentaron a Man Ray, que había terminado el rodaje de una película, titulada "Le mistere du Chateau de Dé" y buscaba un complemento adecuado para ella. Unos días después, Man Ray y Louis Aragón asistían a una proyección privada de "un perro andaluz" y quedaban entusiasmados, decidiendo que había que exhibirla cuanto antes.
Así, antes de la primera proyección pública de la película, Buñuel fue presentado a los surrealistas en el café "Cyrano". La proyección tendría lugar en "las Ursulinas", el 1 de Octubre, y a ella asistió la flor y nata de la sociedad parisina, aristócratas, músicos, pintores, escritores y, por supuesto, los surrealistas al completo.
Buñuel se pertrechó (o eso decía al menos en sus memorias) detrás de la pantalla, con los bolsillos llenos de piedras, por si la película no era del agrado de los asistentes y se veía obligado a castigar severamente las posibles muestras de rechazo. Nada de eso ocurrió, los aplausos fueron estridentes, de modo que las piedras nunca cruzaron la pantalla.
Cosas de genios, o más bien de egos, su amistad con Dalí empezó a resentirse, aunque aún daría para otra película, "La edad de Oro", en palabras de Buñuel, "Una incitación al asesinato", y cuando menos, una película tanto o más provocadora que "el perro andaluz". Provocador como era, “La edad de oro” estuvo a punto de costarle a Buñuel la excomunión.
Fascinados por aquel joven provocador, La Metro Goldwin Mayer le contrata por 6 meses. A los 4 meses la Metro rompe el contrato ante la soez respuesta de Buñuel a un alto directivo de la productora al sugerirle que trabaje para una actriz de renombre. De modo que de la meca del cine a un olvidado rincón de Extremadura. Vuelve a España y rueda "Las Hurdes, Tierra sin pan", un feroz documental sobre la miseria de las Hurdes y sus habitantes.
Despues, años de trabajo en la sombra, como productor, supervisor y guionista en trabajos industriales, como “Don Quintín el amargao”, “¿Quién me quiere a mi?” o “Centinela, ¡Alerta!”
Con la guerra civil sale de España. Colabora Andre Malraux en "Sierra de Teruel" y con Joris Ivens en "Tierra de españa", la película en la que también participaron Ernst Hemingway y John Dos Passos. En 1941 ingresaba en el museo de arte moderno de Nueva York, como supervisor de documentales.
Su trayectoria vital posterior podría haber sido muy distinta tras solicitar la ciudadanía estadounidense. Quiso la casualidad, o quizás no tanto, que Salvador Dalí “Ávida Dollar´s” como ya le llamaba por aquel entonces Buñuel a su examigo, publicara su autobiografía, causa un gran escándalo, y obligándole a dimitir.
Así pues, para bien o para mal, su destino había cambiado. En 1946 se trasladaba a México, donde pretendía dirigir una adaptación de "La casa de Bernarda Alba" que, sin embargo, no llegaría a realizarse. Sin embargo, consiguió dirigir "Gran casino", con Jorge Negrete. La película fue un gran fracaso, pero le permitió reencontrarse con el oficio de director de películas. Después rodaría "El gran calavera", pero lo mejor estaba por llegar con "los olvidados", su reencuentro con el Gran Cine. "Los olvidados" ganó el premio a la mejor dirección y el gran premio de la crítica en el el festival de Cannes y volvió a poner a Buñuel sino en en la historia del cine, si en la industria.
A continuación vinieron años de febril actividad cinematográfica, con títulos que ayudaron a consolidar su nombre. El poso surrealista y provocador estaba en todas ellas, pero lo sorprendente era el buen oficio de Luis Buñuel, excelente profesional del cine además de autor:. Se suceden, una tras otra "Una mujer sin amor", "Subida al cielo", "El bruto", "El", "Robinson Crusoe", o "Abismos de pasión", adaptación libre de una de sus novelas favoritas, "Cumbres Borrascosas" que le permitió jugar con un tema tan querido al surrealismo y a él mismo como es el amor "fou".
Después de del gran éxito internacional de "Ensayo de un crimen" empieza a realizar películas en Francia. Tras "Así es la aurora", y "la muerte en este jardín", volvía a México para rodar otra de sus grandes películas: "Nazarín", Palma de Oro de Cannes y adaptación libre de la novela de su admirado Benito Pérez Galdós. Francisco Rabal era el sacerdote puro de espíritu que trataba de vivir, infructuosamente, de la manera más cristiana el Evangelio. “Nazarin” era otro feroz ataque a la moral católica establecida, que paradójicamente, casi le valió el premio de la Oficina Católica de Cine.
1961 supuso su regreso a España para dirigir Viridiana. De nuevo Palma de Oro de Cannes, Y de nuevo los fantasmas de Buñuel de desataban. La religión, el sexo, el fetichismo, encontraban un terreno abonado en esta película presentada por España al festival de Cannes y luego prohibida en nuestro país por blasfema. Curiosamente Franco comentaría de ella, tras verla en proyección privada, que la película era tan solo "chistes de baturros". Para la historia, aquella secuencia al ritmo del “Hallelujah” de Haendel o el famoso final impuesto por la censura, que lo convertía en más perverso aún al sugerir un “menage a trois”
La década siguiente la pudo afrontar Buñuel con garantías de sacar adelante cualquier proyecto. "El ángel exterminador", análisis surrealista y freudiano sobre la burguesía (con una escena deliberadamente repetida de la que contaba, tras ser preguntado el porqué, que así la película duraba más), esa película divertidísima, apenas un mediometraje que fue “Simón del desierto”, o, de nuevo en Francia, "Belle de Jour", otra vez con el sexo y el fetichismo como temas principales, y "La vía Láctea", donde de nuevo se volcaba en su obsesión por la religión católica, en un surrealista recorrido por las herejías del cristianismo.
1970 le trajo de nuevo a España, y otra vez de la mano de su muy querido Benito Pérez Galdós, alguien a quien Buñuel ponía a la altura de Leon Tolstoi. En “Tristana” volvió a trabajar con Fernando Rey, como el decadente Don Lope, y con Catherine Deneuve. Algún tiempo después, en la famosa reunión en Hollywood en casa de George Cuckor con motivo del Oscar por “El discreto encanto de la burquesía” Alfred Hitchcock, otro multiobseso, le diría una y otra vez: “esa rodilla” en referencia al muñón que lucía Catherine Deneuve.
Sobre estas y otras cosas nos hablaba recientemente Manuel Hidalgo, a propósito de su libro "El banquete de los genios":
Después, ya en Francia, la ya comentada, "El discreto encanto de la burguesía", con la que conseguiría el Óscar a la mejor película extranjera, y "El fantasma de la libertad".
Ya en 1977 rodaría la que iba a ser su última película: "Ese oscuro objeto del deseo", película sobre el deseo inalcanzable de un hombre maduro por poseer a una mujer que parecían dos, interpretadas por Carol Bouquet y Ángela Molina por motivos que en realidad sólo Buñuel podría saber, por más que haya muchas teorías al respecto.
Trailer Ese Oscuro Objeto del Deseo (1977)
Después, ninguna película más. Tan solo sus hermosas memorias, publicadas en 1982 con un título premonitorio: "Mi último suspiro". En ellas, además de decir muchas cosas, algunas, tremendamente divertidas, otras, provocadoras, y otras, ambas cosas a la vez, manifestaba su deseo, tras morir, de levantarse de cuando en cuando de la tumba, comprar unos periódicos, echarles un vistazo, y tras escandalizarse con sus titulares, volverse unos años de nuevo a su tumba.
El 29 de Julio de 1983 moría, a la edad de 83 años en Ciudad de México Luis Buñuel Portolés, aragonés, arrogante, provocador, fetichista, ateo gracias a Dios. Católico y burgués, cineasta personalísimo siempre, escritor, divertido y locuaz, pesimista por naturaleza, amigo de sus amigos y enemigo de la fama y de la información. Amante también, de los buenos cócteles y de una buena conversación, incluso, o aunque fuese, con un cura. Desde entonces, más allá de los sueños y la razón descansa Luis Buñuel.
Continuará...
@Gerardo_DDC
kio dijo
Mucho habría que hablar de Buñuel cosa que no pienso hacer, tampoco de su filmografía.
La única que tengo de él editada en Blu-Ray es "Belle de Jour" una obra maestra de la que no voy a contar nada, aún esperando "Viridiana"y "El discreto encanto de la burguesía", sí Studio Canal se pone de acuerdo a lanzarla en alta definición.
Me compre tres buenas películas de cine independiente este fin de semana, "Los secretos de Corazón" de James Cameron Mitchell, un clásico que se ve como esas tonalidades a las que te referías sobre "The Quiet Man" ...."La reina de Africa" insuperable restauración maravillosa, y de Kim Ki - Duk "Primavera, Verano, Otoño , Invierno y Primavera".Las tres Maravillosas.
En la lista aún tengo "Primavera tardía " de Ozu.
Un saludo Gerardo.
kio dijo
Ah, aprovecho desde aquí para mostrar condolencias a los fallecidos heridos y supervivientes de esta tragedia que nadie esperaba ...mucho amor y paz en sus vidas a los afectados en Santiago.
Euphe dijo
Más allá de los sueños y la razón está el trastorno del que parece ser era presa Buñuel. Su obra es un compendio de ello. Desconocía donde le sobrevino el final, el vía crucis de la vida de un burgués...
http://www.youtube.com/watch?v=A8Xy9hTxPn0
Lacrimosa - Versuchung