La educación sentimental
miércoles 10.jul.2013 por Gerardo Sánchez 1 Comentarios
Siempre me ha parecido que la novela de Flaubert tenía un titulo maravilloso. ¡ y qué razón tenía ¡.
Las cosas que nos pasan cuando nos tienen que pasar para que nos dejen huella, o sea, en esos años de formación, pasan a formar parte de nuestra “educación sentimental”, que en realidad es eso que nos hace ser personas. Un día de estos aprenderé a no hacer digresiones al comienzo de un post, o dicho en lenguaje llano, a no andarme por las ramas e ir al grano. Por otro lado, creo que si es pertinente hablar de la “educación sentimental” para lo que voy a contar hoy.
Cada día, mientras comemos la gente de Días de Cine, entre bocado y bocado, entre plato y plato, mientras tratamos de solucionar los males que aquejan a este mundo (cosa que solemos conseguir con esfuerzo, lo que pasa es que nada más levantarnos de la mesa, el mundo vuelve a hundirse) hacemos una especie de cineforum continuo de perfil bajo. Nada de grandes frases, ni tono engolado. Ayer recordábamos una de esas películas que forman parte de mi educación sentimental (ya salió el porqué): “El joven Edison”, retrato de la adolescencia del joven inventor, interpretadao pro Mickey Rooney y dirigida por Norman Taurog.
Esta es de esas películas que veíamos en lo que se llamaba “sesión de tarde”, los sábados a las 4 de la tarde por “la primera cadena”. O sea, lo que ahora conocemos como “La 1”. Hace muchos años que no la veo, pero tengo un recuerdo imborrable de ella. Recuerdo momentos nítidamente. En aquellos tiempos, siendo yo niño, ni se nos ocurría decir que tal o cual película la había dirigido tal o cual señor. A mí no, desde luego. Aquella era una película de Mikey Rooney. Y punto. Y bien estaba. Recuerdo de aquellas sesiones de tarde algunas maravillosas películas, algunas de las cuales luego vi en el cine, fundamentalmente en la Filmoteca Nacional y que luego conseguí en DVD para aplacar la sed de nostalgia.
Siempre he pensado que yo hubiera dado lo que fuera por haber podido trabajar en alguna de aquellas películas: “Capitanes intrépìdos” (La película favorita del recientemente fallecido Elías Querejeta”, “Adios Mr Chips”... en fin, muchas películas que salían de la fábrica de sueños sin otra intención que entretener. Lo que pasaba es que además, eran grandísimas películas. Me gustaría pensar que ahora se hacen las películas pensando en que se hacen grandes películas, y que lo que se quiere es que la gente se entretenga además. No se yo…
Por cierto, ayer tarde, cuando salí de trabajar, hice una de mis incursiones semanales “físicas” (otras son virtuales) y compré “El joven Edison”. De Mickey Rooney. Norman Taurog “solo la dirigía”, como decían en Nickelodeon. Luego hubo otra película, una continuación: "Edison the man", pero esa es otra historia.
Continuará… @Gerardo_DDC
Roman Celaya dijo
Una película que me dejó huella fue "Five Graves to Cairo". La vi con siete años por televisión y recuerdo que me impactó desde la megistral escena inicial. A esa tierna edad, como te figuraras, yo no sabía quien era Billy Wilder. Ahora me alegro de haber visto primero la cinta de Wilder antes de la trilogía de Indiana Jones (lo siento pero encuentro "La calavera de cristal" a años luz de sus tres antecesoras). Spielberg es un magnífico copista, pero un copista.
Como digo me marcó a nivel cinematográfico. Entonces entendí, por fin, a que se referían cuando llamaban a una película obra maestra.
Me sirvió para aficionarme al cine. Es decir, con los años seguí las trayectorias de Anne Baxter (una de las actrices mas hermosas de las decadas de los cuarenta/cincuenta), Erich von Stroheim, Miklós Rózsa, y por supuesto Billy Wilder.
Pocas películas de aventuras me han hecho y me siguen haciendo vibrar tanto como esta.
Quizás no sea la mejor peli de Wilder porque al igual que Ford y Hitchcock cuenta con mas de diez grandes pelis en su filmografía, pero si creo que yo cambié después de verla.